En los tiempos que corren la cosa no está para muchos miramientos con lo cual no estamos en posibilidad de escoger el trabajo que más nos gustaría o que más nos podría hacer feliz. Sencillamente cogemos el trabajo que haya y con mucha suerte.
Esto no quiere decir que seamos conscientes de que no es nuestro trabajo ideal, que nos haga feliz, que sea el ideal a nuestra personalidad, pero es necesario tenerlo para poder subsistir.
Y es que en épocas como la que tenemos hoy la cosa aun se pone peor y entramos en la concepción de ‘lo menos malo’.
Entramos en una situación de conformismo de tal forma que podemos afirmar que ‘cobro dinero pero lo que hago no me gusta’ o ‘bien que lo que hago si me gusta pero no me da para vivir’. El ideal de cobrar dinero y ser feliz en el trabajo es algo a lo que todos anhelan pero que, por desgracia, no suele abundar.