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Hoy quiero tocar un tema de los controvertidos y que siempre ha dado juego dentro del mundo de Internet. No se si siempre, pero desde el ‘boom’ de la social media es algo que siempre está a la orden del día.
Ya es un tema del que he hablado alguna vez pero que siempre es conveniente recordar y además hoy es distinto porque voy a romper una lanza en favor de cierto tipo de gurús.
Hasta el día de hoy, que alguien me corrija si no llevo razón, no conozco unos estudios para llegar a ser ‘gurú‘.
Wikipedia: En el marco del hinduismo, gurú significa ‘maestro espiritual’. El maestro espiritual era considerado una persona importante que mostraba el sendero del yoga, enseñaba las técnicas de meditación, y a quien se le pedían consejos.
Se refiere al término maestro porque se supone que posee discípulos, ya que si no tuviese ninguno, como lo de que ‘gurú’ quedaría un poco raro.
En el mundo 2.0 pasa lo mismo. Aquí quien la tiene más gorda, la lista de seguidores quiero decir, es el mayor gurú del mundo mundial.
Y es que el término gurú desde mi punto de vista depende de tres cosas. A saber:
- Número de adeptos, seguidores, estudiantes, followers o llamarlos como os de la gana.
- Comunicación del gurú con sus adeptos.
- Forma de ser del gurú.
Estas tres cosas son las que conforman según mi idea de lo que entiendo por este término y no le llamo ‘guruzuela’ o ‘gurucillo’.
Primer punto. Si una persona lleva 10 años o más en esto de Internet, por pura lógica debe de tener muchos seguidores y probablemente su opinión sea tenida en cuenta, pero por pura lógica, ya que ha visto evolucionar la Red más que cualquier principiante en esto. ¿Qué culpa tiene el Sr. ‘X’ de tener 25.000 seguidores o 10.000 visitas al día en su blog? ¿Alguien duda de que su intención inicial de hace años de compartir conocimiento ha cambiado? Puede ser que si o puede ser que no. Pero el hecho de tener 25.000 o más seguidores más que en un gurú lo convierte en una figura conocida en la Red. El tener ese número de seguidores no implica ser gurú, ya que etimológicamente de ser conocido a ser ‘maestro espiritual’ hay un gran trecho.
Segundo punto. Cuando se tiene 100 seguidores, como que puedes interactuar con ellos con mayor asiduidad. Ahora bien, cuando te siguen 25.000, por pura lógica, la comunicación tiene que ser menor, pero es una cuestión de tiempo, o mejor dicho de falta de tiempo.
Tercer punto. Cuando el gurú no cambia de forma de ser ni de actuar ni de interactuar de cuando tenía 100 seguidores a cuando tiene 25.000, se puede decir que el ‘gurusismo’ no se le ha subido a la cabeza. Ahora bien, cuando pasa de compartir conocimiento a decir lo que come, que series de televisión ve o compertir chorradas similares, la cosa empieza a tomar derroteros de ‘friki-gurú’.
Conclusión un internauta con 50 seguidores, raramente será un gurú. Aquel que desconecta de sus seguidores y se lanza al mundo del monólogo frente al diálogo, tampoco. Y aquel que se cree que por tener seguidores, soltando tres chorradas o gilipolleces la gente le aplaude con las orejas, pues como que lo de gurú tampoco le pega mucho.
A los gurús los crean sus seguidores, no se autoproclaman ellos mismos.
Y yo, que no llevo mucho tiempo en esto del mundo 2.0, puedo decir que he visto de todo en la ‘viña del señor’: gente que sigue su trayectoria desde que empezó, que es algo que me encanta y en la medida que puede sigue interactuando como puede. Y gente que se cree ‘semidioses’ porque ha pasado de ser un don nadie ‘dospuntoceramente’ hablando a ser una personaje con un número decente de seguidores.
Son estos últimos los que son dignos de crítica, pero ojo, depende mucho de quien la haga.
Últimamente he visto la moda de llegar, pasar por aqui, por esto del 2.0, abrir un blog, y ponerse a dar palos a los gurús. ¿Qué pasa, es la moda? ¿Qué crees, qué por dar caña a un guru o pseudogurú, tu vas a conseguir más seguidores y convertirte en otro gurú?
Y es algo que me sorprende, cualquiera abre un blog o una cuenta Twitter y se siente gurú para ‘dar caña’ a cuaquiera, en donde quiera y como quiera sin haber mediado interactuación entre ambos y ni tan siquiera conocer la trayectoria previa de la gente.
