Hoy toco un tema cuando menos peliagudo y más cuando la situación laboral. Se trata de ver el tema de ‘hecerse emprendedor como alternativa al paro‘. Y se que levantará diversidad de opiniones, pero me gustaría exponer las mias.
Y es que desde que salió la campaña de ‘marras’ en la que se nos quería abducir sobre las bondades de crear nuestra propia empresa y que esto salvaría a este mundo, es un cosa que ya me lleva unos días dando vueltas a la cabeza y de la que ya había hablado anteriormente, pero creo que esta es buena época para recordar.
¿Quién no quiere ser su propio jefe? Y no valen mentirijillas.
Yo diría que todo el mundo lo ha pensado alguna vez, pero por ‘hache o por be’ no se ha decidido a ello y ha preferido la paga a fin de mes como algo seguro a la incertidumbre de la emprendeduría. Los grandes gastos que hay que afrontar al principio y la dificultad de conseguir un préstamo, habrá echado a muchos para atrás. Sobre todo tras ver los precios que tienen muchos alquileres de locales y oficinas. Esto es algo completamente respetable al igual que el hecho de emprender su propio negocio cualquiera de nosotros, llegando no sólo a ser respetable sino también loable en estos tiempos.
Pero por desgracia, durante mi trayectoria profesional me he encontrado con algo no muy placentero muchas veces y creo que desde ese punto de vista me permite sacar unas conclusiones, que repito, he visto y no persigue ser un dogma de fe, sino que es una realidad que he palpado.
1º Emprender en un sentido estricto no es alternativa al paro.
Es decir, cuando una persona que lleva digamos 10 años siendo empleado por cuenta ajena se queda en el paro, tiene 2 alternativas:
a) Buscar otro trabajo por cuenta ajena.
b) Emprender una actividad profesional o empresarial.
Yo he estado cierto tiempo de mi vida profesional gestionando el negocio del segmento de ‘empresas’ en una entidad financiera. Si, de los que daban los préstamos a emprendedores.
He visto muchos y variados proyectos, grandes o pequeños, más y menos técnicos,…, pero sobre todo he visto muchos empezar y morir.
Mis conclusiones después de analizar los diferentes casos, me dicen que quien ha optado por la opción b) forzado por las circunstancias, con un alto grado de probabilidad, en un año a más tardar dos, se vio abocado a cerrar el negocio. Y eso no era el problema grave, sino las deudas que eso le había acarreado, tanto con las entidades financieras como con la seguridad social, Hacienda o incluso con su familia, a la cual en ocasiones le había pedido dinero prestado.
Pero todos (o casi todos) estos emprendedores tenían un perfil muy peculiar: gente que nunca había hecho nada laboralmente hablando fuera de ser trabajador asalariado y se ‘lanzaba’ a la aventura.
Y me dio por analizar a los que sobrevivieron. Muchos de ellos, ya eran profesionales o emprendedores desde hace tiempo que volvieron a embarcarse en otros proyectos, mientras que una pequeña parte era del perfil anterior, pero muy pequeña.
La conclusión a la que llegué era la de que los emprendedores con éxito poseían un perfil personal diferente a los que fracasaron: diferentes formas de pensar, diferentes valores en la vida, diferentes actitudes o formas de ver las cosas. En definitiva, interiormente tenián unos rasgos de personalidad muy diferenciados de los llamémosles ‘emprendedores forzados’.
El ser emprendedor va en los genes. Yo diría que desde joven ya se ve quien vale para ser emprendedor y quien no. Y es tontería el querer convencerse de que puedes serlo si no posees esas actitudes. Ojo, puedes llegar a tener éxito, pero te costará llegar más que el ‘que lo lleva en la sangre’.
Si te analizas y crees que no vales como emprendedor, te rogaria que eligieses la opción a) más que nada porque los quebraderos de cabeza futuros pueden ser muchos.
Un parado que no ‘mame’ ser emprendedor, deberá de seguir buscando un empleo por cuanta ajena.
