Conceptualmente son herramientas 2.0 que fomentan la interactuación, pero esencialmente funcionan de forma distinta. El primero genera interacción y comunicación casi inmediata, es más intuitivo e impulsivo. El segundo es más a medio plazo, generar una comunidad. Twitter es un microblogging y Facebook es una red social.
Ambos se basan en la interacción con followers (seguidores) por lo tanto los usuarios intentan captar más ‘simpatizantes’ a sus cuentas, que a la postre son sus intereses. Porque cada uno de nosotros tiene sus propio intereses u objetivos al entrar en las redes sociales.
Y es por esto último por lo que hoy he llegado a la conclusión de que Maquiavelo preferiría Twitter a Facebook.
En Facebook, a modo de ‘muro de las lamentaciones’ tue seguidores van dejando información a la vez que tu también la proporcionas, pero como muro que es, tu planteas tus estrategias en él y tus followers como empiecen a hacer ‘pintadas’ en el muro, acabn por hacer que el mensaje o las diferentes opiniones corran el riesgo de pasar desapercibidas.
En Twitter, no pasa esto así, por eso Maquiavelo estaría más cómodo.
Cada uno posee una cuenta, y cada vez que esta cuenta, o sea nosotros, somos mencionados, para bien o para mal, lo podemos saber, con lo cual no hay posibilidad de que los mensajes se diluyan, pero también lo pueden saber otros twitters.
Si seguimos a rajatabla los principios del libro Maquiavelo, y lo escenificamos de la siguiente forma:
«Mi padre me enseñó muchas cosas aquí. En esta habitación. Me dijo: Mantén cerca a tus amigos, pero aún más cerca a tus enemigos» -Michael Corleone (Al Pacino) en El Padrino II.
Resulta curioso que para tener controlado lo que dice un enemigo debas de seguirlo en Twitter con lo cual contribuyes a la vez a incrementar su número de seguidores y a incrementar su visibilidad y, a la postre, incrementar su peso en la red y dar más valor a lo que dice. ¡¡Realmente maquiavélico!!
Mi reflexión sería: ¿sabéis de algún seguidor en Twitter que os sigue para teneros cerca y controlar lo que decis?, y vosotros, ¿lo hacéis? ¿Es esto realmente el espíritu 2.0 del que tanto se habla?
Buenas noches, José Luis.
Uy! no lo había pensado…la verdad es que en algunos casos particulares, es al revés según como, dado que el facebook lo conoce más gente y, paradógicamente, es donde sueles tener más gente de tu entorno, que a partir de cierta edad son principalmente el laboral.
Particularmente para mí, el twitter es más libre, da más alas, es más abierto tanto a nivel profesional como personal, y me ha permitido poner en práctica, sin objetivos previos determinados, mi mayor afición: la lectura y la escritura.
Un abrazo.
Buenas Bego.
Un placer verte en forma 🙂 Yo hace mucho que me atasco por la noche en TW y entro cuando puedo.
Ciertamente el entrar en las redes sociales depende de la forma de ser de cada uno, ya que no dejan de
ser herrramientas, por lo tanto dependerá de nosotros el resultado de las mismas y como se usen.
Un besazo
Brillante. Maquiavelo yo creo que preferiría Twitter, pero no le haría ascos a Face book ni al tuenti. Supongo que habrá mucha gente que haga lo que comentas de vigilar a los enemigos. ES más, que tengan una manía persecutoría hacia ellos. Los cándidos, como yo, no lo hacemos, quizás porque creemos no tener enemigos, porque a su vez , somos poca cosa para ellos y también porque podría llegar a ser agotador.
Todo esto sabiendo que seguro que tienes enemigos, pero no sabes muy bien por qué.
Un abrazo
Cierto Fernando.
Todas las herramientas pueden ser maquiavélicas dependiendo del uso que le demos ‘los prójimos’ 🙂
Lo cierto es que te soprendería saber la gente que usa esta política y sobre todo quienes son. Yo cada dia estoy más convencido de que el 2.0 es igual o peor que el 1.0 en ese aspecto 🙁
Un abrzao y buen finde
Buenas noches, José Luis.
Tienes post muy interesantes y más recientes, en breve iré, pero tu última respuesta en éste me la había perdido, y no puedo dejarla sin réplica: yo estoy como tú convencida de que el 2.0 es peor que el 1.0 para usos negativos: da más juego desde el anonimato, sin ir de cara. Dispone de herramientas para dejar mala prensa de forma sencilla y desde el anonimato de cualquiera. Qué lástima que haya tanta gente perdiendo energía en malos fines. En fin. Sigo diciendo que enerva lo mejor de nosotros, y también lo peor, dependiendo del uso que queramos darle a una de las armas más poderosas de todos los tiempos: la palabra.
Un beso.
Buenas guapetona.
Claro que si. Oculta las miserias y engrandece las mediocridades, es es un arma muy peligrosa, porque se hacen ídolos donde no los hay. Por eso es necesario moverse en el 2.0 con mas cuidado si cabe que en el 1.0.
🙂