El gran error de la formación para desempleados

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Vuelvo a un tema que hace hervir la sangre cada vez que lo toco, porque una mala formación a desempleados es una pérdida de tiempo y de recursos económicos que nunca volverán y en esta vida si hay algo que no se puede perder es el tiempo.

Desde sus inicios, se ha visto que la intención de los cursos para desempleados era la de conseguir la ‘recolocación’ o ‘reinserción’ al mercado laboral del desempleado. Ambas cosas no significan lo mismo pero persiguen el mismo fin, que es el de que el desempelado deje de estarlo.

Hoy no toca el hablar de como las entidades que hacen estos cursos pegan desfalcos a base de timar al personal, porque de eso ya he hablado largo y tendido, sino que toca hablar del error conceptual que hay en esta formación para desempleados.

En este país, recolocar a determinados desempleados, lo que implicaría que volviesen al mismo sector del que salieron es cosa imposible o muy difícil, lease la construcción.

Certificado Internacional de Coaching por ICC

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Hoy me es grato el comentaros la celebración en mi tierra, Galicia, y concretamente en Santiago de Compostela a partir del 28 de Julio del 2011 el inicio de un curso está promovido por Approaching y Qcoach , en el cual voy a tener el honor de colaborar con el cual se consigue la Certificación Internacional en Coaching por la ICC, que ha recibido recientemente el reconocimiento EQA (European Quality Award) de la EMCC. Para que os quede claro quien esl ICC, os diré que es La International Coaching Community, una de las redes de Coaches mas grandes en el mundo, con más de 6.000 coachs entrenados a lo largo de 60 países.

Cuando la cabra tira al monte

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Esta es a frase que se me viene a la cabeza frecuentemente cuando escucho a gente diciendo que con un curso de reciclaje la recolocación está al alcance de la mano.

Y no es que lo vea imposible, sino que lo veo muy improbable. Recolocación o outplacement, es que me da lo mismo en un mercado laboral como el nuestro por desgracia.

Cuando una persona que lleva 15 años en su puesto, haciéndolo bien, pero por circunstancias como la crisis actual se ve abocado a ir al paro, ¿alguien se cree que con un curso de 40 horas se podrá reciclar de puesto?

Lo más fácil es que este curso no le valga para nada y deba de partir de el mismo la intención de reciclarse o recolocarse. Pero es ley de vida, quien en sus 15 años de vida laboral sabe hacer un cosa (y bien) no es tan fácil de recilarse como parecen hacernos querer ver.

Y aquí quiero separar el matiz de diferenciar entre recolocación y reciclaje.

Las Redes Sociales: ¿Miedo u oportunidad?

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Hace unos días, leía en la versión digital del periódico Expansión y Empleo el artículo titulado “ El 49% de las empresas utiliza las redes soci ales para seleccionar personal ” La datos de esta artículo se han sacado de un estudio realizado por Unique y según el mismo “ El 49% de los directivos de recursos humanos y responsables de selección de personal de empresas españolas de diversos sectores hace uso de las redes sociales para el desempeño de su actividad profesional; un 44% asegura utilizarlas de forma esporádica, y un 5% reconoce que sólo lo hace para la búsqueda de perfiles profesionales muy concretos. Por el contrario, un 45% afirma que nunca utiliza las redes sociales como fuente de reclutamiento” .

Reflexiones sobre la formación y el mercado laboral

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Hoy creo que saldrá una entrada más o menos reivindicativa.

Tras oir las declaraciones del presidente Zapatero en Oslo donde decía que ‘los desempleados españoles que están realizando cursos de formación, no son desempleados sino que están trabajando por el país’, a lo que le uno el curso de formación para desempleados que se ve en la foto, me surgen una serie de reflexiones.

·¿Por qué en este país hay muchisimos licenciados en paro recibiendo formación y hay muchos políticos, ministros incluidos, trabajando sin formación alguna?

Técnicas de Venta

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A lo largo de mi trayectoria profesional he realizado bastantes cursos de técnicas de venta y en muy variados sectores de actividad.