La alternativa para un trabajador por cuenta ajena que se queda sin trabajo es buscar otro trabajo no emprender.
2º El emprendedor nace y no se hace.
Esta es una duda que todo el mundo se plantea muchas veces y para muchos ámbitos, como por ejemplo el ‘vender’. ¿Un vendedor nace o se hace? ¿Para que están los cursos de ‘técnicas de venta’? Pues para enseñar a vender digo yo.
Pero si pensáis detenidamente y visualizais mentalmente a alguien que consideréis buen vendedor, ¿a qué posee unos rasgos personales propios diferenciados? Locuacidad, facilidad de palabra y conversación, saber preguntar y dialogar,…, cosas que se pueden aprender pero que suelen ser innatas en uno.
Lo mismo pasa con el ser emprendedor. Puedes llegar a aprender a ser un buen ‘emprendedor‘, pero si ya posees cualidades predispuestas a ello, te resultará más fácil. Además, el que nace emprendedor raramente le gusta el tema de ser asalariado con jefe y horario.
3º El emprendedor es un superviviente.
Siempre vive al límite de sus posibilidades, laboralmente hablando, como se suele decir, no vive mes a mes sino que vive día a día. Nunca hay ‘mañana’ porque siempre es ‘hoy’. El presente lo es todo, porque sin presente no hay futuro.
Esta forma de ver las cosas exige de una dureza de caracter y de personalidad que no todo el mundo posee, muchas veces no apta para cardiacos.
Todo emprendedor que se duerme en los laureles, siempre es ‘cogido por el tren’. No hay descanso. Es de los que se alegran con los pequeños triunfos diarios aunque la mayor parte de las veces no tenga tiempos para disfrutarlos.
La incertidumbre de lo que vendrá le acompaña siempre, y no todo el mundo vale para eso, ni lo puede aguantar.
4º El emprender debe de ser sinónimo de aprender.
Por último diré que el emprendedor que triunfa, suele ser aquel que todos los días aprende algo y sabe verlo como algo bueno aunque sea de una circunstancia negativa para su presona.
Con todo esto no quiero desanimar a nadie, no es mi intención, sólo quiero que el emprendedor se haga unas preguntas antes de empezar que considero vitales para su éxito futuro:
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¿Poseo las cualidades típicas de un emprendedor o es que me obligan las circunstancias? Si es lo primero, perfecto, si es lo segundo, ¿actuo bien?
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¿Cuales son mis puntos fuertes y débiles que me pueden llevar a tener éxito o fracaso en la actividad que emprenda? ¿Los puedo potenciar o cambiar?
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¿A qué o hasta dónde puedo, y sobre todo, me debo sacrificar?
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¿Puedo económicamente y mis circunstancias personales permitirme el ser emprendedor? Recordar que España es de los países de la OCDE que más trabas, requisitos fiscales y buocráticos pone para ser emprendedor.
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¿Qué tienen mis competidores que yo no tenga? ¿Qué tengo yo que los demás no tienen?
Habría muchísimas más preguntas que hacerse pero estas son unas pocas y creo que bastante importantes y que según sus respuestas direccionarán basante la decisión a tomar.
No soy nadie para dar consejos, eso os lo aseguro. Lo único que os pediría es que meditáseis muy bien el tema de ser emprendedores, y no verse obligado a ello por las circunstancias, porque el fracaso estará muy cerca.
Debéis vivir ‘el ser emprendedor’ y traspirarlo por los poros de la piel. No vale con decir ‘voy a montar algo’. No, es algo más.
Y recordar, ‘emprender pa ná es tontería’.
Me gusta el Post, y pienso que es realista, pero quizás demasiado duro.
Efectivamente las cifras de fracaso son aterradoras, mucho más de lo que cualquiera pueda imaginar, yo he tenido que leer muchos estudios con las mismas cifras para poderme creer que el fracaso era tan elevado.
Pero también es cierto que muchos de los que triunfan finalmente no sabes por que lo hacen… y el miedo paraliza demasiado.
