Me he acordado hoy de un texto que lei en algún sitio y que me resutló altamente gratificante y sobre todo me acuerdo que la primera vez que lo lei note una carga de positividad y de posterior alivio, que es buena para los tiempos complicados que estamos viviendo.
Si me acuerdo bien decía así:
Todos tenemos días muy difíciles: unos están llenos de cansancio, otros de problemas, otros de tristezas.
Pero así como esta realidad debe ser, aceptemos una cosa…que tal vez nos servirá de consuelo… Mañana será otro día.
Cuántas veces nuestro panorama se ve triste, desalentador y agobiante, y súbitamente algo pasa y encontramos solución a nuestros problemas y algo que parecía no tener solución, se resuelve fácilmente.
El tiempo cierra heridas y suaviza resentimientos.
Cuando nos sintamos agobiados por los problemas, el cansancio o el dolor, digamos con firmeza:
Mañana será otro día, y tengamos la seguridad que ¡ese día será mejor!
Frecuentemente he hablado de la motivación (dentro y fuera del liderazgo) y de la automotivación. Creo que estas palabras son perfectas para ubicar esta segunda área, la automotivación.
Muchas veces de noche ves un problema sin solución, y a la mañana siguiente ya no es lo mismo. El problema es el mismo, no ha cambiado durante la noche, pero la aptitud con la que te enfrentas a él ya no es la misma. Se positivo, proactivo y piensa siempre en «que peor no puedes estar». Es la mejor forma de intentar salir del agujero donde te crees que estás.
Acuérdate que la motivación empieza por uno mismo. Si tu no eres capaz de automotivarte, nadie lo hará por ti.
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