Ayer hablando con un amigo y lector de este blog me hacía la pregunta de si consideraba que en el área del coach había intrusismo desmedido, a lo que tuve que responder que a mi modo de ver sí.
Y reflexionando sobre el tema me doy cuenta de que estábamos hablando no de personas desarrollando actividades de coaching, sino a personas que se habían etiquetado bajo la palabra coach.
Esta sociedad está ‘etiquetada’. Todo cuanto hacemos tiene una etiqueta que mediatiza todo lo que hacemos. Mientras más etiquetas y de nombres raros tiene nuestra tarjeta de visita, mucho mejor.
Todo esto es fruto de otro de los males de nuestra sociedad como son los prejuicios. Nos hemos acostumbrado a etiquetar las cosas, los actos, las personas,…, para evitar prejuicios, cuando realmente eso es lo que se están provocando, e que se prejuzgue como en este caso a una profesión como la de coach.
La etiqueta no deja de ser un calificativo pero que en esencia no implica ninguna actittud y aptitud de la persona que es etiquetada.
Es decir, si nos presenta a alguien no conocido y en su tarjeta de visita pone ‘Director General de X empresa’, una parte de nosotros se queda ‘fascinada’ por la etiqueta de Director General. Prejuzgamos que esa etiqueta debe de llevar aparejados unas competencias, habilidades y aptitudes en la persona que puede ser que relamente brillen por su ausencia.
Las etiquetas las ponen las personas, lo importante es conocer con que fin han sido puestas.
Y ya comenté alguna vez en este blog el tema de que si estuviste trabajando en una empresa y ahora no, cómo te gustaría ser recordado: ¿por lo qué fuiste (etiqueta de un puesto) o por cómo fueiste (reflejo de tu comportamiento como persona y profesional?
No creo que nadie prefiera ser recordado por lo que ha sido en detrimento del cómo ha sido. En el caso más extremo le gustaría ambas cosas, pero si le dieran a escoger, preferiría ser recordado por como fue personal y profesionalmente que por el nombre del puesto que ostentó.
Entonces, ¿por qué ese vicio de etiquetar todo sin conocerlo antes?
Qué alguien pogan en su tarjeta que es ‘coach’, ¿implica que realmente sea reconocido o recordado como tal? Cierto es que aquí el tiempo y la trayectoria juegan un papel fundamental, pero por lo de pronto, cuando conoceos a una persona no nos quedamos con que parece buena persona, posee habilidades personales positivas o es un gran interlocutor, nos quedamos con que en su tarjeta pone ‘coach’.
¿Cuándo evolucionaremos como personas y como sociedad? Sencillamente cuando dejemos de etiquetar a los demás con nuestros prejuicios de tal o cual manera y aprendamos a que las cosas y las personas deben de ser recordadas por como son o han sido y no por el puesto que tienen o hayan tenido.
mas que un comentario es una pregunta se puede etiquetar a las personas como malas en el coaching empresarial
como demuestro que se cometio un error o a acaso no lo fue y si se puede etiquetar los empleados
Buenas Diana, todo y todos en esta vida poseen etiquetas, con lo cual tanto el coach como los empleados pueden ser etiquetados. Probablemente a lo largo de a vida de cada uno hayamos recibido muchísimas etiquetas con lo cual, salvo que alguna sea muy notoria, se podrá decir que la suma de las buenas frente a las malas sería lo deseable.