En cualquier caso es cierto, cualquier decisión empresarial debe ser meditada, aunque hay algunas que si las piensas mucho, nunca las acabas haciendo. :-))
Hola José Luís,
Tocas un tema controvertido una vez más.
Para emprender uno tiene que tener más razones que la necesidad por sobrevivir en épocas complicadas. Debe tener una idea meditada que la sopesa durante un tiempo. Yo también pienso que no todo el mundo vale para ser emprendedor. Se deben tener unas inquietudes y capacidades adecuadas para salir a flote en la aventura de ser tu propio jefe.
Muchas personas se meten sin pensarlo como única salida y acaban peor de lo que comenzaron.
Saludos,
Juan
Pues tiene usted toda la razón del mundo José Luis. Para ser emprendedor y empresario hay que valer y adquirir experiencia y estar dispuesto a estar todo el día en las trincheras. Si no es así, ya has explicado perfectamente lo que pasa.
Un saludo
Buenisimo
Gracias amigo. Y de verdad te digo que sea relamente ajustado a la realidad. 😉
Me gusta el post. Me gustaría darle la vuelta a la tortilla.
Hace poco vi por Madrid las campañas de «Emprendelo» de la Comunidad Madrid. Cuando pregunté a algunos amigos por sus opiniones la gran mayoría me contestaron que «emprender» es una cosa de locos. ¡Vaya respuesta contundente!
Aunque cuando mas que 80% de los trabajos en España pertenecen a los PYMEs algo esta mal.
Yo creo es una cuestión de mejorar la imagen del emprendedor igual como de mejorar la imagen del científico para atraer los mejores. ¿Algunas ideas?
Perdón José Luis. No contesté a tu post.
Para mi ser emprendedor significa que tienes que tener un propósito en la vida mas allá que la de ganar mucho dinero. Da igual que la descubráis en el paro o trabajando.
Tienes que tener una misión en la vida para crear algo único porque realmente esta es la fuente de la gasolina de tu motor como emprendedor.
Saludos
Christopher
Buenas José Luis 🙂
Comparto el primer punto, donde no parece una buena idea lanzarse en un proyecto que requiere cambios de vida sin una clara convicción, sino por obligación.
Pero no estoy de acuerdo con el punto 2, incluso creo que entra en contradicción con el punto 4.
No creo que sea acertado generalizar de esta manera, todos los emprendedores no tienen ni los mismos valores, ni las mismas habilidades, ni los mismos contactos, ni los mismos objetivos, entre otros.
En mi opinión el emprendizaje es una ACTITUD (se acerca más al punto 3 de tu post), y sobre todo requiere de MOTIVACIÓN: al emprendedor le gusta superarse, para ello aprender, entrenar sus habilidades, ser un buen observador y estar atento a lo que ocurre para buscar oportunidades, y trabajar en la buena dirección, cuidando sus valores y relaciones, y adaptándo su estilo de vida. Hoy día ayuda ser proactivo y socializador.
Mi conclusión: que uno sea o no sea emprendedor…, ¡sólo puede decidirlo uno mismo!
Si os interesa el tema del emprendizaje en la Web 2.0, quizás os interese: ¿Preparado para ser Persona 2.0?
Esta es mi humilde opinión, la de un emprendedor por convicción 😉 Salu2!
Buenas amigo Mikel.
Gracias por participar. Tienes razón en el sentido de que los puntos de partida de los emprendedores son muy diversos, pero creo que es innegable que todos poseen un espíritiu especial o por lo menos unas inquietudes que les hace reaccionar si caen para levantarse y seguir adelante.
El emprendedor ‘forzado’ desiste con muchisima mayor facilidad que uno ‘no forzado’.
Cuando te refieres a la idea de aprnedizaje continuo del emprendedor, creo que es el punto máximo de la ‘emprendeduría’ y de que un aventurero acab con éxito o no. En emprendedor no tiene futuro, siempre devbe de actuar en presente y considerar que todos los dias necesita aprender algo. Es fundamental para su propia supervivencia, que en los tiempos que corren es muchísimo.
