Motivación. Gran palabra anhelada por empleador y por trabajador. El primero porque con una buena motivación conseguiría que su organización consiguiese un funcionamiento ideal, mientras que el segundo, vería su trabajo como una autorealización profesional que redundaría en una buena vida personal.
Entonces, ¿por qué es tán difícil saber lo que motiva a un empleado y, en caso de saberlo, no hacer nada para que este se sienta a gusto?
Mi teoría es que la motivación para un empleado está a la vista, pero parte está en el subconsciente, con lo cual aunque diga a su superior cuales son sus motivaciones, estas no son del todo ciertas. Mientras que creo que para el empleador la idea de que un empleado esté completamente motivado, le hace creer una pérdida de tensión en lo que el trabajador debe de hacer derivará en una pérdida de autoridad y por lo tanto en detrimento de la empresa: mientras el empleado tenga algún deseo, le mantendrá despierto y vivo.
Ambas cosas coninciden y hacen que los empleados estén desmotivados y los empleadores se quejen de falta de compromiso.
La siguiente infografía facilita una visión de la motivación laboral.
Y es que nos resulta interesante en concepto de motivación y el de productividad.
Siempre se cree que el dinero es factor esencial para tener motivada a la plantilla, y eso no es real según el estudio. Lo que si aumenta es la productividad de la plantilla pero eso no implica que necesariamente mejore la motivación. Lo que realmente ocurres es que mejora la eficiencia en lo que hace por una recompensa económica.
Pero si hablamos en términos de motivación, un 55% indican que no es lo económico lo que les motiva, un 33% que ayudan pero que no son decisivas, frente a un 8% de los empleados que si que creen que es la motivación fundamental.
Cosas como futuro estable, buen proyecto de futuro, conciliación vida profesional y personal, reconocimiento de méritos,…, son factores que pasan delante de los económicos.
Por eso nos gusta mucho la última parte de la infografía en la que los ‘jefes’ pueden ver formas de motivar a sus empleados in haber términos económicos por en medio.
En definitiva, se cumple mi idea incial de que aparte de lo que el empleado dice, hay factores subjetivos (y no el dinero) que hacen que un empleado se motiva má o no. El dinero estimula la productividad y por lo tanto puede motivar, pero ¿hasta cuando? Hasta cuando el empleado vuelva a considerar que lo que produce está mal remunerado. Muy probablemente un empleado preferiía otra forma de remuneración que no fuera monetaria y que si le motivase.
Esa es la labor de los jefes y los departamentos de RRHH de las organizaciones, el saber lo que motiva a sus miembros.
Una de las herramientas que más pueden ayudar a conocer las verdaderas motivaciones del individuo es la Grafología. No sólo se puede conocer lo que el trabajador cree que le motiva (a veces ni el propio individuo conoce el motor que le mueve), también se puede saber las motivaciones inconscientes que realmente le hacer ir hacia sus objetivos.
megafonoalgeciras.blogspot.com/2011/03/grafologia-sistema-de-seleccion.html
Un saludo
Cierto amiga Isabel, además es un sistema que no suele engañar 🙂
Gracias por participar y por tu aportación 🙂
Para motivar a un trabajador, debemos, en primer lugar, conocerlo bien y tener en cuenta el momento o la situación que se esté dando y, en base a ello, determinar la técnica o forma de motivación más indicada para usarla en él.
Vierto y ahi está el fallo de muchos departamentos de RRHH, ya que para nada les interesa el saber lo que relamente motiva a sus miembros 🙁
Muy interesante José Luis.
La motivación es ese misterio sin resolver, la caja en donde se encuentran las respuestas a casi todas las preguntas que se hacen los que estudian y trabajan la gestión de personas en las organizaciones.
Es curioso, si nos atenemos a los datos que aportas, cómo estos dos estamentos de la empresa, empleados y empleadores, no se conocen de verdad. Y lo poco que se hace en la práctica para acercar posturas, oye.
Saludos! 🙂
Buenas amigo Nacho.
Das en el clavo. Nadie sabe lo que realmente le motiva, y además resulta tan cambiante que lo que hoy motiva puede que mañana no. Lo que si tengo claro es que empleador y empleado son las dos caras de la misma moneda pero que no se acaban de poner de acuerdo y no se dan cuenta que el uno sin el otro poco pueden hacer en solitario.
Un saludo amigo
Totalmente de acuerdo en lo que respecta a que ni siquiera las personas en muchas ocasiones sabe lo que les puede motivar o no.
Pienso que una de las claves puede estar en que el empresario en este caso, debe saber transmitir a su empleado/equipo/etc. y hacerlo partícipe de ciertas decisiones tomadas que les puedan afectar en su parcela. Es decir, en su cierta medida, explicar el POR QUÉ y el PARA QUÉ. Esa persona se va a sentir probablemente valorada y como consecuencia motivada.
Cierto amigo Fernando, una de las cosas que más valora alguien en su trabajo es que su opinión sea tenida en cuenta. De hecho es una forma de involucrarse en el buen fin del equipo, en este caso, la empresa. Y ese si que es cometido del jefe no del empleado. El saber crear equipo, con todo lo que implica, es vital y más en estos momentos tan complejos 🙂
Un saludo
Muy buen aporte. Motivar a los empleados es fundamental. Hay que tener en cuenta que un empleado motivado trabaja mejor y en consecuencia incrementa su productividad.