Yo conozco casos de gente, que es muy criticada dicho sea de paso en este mundo, que desde que yo he entrado y repito que son sólo 3 años, siempre se han portado igual, sean gurús o no gurús. Su reconocimiento en las redes no les ha hecho cambiar. Pero también conozco el caso de gente justamente lo contrario, que eran ‘nadie o menos’ y que de la noche a la mañana son alguien en el mundo 2.0 y se creen que se han convertido en ídolos de masas.
Eso es lo criticable desde mi punto de vista, la transformación en ‘giligurús‘ de ciertos personajes que todos más o menos conocemos, pero no el criticar a otros, que también sabemos de sobra quienes son, que siempre se han comportado igual, son asi y la fama no los ha transformado.
Yo conozco ambas situaciones y en una se denota falta de personalidad y en otra justamente lo contrario. Creo que a un gurú de una guruzuela lo marca su forma de ser y de actuar y no el número de seguidores que posea, pero esa es una opinión propia que yo tengo y puede que no compartáis.
Cierto es que planteas un interesante debate que lleva un par de semanas muy candente, tanto en los blogs como en Twitter.
Estoy de acuerdo contigo en gran parte del contenido de tu post. Aunque realmente la conclusión a la que yo he llegado es que cada uno sigue a quien quiere y eso no te da derecho a exigir respuestas por parte de esos gurús o no.
Pero personalmente pienso que hay mucho que va de guru poresto mundos del 2.0 y luego no predican con el ejemplo y mandan a la mierda de una patada el feed-back, la retroalimentación, el patio del pajarito y de camino todas las macetas!
Dejo unos cuantos enlaces, que me parecen interesantes y que van muy al hilo de este post!
http://comunicacionsellamaeljuego.com/twitter-de-nina-a-mujer/
http://www.elpais.com/articulo/portada/Twitterrevolucion/elpepusoceps/20110313elpepspor_8/Tes
http://susovelo.wordpress.com/2011/03/08/hola-soy-guru-y-sigo-a-100-en-twitter/
http://elmariscalbocanegra.wordpress.com/2011/03/17/twitter-cinco-anos-gran-crecimiento/
Un saludo!
Buenas amigo y gracias por la recopilación de los links.
Lo cierto es que es como las sectas, sin adeptos o acólitos no hay cabecillas de sectas. Pues con esto de los gurús pasa algo parecido. El seguir a alaguien no quiere decir que lo consideres gurús, pero muchos seguidores alimentan el aura de los que si se lo creen.
Lo que hay que tener en cuenta es que por seguir a alguien, no se le puede exigir correspondencia ni interactuación de ningún tipo. Lo sigues porque quieres, pero porque no interactue como tu quieres no quiere decir que ese gurú esté por encima del bien y del mal. Sencillamente es que es asi.
Si no te gusta como se comporta el ‘gurú’, con dejar de seguirlo andando 🙂
Un abrazo
Pues sí, José Luis, tienes toda la razón. Realmente esa autoproclamación rara vez corresponde con la realidad y para que así fuera, deberían cumplirse las tres premisas de las que hablas.
De todos modos, los consejos son gratuitos y «de libre distribución», por lo que todo el mundo tiene el derecho a acercarse a la postura que le convenga para sentirse digno de darlos, así que para diferenciar a los «gurús de pega» de los que no lo son, quizás sólamente haga falta apelar al sentido común de cada uno. Como bien decías, son los propios seguidores quienes otorgan ese status a aquellos que lo merecen.
Buenas amigo Javier y gracias por participar.
Si es que al final esto me recuerda a la película ‘La vida de Brian’, que me imagino habrás visto. brian que no era el ‘mesías’ y sus adeptos que si.
Pues esto es parecido. Sin adeptos no hay gurús.
Lo que realmente pasa es que muchos de los reconocidos como ‘gurús’, ni siquiera quieren serlo, solo quieren compartir y aprender. Muchas veces el ‘aura’ creada es por las ‘leyendas urbanas 2.0’.
Realmente cuando sigues a alguien es porque lo que dice te interesa, para aprender, para debatir, .., para lo que sea. Y si sigues a alguien para esperar su correspondencia pues como que la cosa ya empieza mal.
Un abrazo
Pues que quieres que te diga… Que tienes razón y estoy totalmente de acuerdo con lo que expones, con tu análisis. Los peores los que te cuentan qué están cenando o que serie están viendo, si. Si que yo esté de acuerdo en lo que dices te convierte en gurú, tendrás que vivir con ello, jejejje
Un saludo.