Ya te comento que no es una generalización total, es sólo un reflejo de una serie de actitudes y formas de actuar de diferentes emprendedores que yo me he encontrado, pero no quiere ser dogma de fe ;-). Gracias a Dios no tiene por que pasar siempre.
Lo imporante es que no se lance nadie al vacio (sin red) 😉
Buenas Virginio.
Gracias por tu opinión. Es muy cierto lo último que dices, si no se da el salto definitivo es dificil triunfar y en buena lógica, la idea de empresa o proyecto siempre tiene un componente de riesgo que debemos de asumir, eso es inevitable.
Lo que me duele, y he visto caso, por desgracia bastante, de llegr a darse el caso de problemas familiares e incluso de separaciones por acciones no muy bien meditadas.
Mi intención, aunque cruda, es la de que la gente se pregunte todo antes de tomar la decisión y no se lance a la desesperada como una alternatia al desempleo, porque puede ser que las consecuencias que acarre esta decisión sean nefastas.
Un abrazo
Muchas gracias Fernando.
Yo creo que es duro y cruel incluso alguna de mis palabras pero que por desgracia se ajustan bastante a la realidad.
He visto en esta vida muchisismas situaciones muy desagradables al respecto y me consta que diariamente pasan bastantes, y muchas podrían haberse evitado si se hubiesen hecho las preguntas correctas antes de lanzarse al ‘ruedo’.
Gracias por la opnión amigo
Buenas amigo Juan.
Me gusta lo que dices de que debe de ser meditada.
Es más estamos en un país que el emprendedor antes de ingresar un ‘duro’ por su actividad mno hace más que pagar impuestos.
En Francia a un emprededor hasta que comienza a generar ingresos no se le obliga a pagar ningún impuestos. Aqui por desgracia es de al revés: ‘paga y luego Dios dirá’.
Por desgracia parece que hay que ser rico para poder ser emprendedor, 😉
Un saludo amigo
Buenas Christopher.
Me das la razón en el sentido de que algo especial tiene que tener el emprendedor, aunque sea un ‘espíritu’ especial.
El problema básico en este país creo yo que está en como le decia a juan. Aquí el emprendedor, por el mero hecho de lanzarse al ruedo tiene que poner el dinero por anticipado y sobre todo excesiva burocracia y pago de impuestos previos a que la actividad funcione.
Ahí creo que radica el problema. O se tiene una corriente de ingressos segura, o en España el emprnder custa mucho dinero y nadie te minora la incognita del éxito del proyecto.
Un abrazo
Gracias a ti amigo Mark por participar.
¡¡Cuanta razón tienes en el tema de los universitarios!!
No hace mucho di una charla en un instituto a alumnos de ciclos formativos y pregunte cuantos querrían montar su negocio. Me levantaron la mitad la mano. Pero al acabar la charla y comentar todo lo que se debían de preguntar para la puesta en marcaha de su proyecto, realicé de nuevo la pregunta, y me levantaron la mano sólo el 10% de los alumnos.
Conclusión algo peligrosa: el 40% (entre la mitad y el 10% con espíritu emprendedor) tiene posibilidades elevadas de fracasar. ¡¡Ojo que no digo que fracasen!! pero por lo de pronto ya se iban a lanzar sin haber sopesado todo.
Un completo autoanálisis es necesario y más en los tiempos que corren.
Un abrazo
Muy bueno, me ha encantado, mucha verdad, sin pelos en la lengua. El emprendedor lo es en todas las facetas de la vida, realmente creo que es un poco «coach» de personas, si es bueno suele ser el qua se lleva a la gente al huerto, en el buen sentido, el que tiene habilidades de lider natural.
Suele ser el que aporta soluciones creativas a un problema doméstico, el que no se achanta con facilidad ante las visicitudes de la vida. Es un buscador de soluciones, no un procreador de problemas.
Felicidades!
Paqui Pedrosa
Muchas gracias amiga Paqui.
