Si un pecado es típico de los españoles es la envidia, pero dentro de las organizaciones si hay una actitud que es muy típica es el ‘Yo no he sido’, o sea, ‘escurrir el bulto’ o la falta de asunción de responsabilidade por lo realizado.
Esta reflexión surge tras ver la rueda de prensa del presidente Rodríguez Zapatero tras los resultados de las elecciones en las que reconocía la derrota, y lo más interesante como dijo, fruto de un castigo al Gobierno tras 3 años de crisis económica internacional que nos azota (y que por otro lado hasta septiembre del 2009 el negó que existiese, con lo cual está mintiendo).
Y es que no creo que ninguno de nostros no lo haya hecho alguna vez, a sabiendas de que algo hemos hecho mal, recurrir al ‘Yo no he sido‘, al más puro estilo Homer Simpson.
Muchas veces he hablado en este blog sobre el ‘autoconocimiento‘ como la clave de la mejora continua de la persona y del gran error que es el autoengañarse.¿Alguno creeis que ‘hacerse trampas en el solitario’ conduce a algún lado?
La asunción de los errores y carencias propias debe de ser la base y punto de partida para realizar una mejora en todos los ámbitos de la vida. Si no asumimos esto y nos ‘endiosamos’, malamente nuestro espíritu crítico nos servirá como elemento de retroalimentación.
Encerrarse en una burbuja en la que todo lo que nos rodea es culpa de los demás y del entorno esun craso error porque claramente sólo conduce a la distorsión de la realidad.
Y eso es algo que cada día pasa más en nuestras organizaciones y en todos los niveles del staff de las plantillas. Un jefe que toma una decisión errónea a pesar de los desaconsejos de sus subordinados, en cualquier organización bien liderada llevaría un reconocimiento del erro por parte del líder. Pero, curiosamente, en nuestras organizaciones abunda más en ‘Yo no he sido’, incluso a nivel liderazgo, mejor dicho, a nivel directivo, porque un buen líder sabe reconocer sus equivocaciones y aprender de ellas.
Mirar al entorno y ver que los demás hacen es una forma de mejorar, pero un autoconocimeinto personal de cada uno de nosotros, se me antoja como una fuente de conocimiento mucho mayor y que, además, está en nuestra mano.
Si estáis de acuero con la frase de que ‘el hombre debe de aprender de sus errores’, ¿por qué en la realidad lo que intentamos es hacer creer a los demás que mi error no ha sido tal o que no ha sido por nuestra culpa?
Hay un proverbio chino muy acertado que dice: ‘para conocer a los demás primero debes de conocerte a ti mismo’. Si te conoces y te autoengañas ¿por qué no debes de esperar lo mismo de cualquiera de los que forman tu entorno?
Lo siento pero lo positivo no esté en decir ‘Yo no he sido’, sino en decir, ‘lo he hecho yo’ y ‘qué puedo hacer para que no vuelva a pasar’.
No es que tengamos que martirizarnos por un error, pero si debemos de buscar que nuestra conducta sirva de espejo para evitar posibles errores futuros.