Según el estudio presentado por Randstad, un 59% de los españoles estima que sus colegas de departamento no están preparados para desempeñar su labor diaria.
No sería tan grave si no fuese que hay una diferencia de 23 puntos porcentuales a la media comunitaria que se sitúa en el 36%.
¿Cómo va haber ‘buen rollito’ en las empresas si crees que más de la mitad de tus compañeros no están capacitados para desempeñar su cometido diario por el cual puede que incluso cobren más que tú?
A ver que gurú del managment soluciona eso, me gustaría oir sus charlas motivacionales para soluciionar estas percepciones. ¿Ambiente laboral positivo? ¿Dónde?
Lo triste de esta situación es que sólo encuentro dos posibles explicaciones a estos resultados o a esta encuesta:
-Que los españoles seamos envidiosos, cosa que no lo dudo ya que tenemos la envidia como deporte nacional.
-Que los reclutadores de las empresas no tienen ni puñetera idea de a quien fichan, o que, aun fichando bien, no saben formar a los empleados para sus puestos.
Ambas cosas solo derivan en una cosa: que se dinamite el ambiente laboral, o bien con los compañeros o bien con los departamentos de RRHH a los cuales con razón, los podrían definir como inútiles.
Yo a esto le añado una posible causa a mayores, y es la de que el hecho de que más del 80% de las ofertas de empleo no salen a la luz, con lo cual son cubiertas por ‘contactos’ de cuya valía probablemente ‘no quiero acordarme’.
Si coloco a amigos, amigos de mis amigos, y demás fauna ibérica, sin tener en cuenta más que a quien conocen y no lo que son capaces de hacer, se puede explicar en parte porque somos el último país de la UE en productividad. Da igual lo que se produzca en una empresa siempre y cuando en esa empresa trabaje mi amigo. Siempre habrá un tonto en la empresa que realice su trabajo.
Esto es lo que interpreto yo con el hecho de que casi un 60% de los empleados crean que sus compañeros ‘son inútiles’.
Se que es una visión limitada y que no todas las empresas son iguales, pero por desgracia, viendo estudios como este es lo primero que se me viene a la cabeza: que un 40% de los empleados entraron por su valía y ven como otro 60% se deidcan a vivir en un puesto por que los han puesto ahi.
Muy lúcido post José Luis. Se me ocurre cruzar este informe con otras variables que he visto y vivido. Recuerdo contestaciones como: preferir lo conocido (grupos, mercados, tareas, herramientas), priorizar la estabilidad, buscar el equilibrio salarial absoluto (desde el staff y desde Gerencia). Supongo que estas cuestiones abonan la huida de los que buscan destacar por encima del amiguismo.
Igual, recojo el guante 🙂 … una de las prácticas que mas efectividad me ha traído fue la de conformar equipos de tareas pequeños, autónomos y multidisciplinarios, donde los miembros se elegían -y se puntuaban- entre ellos. En alguna ocasión molestó a muchos pero los logros lo compensaron (lo había visto funcionar en el norte de Italia, en Zanussi hace ya años)
Nuevamente, enhorabuena. Si me puedes pasar el enlace del informe de Randstad sería un detalle.
Un abrazo
Mando
@mandomando
Gracias amigo. Y creo que das en el clavo. El esfuerzo de crear grupos reducidos y polivalentes, inicalmente es más laborioso pero sin duda se consiguen a medio plazo resultados más satisfactorios. Se autoconvierten ellos mismos en sus líderes y saben medir a la perfección el esfuerzo de cada uno y el éxito de su trabajo.
La pena es que las grandes empresas no usen de esta modalidad, porque realmente lo que se conseguirian serían centros oautónomos y las multinacionales lo que quieren es tener fieles corderos que trabajen sin pensar 🙂
El estudio salioó en este artículo 🙂 http://www.20minutos.es/noticia/1111351/0/trabajadores/mejores/companeros/
Un saludo
Yo le daría la vuelta a la tortialla. Precisamente los que tienen esta percepción de falta de cualificación son los menos cualificados. Menos cualificados para aprender pues piensan que todo lo saben, poco cualificados para trabajar en equipo porque son poco tolerantes, poco cualificados para hacer las cosas bien pues tienen colocado su foco en los demás y no en su trabajo. Sistemáticamente en mi carrera ha ido sacando de mis equipos a los que eran excesivamente críticos con los demás…¡funciona! Las cosas van mejor sin ellos.
Me ha gustado mucho ese enfoque amigo Fernando, si señor.
Es una opción a contemplar, y que yo al englobo dentro de los ‘que tienen envidia’, porque relamente se ven inferiores al resto de sus compañeros.
Siempre que exista un elemento en el factor humano de estas características, está claro que el grupo no irá en consonancia, con lo cual siempres es preferible generar un grupo humano coordinado. El exceso de créitica es tan malo como la falta total de autocrítica. Lo de qiue los extremos son malos, en este caso es muy acertado.
Un saludo
Muy bueno José Luís, y bastante real. ¿Tenemos el mismo dato pero en vez de con compañeros con jefes?
Gracias amigo Pepe.
Ojalá!!! porque si es elevado el porcentaje de compañeros considerados ‘incapaces’, no me quiero imaginar el de jefes :-)))) ¡¡que en este país hay mucho jefe puesto a dedo y mucho empleado enfadado por ello y otros envidiosos!!
Seguro que subiría bastante más de ese 59% 🙂
Un abrazo
Muy interesante el post José Luis. Lo encontré por un retweet en Twitter.
Coincido con las causas. A mi opinión sería interesante ver y comparar los resultados de este estudio de Randstad con otros países de Europa del nuestro entorno y también del norte.
Un abrazo.
Christopher
Buenas amigo Christopher.
Te puedo decir que la media europea se situa en el 36% o sea, que 23 puntos porcentuiales menos, cosa ¡¡que asusta!! O aqui somos muy envidiososo o somos unos incompetentes, no hay término medio 🙂
Paises como Noruega, Luxemburgo y Holanda se encuentran a la cabeza de los que consideran a los compañeros bien preparados.
Un abrazo