Me ha encantado una cosa que has dicho. ‘El emprendedor es emprendedor en todas las facetas de la vida’. Eso demuestra que más que en las aptitudes o conocimientos que se puedan aprender, va más en las actitudes o pensamientos que pueda tener, con lo que se puede extrapolar que un emprendedor nace más que se hace,
Está claro que todo en esta vida se aprende, pero hay personas dotadas para elo y otros que no estándolo pueden llegar a serlo pero a base de muchísimo esfuerzo.
Un abrazo y gracias por participar.
Buenas Jose Luis, excelente post. Tienes razón el emprendedor forzado puede tener suerte y puede consolidar su iniciativa empresarial, pero el emprendedor con mayúsculas personalmente creo nace, no se hace en escuelas de negocio.
Saludos,
Gracias amigo.
Has dado con un punto que si que daría controversia y mucho mas en esta época (y me explico porque) que son las escuelas de negocios.
¿Qué nos quieren vender las Escuelas de Negocios? Que un Master ‘hace emprendedores’. Yo me acuerdo cuando el master era un lujo y ahora se ha convertido en una necesidad y además sin garantías de nada.
Lo de la controversia se refiere a este punto: http://blognomia.com/manda-carallo-lo-que-hay-que-ver-en-esta-vida/
Es una entrada que dentro de su crítica encierra una verdad latente en esta sociedad: ¿que se vende en las escuelas de negocios, las personas o lo que saben? Si es lo primero, mal asunto si se meten a pesonajes como estos que de emprndedores poco tienen. Y si es lo que saben, ¿qué nos pueden aportar?.
Las escuelas de negocios (y ojo que tenemos 4 entres las 20 mejores del mundo) est´n convirtiendo en un ‘vivero’ del llamado ‘networking de calidad’, es decir pagar por crear una red de contactos influyentes.
Pero de ahí a que fomenten la cultura emprendedora va mucha distancia.
Sería bueno saber cuantos alumnos del último master por ejemplo del IE Business School han montado ‘a pelo’ su negocio o bien son directivos en empresas (por cuenta ajena).
Se aprovechan de que anda por la red lo del ‘virus emprendedor’ para captar alumnos.
¡¡Ojo, es mi opinión personal!! Digo yo que habrá de todo y honrosas escepciones.
Un saludo y gracias por participar.
Según mi experiencia para ser un buen emprendedor son condiciones necesarias y suficientes estas 2 premisas:
1) Emprender en algo que te apasione y te guste, y que creas que puedas hacer mejor que nadie siendo mas productivo y con mejores ideas y donde puedas aplicar todo tu knowhow según tu mejor entender.
2) Estar hastiado de trabajar en compañías para terceros. Se demuestra que tampoco hay trabajo seguro en ninguna parte (excepto funcionarios).
En mi caso un buen día me levanté de la cama con la repentina idea que iba a dejar mi trabajo con su buen sueldo fijo que me consumía y mataba lentamente para hacer lo que realmente me gusta, me llena, y hago mejor que nadie. Para hacer lo que haría de gratis. Un escalofrío recorrió mi espalda. Sabía que no iba a fracasar. No creo haber nacido con una vena especial de emprendedor… hasta aquel despertar! No me ha ido mal y soy mas feliz.
Un saludo,
Toni
Buenas noches.
Tema controvertido.
Ser emprendedor en nuestro país es sumamente complicado, y conlleva muchos sacrificios de los cuales muchos de los que, forzadamente o bien por falta de información, se aventuran, no se imaginan hasta que están embarcados.
La situación apremia y fuerza en ocasiones a muchos que, sin ser conscientes, no sabían que tenían ese potencial. Lo que sí es cierto, es que no es un proyecto que, en principio, sea apropiado para gente que no está dispuesta a sacrificar, entre otras, seguridad , certeza y responsabilidad en aras de un potencial beneficio a largo plazo que es incierto, que en presente se traduce en independencia pero también asunción de riesgo de su propia supervivencia.
