45º CONGRESO AEDIPE Felicidad en el Trabajo (1ª Jornada)

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45º CONGRESO AEDIPE, Felicidad en el Trabajo, Observatorio de la Blogosfera de RRHH, Tatum, Senior Manager, Jose Erre
Hoy he tenido el placer de participar en la 1ª jornada del 45º CONGRESO AEDIPE dedicado a la Felicidad en el Trabajo que se está celebrando en mi ciudad, La Coruña. Invitado por el Observatorio de RRHH (TATUM) he colaborado con mis amigos Pedro Rojas (Senior Manager) y Jose Erre (Escuelademedios.net) en el retuiteo de la jornada.

Hemos disfrutado de debates muy interesantes y reflexiones muy acertadas sobre el tema del congreso, Felicidad en el Trabajo por parte de diferentes ponentes :

Kate Cowie, presidenta de The Chaos Game. Jil van Eyle, Responsable de Desarrollo Internacional y Social del Grupo INTERCOM. Federico Guillén, presidente de Alcatel-Lucent España y Portugal. Esther Sánchez, de ESADE. Javier Chércoles, director de Responsabilidad Social Corporativa de Inditex. Margarita Álvarez, presidenta del Instituto de la Felicidad de Coca-Cola. Emilio Duró, docente de la Universidad Autónoma de Barcelona.

¿Derecho al trabajo o derecho a trabajar?

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¿Nos hemos acomodado? ¿Nos hemos resignado? ¿O sencillamente no hay trabajo?

Me he acordado hoy de un artículo ya publicado hace algunos meses por mi amigo Senior Manager acerca de si en realidad había trabajo y si tambien podía ser que se diese el hecho de que no todo el mundo quiere trabajar.

Yo en su momento manifesté que no me cabe duda que podemos encontrarnos de todo en el mundo laboral y en el mundo de los desempleados, pero que me costaba creer que alguien se acomodase a la situación de búsqueda laboral, aunque estuviese cobrando una prestación.

Y hoy, debe de ser que soy un año «más mayor» (que no más viejo), que me he hecho esta reflexión: ¿cuándo puede darse cuenta alguien que está buscando empleo, que por mucho que haya buscado no lo ha encontrado y no lo va a encontrar?

Y es que me niego a creer que alguien no busque un trabajo con el ánimo de conseguirlo. Podrá ser que le guste más o menos el puesto que consiga, que cubra más o menos sus expectativas o que sea más o menos parejo a su experiencia profesional o formación. Pero aquel que está buscando empleo es porque realmente desea trabajar.
Senior Manager, búsqueda laboral, derecho a trabajar,desempleados

No es solo una cuestión de semántica

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Espero no cansaros mucho en el tema de hoy, pero después de ver la entrevista realizada en El Pais a Pilar Jericó y Marta Romo, socias de Innopersonas y del artículo publicado en el blog de mi amigo Senior Manager con la colaboración de Gabriel Schwartz, creo que era un buen momento para hacer una segunda parte del artículo que hice en febrero con el título ¿Los humanos somos recursos y los recursos son humanos? y darle una vuelta de tuerca a la dirección de personas y a los departamentos de RRHH en estos tiempos tan convulsos.

Partiendo de la premisa de que considero de que los departamentos de RRHH tienen su responsabilidad en la crisis actual (cosa de la que también he comentado alguna vez algo en este blog), la idea es analizar lo que deben hacer para que esto no se repita y que los principios básicos que se pregonan en el Management actual sean realmente los que se dicen y no se queden en bonitas palabras nada más.

El primer problema que veo de los departamentos de RRHH es una cuestión de semántica. Del inglés «Human Resources», surga la traducción ampliamente conocida en español. Si os fijáis, en ambos casos aparece un sustantivo y un adjetivo: Sustantivo es «Recursos» y adjetivo es «humanos».

Cuando vais a adquirir cualquier cosa, por ejemplo una barra de pan, la queréis grande, pequeña, tostada, cruda,…. pero lo que queréis es una barra de pan. Eso es el sustantivo de vuestra acción. Lo mismo ocurre en los «Recursos Humanos». A lo que están acostumbrados estos departamentos es a gestionar unos recursos que en su caso son humanos, pero en pura lógica gestionan recursos y como tal tienen unos objetivos numéricos que cumplir. La barra de pan tiene el objetivo de quitar el hambre, independientemente de como sea.

Lo de humanos es un adjetivo, es lo secundario. Aquí radica el primer problema de estos departamentos. Semánticamente deberían de recibir el nombre de «Humanos Recursos», dando a los humanos (personas de las organizaciones) la importancia que tienen, pero de verdad y no solamente de palabra. Serían los sustantivos, lo principal a gestionar dentro de las organizaciones.

Preocupación por sus necesidades, expectativas, motivaciones, intereses,….por algo somo humanos. Primero somos humanos y luego recursos. Aquí se basa el «compromiso» con las organizaciones. Aquella organización que demuestra mayor compromiso con las personas (con los humanos) y todo lo que le rodea, es la que conseguirá mejor compromiso de sus miembros y por ende obtendrá mejor el talento de los mismos.

Pero no solo es cuestión semántica la problemática de estos departamentos. A parte de la cuestión de fondo como la anterior, también hay una cuestión de forma.

Siempre se han visto como un departamento ajeno al resto de la empresa. Puede ser que sea debido a una herencia negativa anterior pero es un hecho más que palpable. Son departamentos «estancos». Solo actúan en casos determinados en interacción con el resto. Su forma de actuar es una de las causas de su fracaso en las organizaciones. Su estructura es externa al organigrama de las organizaciones y esto es un error, deben de incorporarse a la estructura en todas sus niveles.

A lo mejor deberían de cambiar de nombre y pasar a llamarse «Departamento de Motivación del Personal», realizando continuamente interacción con todos niveles de la organización y sus miembros. Lo que está claro es que su forma de trabajar los aisla de la realidad de la organización.

Trabajar en contacto con el resto de departamentos los convertira a ellos mismos en departamentos más «humanos». Y a todos nos gusta tratar con personas no con máquinas.

Y por último para no agobiaros más, creo que tienen un problema que salta entre la forma y el fondo: «predicar con el ejemplo», o como comunmente se dice: «haz lo que yo diga pero no lo que yo haga».

Toda persona le gusta ser reconocida por lo que hace y para ello estando dentro de una organización suele tener que realizar unos determinados cometidos o funciones. Pues estos deben ser comunes para todos, poco motivadores son las órdenes parciales para algunos miembros y para otros no. A mimodo de ver, los departamentos de RRHH adolecen de ese problema actualmente y deberían de modificarlo. Lo que pregonan para todos los miebros de la organización deberían de aplicárselo también ellos mismo y servir de ejemplo al resto de la organización. Esto ha esstado motivado por haber sido estancos independientes durante mucho tiempo.

La expresiones del estilo «ya me gustaría que los de personal lo hicieran tambien…» o «y estos que se cren…» o «a saber que hacen ellos…», son típicas de organizaciones muy departamentalizadas y oscurantistas. Y eso no le gusta a ningún humano. Sentirse distinto y en definitiva perjudicado.