Hoy empezamos con este primer artículo acerca de las marcas, las comunidades y de como crearlas y mañana pondremos en la segunda parte los consejos para construir comunidades.
Los seres humanos somos criaturas de hábitos. Muchas veces nuestros comportamientos son predecibles. Los viejos hábitos son difíciles de romper, para bien o para mal. ¿Por qué deberíamos esperar que en los medios de comunicación social fuese diferente? ¿Por qué debemos esperar que sólo porque los vendedores pueden ahora conectarse con cualquier persona en todo el mundo, que se muestre un tweet de 140 caracteres emitido a diferentes horas del día, de mailings de correo electrónico, … la cosa va a ser distinta?
Pues ciertamente la cosa si que ha cambiado. Del mensaje unidireccional del marketing tradicional, bombardeo por saturación al público pasivo, se ha pasado al mensaje bidireccional en el que es tan importante escuchar al cliente y al potencial cliente como el que eestos escuchen nuestro mensaje.
Supongo que la gente … los tiempos han cambiado.
La gente ya no compra cosas, se unen a las cosas.
La gente ya no se sorprenden por último la cartel comercial, spot en televisión o cuña radiofónica. La gente no está pegada a sus correos electrónicos esperando emocionados por el próximo mail de spam o el cupón de descuento promocional. No están buscando en su iPhone el mensaje de correo electrónico no deseado que viene con un título engañoso para encontrar solamente tres párrafos en los que una marca habla de ella, de usted y sus ventajas.
Pero tampoco se levanta por la mañana pensando «en que fanpages voy a ir a visitar y ver lo que me quieren vender».
La gente está despertando ya desbordada. Quieren conectarse con personas reales que les ayuden a pasar el día. Las personas que pueden compartir sus subidas y bajadas. Personas que los apoyan, les inspiran, educarlos y ayudarles a crecer. Quieren conectarse con personas reales y hacer amigos de verdad. Que quieren interactuar con las marcas que los tratan como seres humanos no como si Facebook fuera un robot.
No están pensando primero en lo que va a comprar. En su lugar, buscan cosas que unen. Es la naturaleza humana que se quiere conectar, ser aceptado, ser parte de un grupo que le hará sentirse mejor. Van a comprar los productos de las comunidades que les hacen sentirse bien. La gente compra a la gente. Ellos te compran a ti cuando le haces sentirse como una persona, no un número.
Hay radica el éxito de las redes sociales. No se trata sólo de compartir fotos, actualizaciones de estado o espiar a los vecinos. Se trata de ser aceptado. Se trata de encajar en un grupo como en la vida real. Crear una comunidad.
La gente quiere valor.
No se trata de tener el control de la comunidad y realizar las venta como si fuésemos robots a quien les gusta tu página de Facebook. Cambia tu mentalidad por la de «¿cómo puedo crear una comunidad que proporciona un valor?»
La atención debe centrarse en la construcción de comunidades en las que la gente quiere participar. Comunidades que son orgánicas y dinámicas. Las comunidades que inspirar, educar, hacer reír a la gente, el apoyo a ellos, tirar de ellos cuando se caen y perdonar cuando cometen un error.
Invertir en la gente primero, segundo en el negocio.
Los medios sociales son sobre la gente. En primer lugar debes ponerte en la cabeza de tu comunidad y entender lo que los motiva. ¿Cómo puede ayudar, inspirar, hacerlos reír? Sólo mediante la inversión en la gente tendrás retorno de tu inversión.
No se trata de ti o de tu marca. Se trata de lo que puedes hacer por tu comunidad. Es lo que debes de hacer para construir una comunidad de personas que se apoyan unos a otros y a la comunidad en su conjunto.
Las marcas que aprenden pronto lo anterior estarán muy por delante de su competencia. Facebook no va a resolver sus problemas comerciales. Estos se resuelven tal y como se ha estado haciendo desde el día que abriste las puertas de tu negocio.
Facebook, Twitter, LinkedIn y los millones de otras plataformas son las herramientas y la tecnología con la cual se pueden construir comunidades alrededor de tu marca. Es la conversación, conocimiento, interacción y el tiempo necesario para invertir en las personas lo que harán que tu comunidad sea fiel y crezca.
No es pedir o mendigar ‘me gusta’ o tener una conversación inexistente en Twitter.