El gran handicap es que aquí hay que ser casi ricos o proceder de familia X para contar con un aval inicial, o bien embargarse y embargar a famliares (si se dejan) en muchas ocasiones, a diferencia de otros países desarrollados europeos donde el Estado potencia sin idiosincracia la creatividad y la iniciativa de montar tu propio negocio con más facilidades y muchas menos trabas burocráticas.
Yo creo que es cultural, y no es algo que tengamos muy arraigado en todos los sentidos.
Un abrazo.
Está claro que la estadística de mortalidad es fatal, otra cosa sería un análisis profundo de los motivos. Uno de ellos, no el único, es la existencia real o no del virus del emprendedor. Otros motivos, según mi modesta observación, es el desprecio que muchos sienten hacia los aspectos relacionados con la gestión y la organización. Muchos de ellos están enfocados en sacar partido de una determinada habilidad o conocimiento técnico que creen pueden comercializar. Y se olvidan de lo complejo que es competir hoy en día en cualquier mercado. Ser más hábil que la mayoría en algo en concreto no te capacita para ser empresario. Hace falta ser bueno en muchas otras cosas y destacar por encima de lo existente en el mercado cada vez es más duro.
Que conste que uno puede ser emprendedor y no montar jamás una empresa, si lo hace pasará a ser además empresario. Pero hay empresarios muy poco emprendedores y trabajadores por cuenta ajena que no paran de emprender nuevos retos y proyectos.
En cuanto si el paro es o no buen momento, bueno, habrá opiniones para todos los gustos. Creo, ya se ha dicho, puede ser un catalizador, el impulso que te falta y que obliga a decidirte de una vez. Yo mismo me quedé en el paro en mayo del 2005 y desde entonces que he tomado mi propio rumbo como empresario. Y me considero emprendedor desde mucho antes de todo eso.
Como conclusión final, no sé exactamente qué es, pero yo sí creo en el «virus» del empresario, que si te entra ya no te abandona. E insisto de nuevo que no es lo mismo ser emprendedor que empresario.
Un abrazo
Agustí López
Buenas Begoña.
Das con un punto muy importante: tu procedencia social facilita la emprendeduría.
Muchas veces el salto a ser emprendedor depende del colchon que tengas detras por si la cosa sale mal. Salir sin red es muy difícil y más en los tiempos que corren.
Y mucho mas un punto a incluir, y es el hecho de que el entrono de una persona se palpe miembros emprendedores con éxitos anteriores. De familia de emprendedores es más facil sacar a nuevos emprendedores.
El entono social previo es muy importante, con lo que se convierte en una pescadilla que se muerde la cola: no hay emprendedores => no los habrá en el futuro por falta de ejemplos cercanos con éxito. Eso es lo que nos ha pasado ahora, que no hay mucho espejo en el que reflejarse.
Un abrazo
Buenas Agustí.
Me ha gustado la diferenciación de empresndedor y empresario. Es como digo yo, no es lo mismo ser banquero que empleado de banca, 😉
Lo cierto es que algo tienen los emprendedores, no se sabe muy bien el que, que siempre les caracteriza la forma de pensar y actuar. ¿Cómo les vaya luego? influyen muchos factores.
Yo he visto muy buenos emprendedores que se metieron en su actividad en la que eran buenisimos y por ahorrarse 30 euros al mes en un gstor que les llevase las facturas, se metieron ellos a llevarlas y se olvidaron de lo que sabian hacer y acabaron cerrando sus proyectos.
Lo cierto es que todos somos buenos en algo y quere abarcar más de lo que uno domina en el caso de un emprendedor es el inicio del fin.
Lo que está claro que la tentación de ser tu propio jefe atrae mucho y lleva a veces si no se medita la forma de serlo a muertes rependinas, profesionalmente hablando.
Un saludo amigo
Buenas Toni.
Muy acertados los dos puntos, y me ha encantado de ver que has ‘oido la llamada emprendedora’ y sobre todo de que te ha ido bien.
Introduces un dato interesantísimo, el ‘knowhow’.
