Para muchos propietarios de pequeñas empresas, la competencia es sólo eso: otra empresa o persona que amenaza con quitarles cuota de mercado. Pero supongamos por un momento, que sus competidores no fueran el enemigo. ¿Qué pasaría si fueran, en cambio, posibles socios?
Al comienzo de mi empresa de marketing oí a otra consultora de marketing hablar en un evento de networking. Mi reacción inmediata fue el pánico. ¡Se va a quedar con todas las empresas de la sala! ¿Cómo puedo competir con ella?
Durante meses hacía una mueca al pensar en ella. Entonces mi esposo cambió mi forma de pensar. Él me animó a contactar con ella para un encuentro privado. Podría conseguir consejos para el crecimiento de mi negocio. Sería bueno tragarme el orgullo.
Y así, a regañadientes, lo hice. Mirando hacia atrás, creo que probablemente se sintió halagada de que una novata quisiera su opinión sobre cómo gestionar una empresa de marketing. Me gustaría estar ahora. En cualquier caso, ella me dio un buen consejo… y algunos negocios.
Me dio proyectos para los que ella no tenía tiempo. Poco a poco me introdujo en el proyecto de un cliente que al final me dio a mí. En aquel entonces, fue mi mayor cliente.
Simplemente cambiando mi forma de pensar sobre cómo esta mujer terminaría con el mercado terminé aprendiendo mucho de ella y haciendo crecer mi negocio.
Cambia tu perspectiva, ¿no?
Te invito a pensar en otras personas que trabajen en tu campo. Tal vez has envidiado sus listas de clientes, o te preguntabas cómo manejan ciertas tareas. Sé valiente y pregunta. Queda a comer y pide consejo. Que quede claro que no pretendes robar sus secretos comerciales, sólo quieres aprender de otro profesional de tu sector.
Ahora, toma todo lo que dije antes sobre conseguir negocio de un competidor como un grano de sal. Es cierto que no puedes llegar y pedir que compartan sus negocios contigo, pero a medida que vuestra relación crezca y conozcáis los puntos fuertes y débiles de cada uno, puede haber sitio para colaborar. Yo trabajo con empresas que fallan en la escritura, mientras que subcontrato las relaciones públicas. Hacer esto te ayuda a ofrecer más servicios sin tener que asumir el trabajo que no te gusta hacer.
¿Cómo convertir a tus enemigos en amigos?
Probablemente tengas algunas compañías en mente a las que te gustaría llegar, pero si no, aquí hay algunos consejos para construir nuevas relaciones:
- Búsqueda online. Si trabajas virtualmente, no tienes por qué limitarte a los competidores locales.
- Síguelos en Twitter y Facebook.
- Presta atención a lo que están hablando y participa en la conversación, en las redes sociales.
- Lee sus blogs. Esto, por sí mismo, puede ayudarte con tu propio negocio.
- Acércate con un breve e-mail introduciéndote a ti mismo y a tu empresa. Felicítales por el trabajo que han hecho. Si son locales, invítales a comer. Si no, pregúntales si tienen media hora para chatear.
Lo peor que puede pasar es que digan que no. De todas formas tampoco querrías aprender de ese tipo de personas. Pero en el mejor de los casos, obtendrás ideas sobre cómo expandir tu negocio y podrías encontrar nuevas fuentes de ingresos.
Visto en: Open Forum