El lado oculto de la motivacion

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Según El Kybalion (Principio de causa y efecto), «toda causa tiene un efecto. Todo efecto tiene una causa. Todo ocurre de acuerdo con la ley. Azar no es más que el nombre que se le da a una ley desconocida. Hay muchos planos de causación, pero ninguno escapa a la ley» .

Trascender la apariencia nos permite conocer y comprender cosas que de otra manera nos estarían vedadas, aspectos que ni siquiera llegamos a imaginar. Así, por ejemplo, tal vez podamos advertir que el bien y el mal no son más que dos caras de una misma moneda y que muchas veces aquello que nos hace daño, o que se nos presenta como negativo, puede ser lo que necesitamos para movernos, puede ser el estímulo que nos induce a cambiar hacia algo mejor.

Estamos habituados, porque así lo hemos aprendido, a utilizar razonamientos concretos y no abstractos, por lo que nos quedamos más cerca de la nada que del todo, nos quedamos en lo aparente y nos alejamos de lo real.

La mente concreta juzga por los efectos, se siente víctima de las circunstancias y no tiene en cuenta que los efectos proceden de causas antecedentes puestas en movimiento. No va más allá de la apariencia de las cosas, por lo que persevera en el error.

La mente abstracta no se queda anclada en el efecto, sino que va en busca de la causa y de las circunstancias que producen los hechos. Trasciende la apariencia, por lo que percibe que los efectos son producto de causas anteriores y así aprende a crear sus propias causas para entonces poder controlar sus efectos.

De acuerdo con Gary Zukav (El lugar del alma), «cada acción, pensamiento y sentimiento viene motivado por una intención, y esa intención es una causa que existe al mismo tiempo que un efecto. Si participamos en la causa no nos es posible no participar en el efecto. Por este camino más profundo, somos responsables de cada una de nuestras acciones, pensamientos y sentimientos, o lo que es lo mismo, por cada una de nuestras intenciones. Por tanto, es prudente que lleguemos a ser conscientes de las numerosas intenciones que informan nuestra experiencia, con el fin de clarificar qué intenciones producen qué efectos y para elegir nuestras intenciones de acuerdo con los efectos que desamos provocar».