Hoy me hago una pequeña reflexión sobre la brevedad del éxito.
Toda la vida perseguimos alcanzar ciertas metas u objetivos que hemos calificado como el éxito (personal o profesional) y por eso luchamos diariamente, por conseguir aquellos 15 minutos de gloria en los cuales somos ‘famosos’, o sea, el reflejo del éxito cara a nuestro entorno.
Mi reflexión va en la dirección de que si alguien no alcanza sus 15 minutos de gloria ¿no ha sido exitoso o famoso?
Siempre me ha gustado la frase: ‘El éxito es un gran desodorante. Te quita todos los malos olores de tu pasado’.
Mucha gente es la que asocia la idea de fama con el concepto de éxito, personificado en reconocimiento de tu persona y de tu trabajo, cuando me consta que el éxito para mucha gente, y sobre todo dentro de algunas organizaciones, es el de pasar desapercibido lo que demuestra su éxito.
El concepto de éxito es un contenido subjetivo. Habrá por ejemplo quien en social media considere tener 50 seguidores como un éxito, mientras quien habrá quien considere que son necesarios 5.000 para que este se produzca (por ejemplo).
¿Entonces por qué esa obsesión por el éxito que envuelve a mucha gente?
La búsqueda desaforada del ‘éxito’ sólo acaba consiguiendo ansiedad y estrés en las personas. ¿No será mejor tener un comportamiento adecuado conforme a las creencias y actitudes de cada uno y que este acabe imponiéndose como forma de vida y clave de nuestro éxito?
Muchos creen que si, pero otros, sin los famosos 15 minutos de gloria no ven posible el éxito.
Para estos últimos os dejo una frase para que reflexionéis:
La derrota tiene algo positivo, nunca es definitiva. En cambio la victoria tiene algo negativo, jamás es definitiva.
Desde mi punto de vista, el mayor éxito que puede alcanzar una persona es sentirse a gusto con uno mismo.
Gracias por tus reflexiones José Luis.
Feliz Año.
Patricia
Buenas amiga Patricia.
Lo mismo creo yo. Lo que ocurre es que la sociedad se ha convertido en un ‘ensalzamiento’ del éxito por encima de todas las cosas, con lo cual este se busca con locura, cuando realmente el éxito más que exterior es interior, el sentirse a gusto como es uno y con lo que hace .
Felece Fiestas amiga y un fuerte abrazo.
El éxito es la etiqueta que le pones a tu satisfacción personal, al sentimiento de realización. Y es tan subjetivo e intransferible como el sentido que cada uno le da a la felicidad.
🙂
Como siempre, maestro, gracias por esta reflexión.
¡Y feliz año!
Buenas amigo, y nada de maestro jejeje.
Lo que nos ocurre creo yo, que hemos traspasado el concepto del éxito a los ‘ojos’ de los demás. Es decir, seremos exitosos si los demás asi lo creen cuando ese es el grave error de la sociedad actual. El éxito lo debemos de medir nosotros mismos y no que nos midan.
Un abrazo y felices Fiestas amgo.
El éxito como herramienta o nexo social, depende mucho del tamaño e importancia del grupo al que va dirigido. Uno puede tener éxito en el ámbito familiar o el grupo de amigos y sentirse con ello realizado; mientras otro acumula frustración por no triunfar a niveles más altos.
Todo es relativo y cuestión de ego o de marcarse objetivos alcanzables.
¡Enhorabuena por el post y feliz año!
Un saludo.
Gracias amigo Eduardo e igualmente Felices Fiestas y año.
Das en el clavo en una cosa: ‘la relatividad’ Si nosotros marcamos nuestras metas, que si se alcanzan o no marcna el que tengamos o no éxito, ¿por qué luego debemos de esperar que sean terceras personas las que nos reconozcan el éxito? Hemos dejado nuestras funciones de saber si somos exitosos o no en manos ajenas, y asi nos ha ido y si no cambiamos así nos irá.
Un abrazo
La visión que más me gusta: «La felicidad es querer lo que tienes. El éxito es tener lo que quieres». Lo complicado es encontrar el equilibrio… 😉
Jajaja Gran verdad amigo.
El equilibrio es fundamental en todo en esta vida, ya que si conseguimos lo que queremos, seguro que al instante siguiente queremos mas.
Somos humanos!!! y eso nos hace desequilibrados por naturaleza 🙂
Felices Fiestas amigo