Estamos en una época especialmente difícil y que nunca habíamos vivido anteriormente ni teníamos pensado vivir.
Además, las figuras que ejercen como líderes hoy en día, tienen mucho de cualquier otra cosa que no seas de liderazgo. Con lo cual lo único que nos queda es convertirnos día a día en nuestros propios líderes y poder sacar adelante nuestras pequeñas metas cotidianas.
Lo cierto es que el entorno es muy complicado a la vez que negativo, además de que mucha es la gente que está entrando en una espiral negativa que solo conduce al final del camino.
No soy quien para dar consejos ni alientos, y más en momentos como estos, pero si para hacer una reflexión: ¿El mundo se construyó con pesimistas? ¿Los que excomulgaron a Galileo, los que creyeron que Colón estaba loco o los científicos que firmaron un manifiesto contra Einstein por sus teorías contribuyeron a crear el mundo como lo conocemos actualmente?
La negatividad solo conduce a la negatividad, o sea, el pesimista solo ve el pesimismo a su alrededor. Muchos me podéis decir que no es pesimismo, que es realismo y os aseguro que no os voy a quitar la razón.
Pero la pregunta clave sería: ¿qué ganas pensando así? La respuesta es nada. ¿Qué es difícil encontrar algo positivo en este mundo actual y en esta sociedad? Muy cierto, pero nunca de los pesimistas se ha hablado en la historia ni han contribuido a la sociedad de forma reconocida.
Persistentes y positivos fueron quienes descubrieron la electricidad, inventaron el teléfono, el televisor, los automóviles, la Internet y nos hicieron la vida más fácil.
El mundo conocido como es ahora lo construyeron los inconformistas, los que vieron en algún resquicio algo positivo y se agarraron a ello por muy lejano que pareciese.
El mundo conocido como es ahora no lo construyeron los que se quedaron sentados filosofando, sino aquellos que se atrevieron a pesar de distinta forma que el resto y se movieron por ese camino.
Busca ese punto de positividad en tu vida y aférrate a el si no quieres verte arrastrado por la negatividad que te rodea. Fácil no es, está más que claro, pero si no piensas de esta manera el agujero se cerrará contigo dentro.
Y recordar que «la opinión de los idiotas es necesaria para hacer exactamente lo contrario. Respetemos a todos eso si, tengan la mentalidad que tengan. Todos son necesarios».
Cuanta razón hay en tu post, Jose Luís.
Es difícil ser positivo, pero es algo que se practica y acaba convirtiéndose en ‘hábito mental’. No me refiero a ser un ‘optimista fuera de la realidad’, si no de intentar ver el lado positivo de cada cosa.
Y lo que está claro que el pesimismo y el quejarse (de forma reiterativa) no aportan nada.
Ver el lado positivo y la queja constructiva si que puede llevarnos por mejor camino, ¡aunque tampoco te lo asegura al 100% de éxito! 😉
Buenas amigo Xavi.
Y es que es verdad. Todos sabemos que las cosas son difíciles, pero si por poco que sea no intentamos ver algo de luz, la cosa mejor ni intentarla.
Dicee bien que lo positivo no implica el éxito, y aqui me acuerdo de una frase: el pesimista es un optimista informado. No estaré en contra, pero pensando así nada sacaremos adelante.
Un abrazo
Jum ¡¡¡…No se me ocurre un comentario ocurrente y especialmente ingenioso, pero sólo queria comentar que ya llevaba un rato poniéndome de malhumor, al intentar desarrollar un plan de empresa para el proyecto que llevo dándole vueltas desde hace un tiempo y decidí parar un rato. Al leer tu post, se me ha puesto una sonrisa en la cara….así que comparto totalmente la idea. No sé muy bien como es la fórmula para mantener la positividad en el tiempo, pero ¡¡hay que hacerlo!! o al menos, tenerlo presente en los altibajos.
Saludos cordiales,
Buenas amiga y hoy ya me doy por contento si he conseguido sacar a alguien una sonrisa, porque por lo menos es que el post ha funcionado :-), o por lo menos se ha intentado.
Lo cierto es que si pensamos siempre en negativo, eso es lo que obtendremos. Que es dfícil no lo pongo en duda, pero la alternativa no me parece que vaya a ser la adecuada precisamente 🙁
Ponte ahora en marcha y ponte al proyecto ya, que seguro que en menos que canta un gallo lo acabas cuadrando 🙂
Un abrazo
Hola José Luis, Twitter me ha llevado hasta tu artículo. Me gusta esa dosis de humildad que despides, a la vez que tratas de abrir los ojos a muchas personas, que desgraciadamente, su situación no les deja ver más allá. Es cierto, el contexto es duro, pero el ser humano se caracteriza por ser un superviviente. ¡Ánimo! Un saludo.
Gracias amiga, y te aseguro que lo de la humildad es algo que en este blog siempre se ha querido poner como punto básico. Lo cierto en este post es que a fin de cuentas, todos sabemos que la cosa está mal pero eso no quita de que si nos encerramos en esa coraza, pronto no podrmeos salir de eell y eso si que es mala cosa 🙁
Un abrazo amiga y gracias por pasarte
Hola, José Luis
Nada más lejos de lo que tu dices. Obviamente los tiempos son difíciles y seguirán siéndolo. Eso no está en nuestras manos para cambiarlo directamente. Hay muchos elementos en el medio, muchos factores, muchas cosas que escapan de nuestro control.
Sin embargo, lo que sí podemos cambiar es lo que nos rodea, la forma en que hacemos las cosas, la actitud con la que afrontamos el día a día, las decisiones que tomamos.
Siempre he pensado que existen dos tipos de miedo: el que te paraliza y te hiela la sangre, dejándote a merced de aquello que te asusta, y el miedo que te hace correr, gritando, alejándote de aquello que te asusta.
En ambos casos, tienes miedo. Pero en cada uno actúas de manera diferente. Confío en el miedo que te hace correr, buscando cosas que hacer, donde esconderte, como defenderte, protegerte e incluso, si tienes algo de suerte, como vencer a aquello que te atemoriza.
El miedo que te paraliza, simplemente te deja allí, inerte, sin defensas.
Dicen que no hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista, así que continuemos insistiendo en que hay que ponerle buena cara al mal tiempo.
Te dejo un artículo que puede complementar el tuyo.
Abrazos 😀
http://conocealnuevocomprador.blogspot.com/2011/10/vision-y-planificacion-te-estas.html
Yo creo que con el miedo pasa lo mismo qe con la envidia: solo hay uno, no hay envidia sana y malsana, pues no hay miedo paralizante y miedo que te haga huir. Lo que cambian son las personas que lo experimentan, por eso ambos tipos de miedo pueden ser buenos dependiendop de la situación del contexto, del entorno,…
Que la cosa está mal es un hecho, pero eso no es dar miedo eso es ser realista, o un optimista informado 🙂
Lo cierto es que todas las reacciones son acertadas, dependiendo de la experiencia personal de cada uno, ninguna puede ser criticable.
🙂