Consejos para que nuestros tuits enganchen a nuestros followers

Loading

Está clarto que la interacción con nuestra comunidad es la base del crecimiento posterior y de ahí será nuestra habilidad de que consigamos o no captar a nuestros followers como clientes finales en caso de que llevemos una cuenta en Twitter de una marca.

Pero no es menos cierto el hecho de que para interactuar con un follower, primero se debe de captar su atención. Por eso una de las claves en Twitter para conseguir incrementar tu comunidad de followers pasa por erealizar tuits que ‘enganchen’.

Vamos a ver unos consejos para poder realizarlos y que pongan ante nosotros la posibilidad de incrementar nuestra visivilidad en la red de microblogging.

Autoestima

Loading

Tener una buena y sana autoestima es algo que se puede lograr si se ponen los medios adecuados. Ademas como su propio nembre indica, es algo que depende de cada uno y no de los demás.

El punto de partida para mejorar la autoestima es aceptarnos tal como somos, con nuestras cualidades y defectos, intentando aumentar las primeras y disminuir los segundos; nadie es perfecto y por supuesto nosotros no somos una excepción, así que no es de extrañar que encontremos en nuestro interior aspectos que no nos gustan.

Tenemos que tratar de convertirnos en nuestros mejores amigos y aliados, convencernos de que somos importantes y que tenemos que hacer todo lo que esté en nuestras manos para que la vida no resulte lo más feliz posible. Hay que tratar de restar importancia a las cosas que realmente no la tienen y procurar poner nuestra atención en los aspectos de la vida que sean objetivamente significativos. Prestémonos la atención que merecemos y hagamos las cosas que nos gusta hacer. Vayamos hacia donde queremos ir, dejando atrás cualquier miedo y teniendo fe absoluta en nuestras posibilidades.

No hay que dar excesiva trascendencia a las opiniones de los demás, sobre todo a las que tengan sobre nosotros; hemos de aprender a guiar nuestra conducta de acuerdo al criterio propio y no por el de otro, tenemos que convertirnos en los dueños y señores de nuestro destino, no podemos permitirnos el lujo de dejar las llaves de nuestro bienestar en manos ajenas.

Hay que ser objetivos con nuestra forma de comportarnos, actuando con ecuanimidad cuando juzgamos nuestras acciones; no ganamos nada con ser excesivamente estrictos y lo único que podemos conseguir es dañar nuestra autoestima. Tampoco se trata de ser indulgentes, sino tratar las cosas en, su justa medida, modificando aquellos aspectos de la personalidad que no concuerden con los parámetros deseados.

Cuando acertamos en nuestra manera de actuar, tenemos que felicitarnos por ello, así aumentaremos nuestra motivación y fortaleceremos la autoestima; todos nuestros logros son importantes por pequeños que sean.

Fomentemos nuestra capacidad de decidir, no temamos asumir responsabilidades cuando sea necesario, aunque ello suponga que las cosas no salgan como se habían previsto. Para acertar hay que tomar decisiones y tomar decisiones hace que muchas veces se produzcan errores, pero también aciertos. Aprendamos de los errores e intentemos de nuevo las cosas las veces que haga falta hasta que llegue el éxito. El triunfo siempre estará ahí esperándonos y terminará por producirse siempre y cuando seamos lo suficientemente constantes para que se materialice.

Para mejorar la autoestima es importante tener un buen conocimiento de uno mismo, saber dónde flaqueamos para poder apuntalar los puntos débiles y tener una clara conciencia de los aspectos en que debemos mejorar. De igual importancia es también conocer las facetas positivas, para fortalecerlas y potenciarlas al máximo. De este modo funcionaremos siempre al máximo de nuestras posibilidades.

Aún así, habrá cosas que no podremos cambiar y que tendremos que asumir sin que nuestra autoestima tenga por ello que resentirse en modo alguno (por ejemplo, sería una absurda pérdida de tiempo esforzamos en crecer varios centímetros ya que la altura es una característica que no podemos cambiar).

Seamos pues realistas en los objetivos que pretendemos conseguir y centrémonos en modificar lo que está a nuestro alcance, olvidándonos de lo que es inalterable y no podemos modificar.

EL goce de las pequeñas cosas ( la atención )

Loading

Debiéramos ser como los niños, porque ellos saben perfectamente como disfrutar cada momento.

Pero claro eso no es posible, nos diremos, tenemos obligaciones que los niños no tienen. Hay que trabajar y cubrir nuestras responsabilidades como adultos. ¿ Pero acaso impide eso que disfrutemos de las pequeñas cosas?

Un lugar para cada cosa y cada cosa en su momento, puede ser la reflexión más encaminada para hacernos felices. De todas las actividades se pueden sacar consecuencias positivas y agradables si buscamos bien. Y para ello hay una cosa que se torna fundamental: atención.

Una buena forma de desarrollar la atención es habituarnos a su uso. Una vez que nos habituamos a estar atentos lo convertimos en una rutina automática y aquello que antes se hacía difícil se vuelve simple al convertirse en hábito.

Y no olvidemos la necesidad de dirigir la atención hacia uno mismo, porque el interior también es importante. Tener conciencia de sí mismo permite percibir lo que en cada momento hacemos y si nos resulta o no agradable, permite discernir entre las cosas que merecen y las que no merecen la pena y de esa manera podemos hacernos una idea clara de hacia donde vamos en cada momento, sabiendo que allí donde nos dirigimos es precisamente el lugar al que queremos realmente ir. Se trata simplemente de constituirse en los dueños de nuestro propio destino, en lugar de ir a la deriva.