Jajaja, que bueno amigo Gabriel.
Esto de los ‘gurús’ roza alguna vez el ‘Gran Hermano’ ya. Son situaciones subrealistas. Lo de creerse que lo que uno coma, vea o similares ‘chorradillas’ puede ser útil al mundo, es algo que a mi humilde modo de ver, roza lo friki, …, bueno no lo roza, entra de lleno y de cabeza.
Pero cada cual es libre de poner lo que quiera y de que lo siga quien quiera, y eso si que es lo que me encanta del mundo 2.0, que da la pción a ‘desseguir’ a alguien si te ha defraudado.
un abrazo
En todo de acuerdo… salvo en lo de autoproclamarse.
Creo que sí que lo hacen cuando, sin ningún tipo de legitimidad, «representan» a los internautas en las reuniones con el Ministerio o Alex de la Iglesia. ¿Acaso, la antigüedad en las redes sociales les concede algún tipo de representatividad de la comunidad 2.0?
Buenas Javier.
Visto tu enfoque te doy la razón, pero como me gusta polemizar más, 🙂 , ¿quién tiene culpa de la autoproclamacíon? ¿Ellos mismos, sus adeptos que ls han encmbrado a sesas posiciones o sus interlocutores que les van cuartelillo?
Habrá de todo un poco, 🙂
Un abrazo
Hola José Luis,
Tú hace 3 años que estás en esto del 2.0; yo sólo 3 meses y no del todo y al principio del principio, cuando me conectaba a Twitter, como estaba aprendiendo, leía muchos tweets y blogs y tenía la sensación de entrar en otro mundo; un mundo con mucho color rosa, donde todo el mundo es bueno y feliz y quiere que tu lo seas,(o lo parece) donde todo son buenos consejos. Que si este es mi tweet 2000… que venga! a ver si llego a los 3000 followers…que los gurús «pa quí» y los «gurús pa allá…». Que alucine! y es que Twitter es una puerta de entrada a un sinfín de universos.
Y ahora leo tu post y me he acordado de estos principios míos y me ha entrado la risa.
Ahora que ya estoy un poquito más en el ajo, lo que tengo claro es que se ha de seguir a aquel que dice cosas que a (uno) le parecen interesantes por el motivo que sea, independientemente de si es o no es, o de si se considera o no, un «gurú». El tiempo todo lo pone en su sitio y la opción «desseguir» ahí está para utilizarla con libertad igual que la de «seguir».
Hoy en lugar de un saludo, un abrazo; por ser claro y no andarte con rodeos, como siempre.
Me parece que, como en la vida, cada quien tiene su color. A diferencia de otros medios de comunicación, en Internet yo «escojo» entre un casi-infinito abanico de posibilidades en cuanto a contenido. Aquello que no deseo consumir, lo dejo de lado. Sin más.
Que hay personas que sólo desean ser escuchadas y no «pierden» el tiempo en escuchar. Sí. Pero de esas personas cojo lo que me interesa, un contenido que para mí es útil en un momento concreto y hasta más ver. Por lo general escojo aquellos que, además, quieren y gustan de conversar. Aunque sea puntualmente, dos frases hoy y otras dos dentro de dos meses. Pero siempre hay una retroalimentación.
Yo también quiero ser escuchado. Porque me apasiona escribir, porque me apasiona comunicar, porque me apasiona conversar. No escribo como si redactara un diario secreto, escribo para que muchos me lean, si puede ser me comenten, me aporten. Y siempre que puedo intento responder, dar una voz de «oye, te oí, te tengo presente», aunque no siempre es posible.
Desde luego no es un tema simple de tratar pero fácil de «solucionar», lo único que hay que hacer es prestar atención a lo que verdaderamente quieres atender y obviar el resto. Punto.
Un abrazo y encantado de leer tu artículo y el de El Mosquitero, desde donde llego.
Buenas amiga Lluisa.
Yo siempre lo he dicho: el mundo 2.0 sólo es un reflejo de lo que realmente eres en el 1.0 y todo el mundo está en el 2.0 con un objetivo, aprender, compartir, …, o convertirse en gurú,… vete tu a saber.
Lo que si debe de ser uno es coherente con su objetivo inicial. Los calificativos que te ponga la gente son eso, meramente calificativos que van y vienene.