He dado cursos a sectores de venta de productos intangibles, dinero (sector financiero) o seguros (sector asegurador) o venta de servicios de consultoría. También he dado cursos en sectores de venta de productos tangibles como venta de libros a colegios o institutos, como lo de productos propios fabricados por la propia empresa, leche, pan, de primera necesidad hasta productos de lujo, vehículos de una marca muy reconocida por su precio.
Todos los «comerciales» o «vendedores» buscan en todo momento como destacar o bien ellos, o bien su producto o bien su marca (empresa). El caso es destacar por algo que te valga para una buena argumentación y que genere al cliente el deseo de adquirir nuestro servicio.
No obstante en este post quería plantearme dos preguntas que suele hacer en mis cursos para «abrir el fuego» y los alumnos se animen a participar:
¿Es lo mismo vender que comercializar? ¿El comercial y/o el vendedor nace o se hace?

La primera, creo que tiene fácil respuesta. Casi todos los alumnos que he tenido, por alguna razón que se les ocurre, reconocen que no es lo mismo. La mejor respuesta fue la de un alumno que me contestó:
«si vendo, es porque necesito vender, es mi necesidad; si comercializo, busco satisfacer las necesidades del cliente, a parte de las mías de vender».
Realmente es una excelente respuesta. Si mi única obsesión es presentarme (a mi, a mi producto, o a mi empresa), argumentar y vender, oyendo al cliente (que no escuchándolo), es decir, sin preocuparme si las necesidades del cliente quedan satisfechas con la venta, le estoy «colocando» un producto que cubre mi necesidad de vender. Si escucho al cliente (y no sólo lo oigo), identifico sus necesidades y las intento cubrir, a la vez que cubro las mías (que es vender), lo que intento es comercializar, satisfacer las necesidades de los dos y no sólo «colocar» un producto para cubrir solo mi necesidad de vender.
La segunda pregunta tiene un poco más de complejidad. Si creo que vender y comercializar no es lo mismo, he de intuir que no serán iguales a la hora de creer si nace o se hace un vendedor y/o comercial.
«Para vender hay que valer», eso me han contestado muchas veces, pero «para comercializar te pueden enseñar» . Y estas respuestas no están exentas de razón. El «vendedor» tiene unas cualidades especiales, innatas en su personalidad (locuacidad, positividad, empatía, asertividad, …) y suele defenderse bien independientemente del sector al que se dedique. Es decir, el buen vendedor, vende desde un coche hasta un seguro, pasando por un libro. El vendedor es muy proactivo, abriendo constantemente oportunidades de negocio.
Mientras que el «comercial» busca satisfacer las necesidades del cliente y por lo tanto, aunque tenga cualidades vendedoras, debe de saber en todo momento lo que vende y a quien lo vende, así como saber indentificar las necesidades del cliente. Es decir, debe de aprender a identificar y satisfacer las necesidades del cliente, así como debe de aprender a clasificar a los clientes.
El vendedor es más «temperamental» ve cada venta como un combate, o pierde o gana, no hay término medio. La venta es la forma de subsistir en el mundo profesional.
El comercial es más «calculador». Intenta identificar siempre las necesidades de los clientes, porque si en este momento su producto o servicio no las satisface, puede que en otro momento si.
Para el vendedor no existe otra oportunidad : «o vende ahora o no vende».
A modo de conclusión, ya que podíamos estar discutiendo sobre estos temas durante días, si que podemos distinguir que un vendedor nace más que hacerse, mientras que un comercial, aunque tenga innatas cualidades de vendedor, se hace y se educa más que nacer.
El ideal sería un comercial (que exigiría formación, dedicación y/o preocupación por el cliente) que poseyese habilidades innatas de un vendedor (agresividad, positividad, proactividad,…).
Os dejo aquí un vídeo en el que se encuentra una de las mejores definiciones que he visto nunca de lo que es la VENTA. Ya me diréis que pensáis.

Película : «Cadillac Man»