…Y si no ya estamos alguno para que se entere el personal.
Os preguntaréis porque de este post y más en épocas navideñas y dadas al ‘buen rollito’, pero me ha resultado chocante el como la gente es impresentable o sencillamente, sinverguenza.
Me encanta cuando los políticos se meten en las redes sociales porque se les ve el plumero tarde o temprano y hoy he tenido una experiencia ‘casi religiosa’ con alguna cuenta de Twitter de políticos y partidos políticos.
Como decía un locutor de radio una vez, ‘en esto de la política solo hay grados de lamilibranquios’, y tenía toda la razón.
Mientras se está en la oposición o se está haciendo campaña de ‘buen rollito’, todo son parabienes en Twitter y corresponder a los seguidores. Se busca aquello de ‘que majos son los de tal y cual partido’, ‘fíjate se preocupan por lo que los seguidores dicen’,… ¡¡puñetera mentira!!
Twitter deja huella, y muchos serán los followers que se sentían contentos de seguir a determinada personilla o determinada banda política y se han despertado con que de seguir a 4000 personas hoy, con la barriga bien llena y el culo bien aposentado en sus nuevos sitios (usurpados al pueblo), ahora siguen a 400-500 amiguetes, de esos que pertenecen a su misma casta política de vagos y maleantes.
Y no creáis que me importa algo que que alguien me haga un unfollow, sencillamente lo que no me parece de recibo son los comportamientos anti 2.0 que realizan ciertos personajes cuando en plena captación de pardillos votantes, se enfundaron la bandera de las redes sociales y el buen rollito para captar votos y, ahora que los tienen, mandan a tomar por cu… a los followers.
¿Era ese el verdadero interés por captar seguidores? Claro, ahora sois ‘gurús’, y nos os rebajáis con la plebe, por eso despreciáis a los followers que os ayudaron a subir.
Pero no olvidéis una cosa, Twitter deja huella, y si no, siempre habrá alguien como yo para mostrar realmente como sois, una escoria política que no merece más que el desprecio de la ciudadanía.
No queréis seguidores, queréis fanáticos sin facultad de pensar y que pregonen a los cuatro vientos vuestros mensajes políticos sin pensar que lo que realmente hacen es ser altavoces de un montón de gentuza y de la mierda que dicen.
Hay políticos que desde su entrada en las redes sociales, concretamente en Twitter, siguen la política, valga la redundancia, de no seguir mucha gente, y es una postura más que aceptable y respetable. Lo que ya no es de recibo es el ‘lameculismo’ de otros políticos que se han apoyado en el buen rollito para incrementar el elenco de pardillos, o sea, seguidores solo con el fin de alcanzar determinado reconocimiento y, cuando estén en la poltrona y bien situados, les dan las ‘de VillaDiego’.
En fin, cada uno es como es y el tiempo pone a la gente en su lugar, con lo cual los que están haciendo ‘tijeretazo’ en sus followers, deberá de ser porque como también los van a realizar en la vida diaria al resto de los ciudadanos, pues mejor empezar por uno mismo.