Como me gusta decir a mi: me gustaría que se me recordase por ‘como’ fui y no por lo ‘que’ fui. 🙂
Un besazo
Muy buenas amigo Angel.
Tu tienes el objetivo bien claro en el mundo 2.0 que es el de compartir y obtener una mejora mutua mediante la interactuación. Y eso es el mejor ‘bien’ que nos ha traido el 2.0, la libertad de poder optar que quiero y que no quiero.
De hecho es lo que me encanta del mundo 2.0, el infinito abanico de opciones que da y la posibilidad de enmendar un error inicial.
Lo que si es cierto, y no lo voy a negar, es que esto del 2.0 también hace que todos querramos tener nuestros 15 minutos de gloria famosos. Lo que ocurre es que muchos quieren trasaladar esos 15 minutos a 15 años de forma rápida y al final pasa lo que pasa, que la cosa acaba estresando.
Lo que hay que hacer es pensar como quieres ser en las redes sociales y actuar consecuentemente y sobre todo saber que a arriba se llega enseguida, pero la caida es irremediable.
Un abrazo amigo y gracias por pasarte
🙂
Hola José Luis:
Yo creo que cada uno puede decir lo que quiera, como quiera y cuando quiera. Y en eso coincido con Angel. Uno sabe a quien sigue y porqué lo sigue. Lo demás pueden ser estadísticas o información adicional como ocurre en el 1.0. A mi esto de los gurus ya me pilla mayor y/o se me escapa o a lo mejor es que todavia no le he pillado el punto a esto y lo utilizo mal según los gurús.
M ha gustado mucho
Un abrazo amigo
Buenas Fernando.
Es que los que somos de otra ‘generation’ por decirlo suave, como que lo de los ‘gurús’ nos lo suele traer al pairo, como se diría vulgarmente.
Lo que siempre me ha gustado de este mundo dospuntoceril es la libertad para segir o no y dejar de seguri a gente sin ataduras, ‘como en los móviles, ‘sin permanencia’ 🙂
Y eso es algo que no hay gurú que te lo impida hacer.
Un saludo amigo y buen inicio de semana 🙂
Hola José Luís,
Me ha gustado mucho tu post. Estoy de acuerdo en mucho de lo que dices. Y también estoy totalemente de acuerdo con todos vosotros en que cada uno puede hacer lo que quiera. Por eso, podemos elegir lo que nos parece contenido de calidad o no.
A mí lo que me parece un poco incoherente es que haya algunos que vendan y nos enseñen que tipo de comunicación tienes que seguir dentro de las redes y luego, en cierta manera, ellos no la sigan. Es interesante lo que apuntabas de que cada uno que engorde en lo que quiera 🙂 A algunos, por ejemplo, no les importa comer todo lo que pueden en Facebook y sin embargo en twitter se piensan dos veces si les vienes bien en su dieta 🙂
Un abrazo y enhorabuena por tu post que está genial.
Buenas amigo Suso y gracias por pasarte.
Si a fin de cuentas somos nosotros los que subimos y bajamos de pedestales a los gurus. Eso es lo grande del mundo 2.0. Todo está en nuestra mano y lo mejor de todo, que siempre podemos dar maracha atrás.
Lo de las diferentes redes es curioso. Cierto es que cada uno tiene preferencias sobre una u otra y por lo tanto se ‘abre’ más en una o en otra, pero de ahi a mostrar incoherencia en la forma de actuar, ya es de preocupar 🙂 y si que hay personajes que actuan de esa forma.
Lo cierto en esta vida y que nunca suele engañar es que predicar con el ejemplo y no ponerlo en práctica solo te conduce a un camino , tarde o temprano eso llega 🙂
Un abrazo
Buenas noches José Luis:
Veo yo un pequeño problema a esta moda de «gurudizarse» a toda costa y que tu ya has apuntado certeramente y es que se pierde la comunicación y el intercambio con los seguidores.
Si no hay flujo en las dos direcciones el tema no se enriquece y la verdad es que para leer parrafadas de gente endiosada, ya tenemos otros medios.
Gracias por seguir en tu linea y un saludo.
Buenas amigo Eduardo.
Lo de guru 2.0 viene a ser como en el mundo real ‘entronizarse’ o subire al pedestal. Parece que a mayor altura o peso, se esucha menos a los de abajo
Yo comprendo que manejar a todos los seguidores es complejo pero de ahi a cambiar de personalidad o comportamiento la cosa cambia.
🙂
Un abrazo