Yo creo que hay emprendedores en potencia que no saben realmente concretar su konwhow y sólo necsitan de alguien que les de el empujon y se lo haga ver para que salten.
Esos si, tienen una propensión a ello innata. Algo especial envuelve al emprendedor, llámale astío, antirutina, aventura,…, lo que sea, pero es algo que los convierte en diferentes.
Un emprenddor forzado puede tener éxito, pero necesitará más esfuerzo que uno no forzado. Eso es un hecho. Y más se nota cuando las cosas vienen mal dadas: el primero desisite mientras que el segundo, insiste.
Un saludo y gracias por participar.
Buenas tardes, José Luis:
No creo que seas duro. Simplemente das un toque de atención. Si leer ésto hecha para atrás a alguien, es que lo de emprendedor le viene grande, con todos mis respetos.
Yo me he planteado ser emprendedor, y no cuajó por muy poco, pero decidí que no era el momento y había que reposar varios factores.
Creo que para los que se inician en la aventura, les vendría muy bien dedicar unos meses a moverse en busca de «patrocinadores» que le ayuden a crear un colchón para los batacazos que, sin duda, se pega uno al comienzo.
Pero una cosa está clara, la vida es corta y hay que arriesgar… pero teniendo en cuenta que un puesto de «chucherías» ya hay muchos y buenos 😉
Un saludo!
Buenas amigo Jesus.
Mi intención no era ser duro en el sentido de desanimar a nadie, nada mas lejos de mi intención, pero si poner énfasis en que la prevención siempre evita males mayores.
Los tiempos de salir sin red por desgracia ya no nos los podemos permitir,, con lo cual todas las medidas de precaución son pocas.
Todo surgió por una reflexión el otro dia con una amiga que emprnedió y le salio mal. La broma supuso casi 25.000 euros de pérdida en 11 meses, y cuando fui a echarle una mano me dijo:’ojala me hubieses dicho las cosas como eran antes de empezar’.
Ojala tambien a mi me hubiese gustado que alguien en muchas ocasiones me hubiese abierto los ojos, no convencerme, pero si que me depertase.
Un saludo amigo
Cierto lo último que dices amigo, pero algo se lleva dentro que sin duda hace sarli al ‘emprendedor’ en caso de que uno lo posea, que no creo que sea mi caso, 😉
Me ha gustado muchisimo este post. Precisamente porque devela algunas cosas que muchas personas (quizas con el animo de lucro o con buenas intenciones) no muestran: que emprender no es tarea facil y que no esta al alcance de todos.
Un ejemplo que se me ocurre para calzar esta realidad son las personas que ganan la loteria pero terminan suicidandose porque contraen mas deudas que al inicio ya que no saben manejar su dinero.
Un saludo y debo decirte que me encantan los titulos con los cuales inicias los posts.
Buenas amiga.
Y gracias por tus palabras. Como digo yo y ya te comente antes, lo mio es el coaching de guerrillas, que ayude e el dia a dia. Lo del coach directivo o ejecutivo lo suelo dejar para otros profesionales ;-).
Ciertamente esta entrada tiene como objeto el que la gente reflexione antes de verse obligada realizar algo para lo que no está preparado y por lo tanto evitar futuros disgustos.
Un saludo
Me encanta tu artículo, José Luis. Además tu blog es muy interesante.
¿Cuántas veces me habré planteado yo todos los puntos que enumeras? La verdad es que llevo un año como formadora autónoma y estoy muy contenta. No se puede decir que haya montado una empresa en el sentido tradicional pero sí soy autónoma, que no es poco.
Gracias por tu artículo.
Un saludo,
NOA.
Muchas gracias amiga.
Me alegro de que te incorpores a este blog que será tu casa para cuando lo necesites.
Cierto que todo el que comienza su andadura en solitario debe de hacerse estas y más preguntas.
Pero me alegra ver que las cosas te van bien y eso es que has hecho una buena autoreflexión.
Me voy a echarle un ojo a tu blog.
Un beso