Una de las cosas que lleva aparejado el Estado del Bienestar es que sus miembros cada vez consigan estar mejor formados. Y en eso juega un papel importante el sistema educativo y por ende la Universidad.
El Estado del Bienestar es un término acuñado por muchos políticos para referirse a la mejoras que los ciudadanos hemos experimentado en las últimas décadas en materia de derechos, protecciones sociales, …, todos aquellos beneficios sociales que nuestros padres no disfrutaron.
Fruto de esto último, la Universidad se sobrevaloró en sus inicios, ya que así como en los años 60-70 solo realizaban estudios superiores los hijos de familias adineradas, ya en los 80-90, la Universidad se aburguesó y entre las becas y la necesidad de licenciados, cualquiera, aun el más tonto del pueblo, podía sacar una carrera universitaria.
Y como suele pasar en esta vida, cuando algo se hace accesible, deja de ser valorado como antes. Con lo cual paralelamente a lo anterior han surgido en competencia a la Universidad Pública, las Universidades privadas y las Escuelas de Negocio, a donde puede ir exclusivamente los de poderío económico considerable.
Seamos sinceros, cualquiera puede sacar una carrera universitaria en estos tiempos, básicamente es cuestión de tiempo. Pero esto ha hecho que los estudios universitarios sean considerados por el mercado laboral como algo necesario pero no suficiente frente a lo que antes era suficiente para conseguir un trabajo.
Y es que el Estado del Bienestar como sinónimo de acceso a los estudios universitarios a todo el mundo no ha ido en paralelo a dos cosas: a la evolución del mercado laboral y a la mejora de los propios estudios universitarios. Sencillamente se han convertido en un sitio donde tiene 5 años al menos a gente sin que se apunte a las listas del paro, ni más ni menos.
Muy buenos docentes han sido tentados por las Universidades Privadas y las Escuelas de Negocios, dejando para la Universidad Pública a muchos profesores realmente inútiles para formar a alumnos para nuestro penoso mercado laboral.
Conclusión primera: si quieres garantías de colocación laboral, con mucha probabilidad la Universidad Pública garantiza lo contrario.
Y es aquí donde radica una de las grandes mentiras del Estado del Bienestar: la socialización de la Universidad lo único que ha conseguido es crear una nueva élite que se puede pagar unos estudios privados que garanticen un cierto futuro laboral. Sólo sirven en la actualidad para dos cosas: acribillar a impuestos y tasas de matrícula a los nuevos universitarios y familias, y para mantener a una clase elitista de profesores mediocres aburguesada y completamente afuncionariada.
Y cual es mi sorpresa cuando me he dado cuanta que los diferentes gobiernos han actuado al respecto. Pero para mi asombro, no ha sido mejorando la calidad de los estudios, no!!! Ha sido reduciendo el número de becas y subiendo las tasas de matrícula, con lo cual, de ambas formas, se consigue que se matricule menos gente y se dice un ‘adios’ al Estado del Bienestar.
Éste se ha nutrido durante décadas de los impuestos que pagaban al matricularse porque todos bajo la bandera de ‘el hijo de un obrero puede ir a la Universidad‘ acudimos como borregos a llenar las arcas del Estado a cambio de recibir un papel para envolver la chistorra.
Creo que se equivocan si piensan que la Universidad Pública competirá con la privada reduciendo el numero de matriculados. Deberían de empezar por reciclar a un alto porcentaje de profesores universitarios que, cuando había muchos alunos matriculados, valían para dar cualquier cosa, pero que ahora, con menos matrícula, se demuestra que son de calidad pésima.
Reducir alumnado no es sinónimo de aumento de calidad en la formación, aparte de ser un atentado contra el Estado del Bienestar.
Valiosa reflexión. Se trata de alcanzar un minimo estandar de calidad y una formacion contínua si queremos tener un pais desarrollado.