En el post de hoy me centraré en las pautas básicas a la hora de seleccionar un coach. Para empezar diferenciaré entre un coach y un orientador/consultor. La diferencia principal radica en que el coach jamás te dará consejos, ni recomendaciones, ni te dirá cómo hacer las cosas.
Desde el coaching, a través de preguntas ayudas a la persona a que ella misma desarrolle su propio plan de acción, sus compromisos, y su manera de hacer las cosas. Por el contrario el orientador/consultor, si que te da consejos, pautas, recomendaciones, y te plantea “maneras de hacer las cosas”. Partiendo de esta clara diferencia las preguntas principales son: “¿necesito un coach o un orientador?”, “¿puede en algún momento un coach darte recomendaciones o sugerencias sobre cómo hacer las cosas?”. La primera pregunta no la puedo responder, pero la segunda si. Y mi respuesta es que siendo puristas y respetuosos con la profesión de coach, si vamos a dar una sugerencia porque así lo consideramos, lo honesto es decirle a la persona con la que estás trabajando: “si me permites, y esto no entra dentro del coaching, te daré una sugerencia”.
Quiero matizar este aspecto porque muchas veces me encuentro con profesionales que supuestamente hacen coaching, pero en el fondo lo que realizan son actividades de mentoring, consulting u orientación. Considero que esto provoca que las personas que solicitan servicios de coaching sientan cierta confusión sobre lo que es y no es coaching. Por mi parte considero que la honestidad y la claridad son fundamentales para el ejercicio de esta profesión.
Cuando tenemos claro que lo que necesitamos es un coach llega el momento de seleccionarlo. Para ello podemos explorar las siguientes áreas:
- Formación: Cual es su formación, y si está asociado a alguna asociación de coaching.
- Experiencia: Preguntar cuál es su experiencia, en qué áreas, y años ejerciciendo.
- Lugar de trabajo / medios: Donde se van a llevar las sesiones de coaching.
- Tarifas: cuales son las tarifas por sesión o paquetes de sesiones.
- Referencias: solicita referencias.
- Química: registra si te has sentido cómodo en la primera reunión, si ha habido química.
- Si lo que buscas es un coach que también pueda darte sugerencias en temas de orientación profesional, explora cuántos años de experiencia posee en el área de empleo, y cuales han sido los perfiles que ha orientado (si ha dedicado gran parte de su tiempo a trabajar con personas de perfil técnico, o mandos intermedios, o directivos, etc.).
La exploración de estas áreas te pueden ayudar a seleccionar un coach acorde a tus necesidades, evitando en la medida de lo posible el sesgo de la primera buena impresión.
Por otro lado hay dos señales claras de alarma cuando vas a contratar los servicios de un coach y que además están conectadas:
- Una actitud excesiva de venta.
- La falta de humildad. Si cuando estas explorando, el coach apenas te deja hablar o preguntar, o si percibes que le “encanta escucharse”, entonces te puedes hacer una idea del tipo de servicio que vas a obtener. En coaching el protagonista es la persona con la que estamos trabajando, y no el coach, por lo que la actitud de este último es la de “estoy aquí por y para ti”.
Os dejo con este video que ya subí en otro post pero me parece muy visual y explicativo para definir las actividades del coach
Y hasta aquí el post de hoy. Confío en que os pueda ser útil este post.
Feliz lunes
Autora: Mónica Morales