Controlar las emociones: «El control emocional»

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El control emocional es uno de los perfiles que se deben de valorar cuando estas realizando un proceso de seleccion de personal para acometer una nueva incorporacion a la organizacion.

Hay puestos que por sus caracteristicas exigen poseer un mayor control emocional, mientras que del lado contrario otros es de al reves, exigen tener una gran locuacidad con lo que se pierde bastante el control emocional y por lo tanto el comportamiento es mas temperamental y visceral.

Esta separacion se liga mucha al tema del «contacto social» que exija el puesto, es decir, de la actividad comercial.

Un puesto eminentemente comercial necesita poseer muchas relaciones comerciales (clientes) y que no necesariamente posean mucha intensidad, no es necesario llegar al grado de amistad. No es necesario un excesivo control emocional.

En el otro lado, aquel puesto mas de directivo, en el que los contactos sociales probablemente sean menores pero exijan ser mas intensos, el control emocional se hace imprescindible.

Como aprender a controlar las emociones

Cuando nuestro interior se encuentra en armonía nos encontramos en paz y tranquilos. Los problemas comienzan cuando nuestra personalidad está fragmentada, cuando pensamos una cosa pero queremos otra, cuando no hay concordia entre cuerpo, mente y espíritu, en este estado tendremos dificultades continuamente. Si somos capaces de controlar nuestro estado interior, experimentaremos esa armonía y nuestra personalidad dejará de estar fragmentada. Al no haber lucha interior tampoco habrá conflicto, estaremos preparando el camino para convertirnos en personas íntegras y dondequiera que nos encontremos y cualesquiera que sean nuestros problemas, seremos capaces de resolverlos.

El estres de la actividad frenetica comercial, hace muchas veces que se produzca esta fragmentacion que deriva en una perdida del control de las emociones.

Aprendemos a controlar las emociones cuando nos damos cuenta que suceden. Generalmente experimentamos una emoción sin darnos siquiera cuenta de lo que nos está ocurriendo, sencillamente vivimos la emoción y nos dejamos llevar por ella, terminando por embargar todo nuestro ser; por ejemplo,sentimos ira y la manifestamos, pero no somos conscientes de que la tenemos en ese momento; simplemente la dejamos salir, sin ningún otro planteamiento.

Según vamos siendo más conscientes de lo que nos ocurre, nos va resultando más fácil influir sobre ello.

El control emocional lleva consigo un recorrido por una serie de niveles, de menor a mayor grado de conciencia:

• En un primer nivel experimentamos la emoción sin ser conscientes de ello.
• En un segundo nivel nos damos cuenta de que nos encontramos en ese estado emocional aunque no somos capaces de controlarlo.
• En un tercer nivel experimentamos la emoción, pero ya somos capaces de no manifestarla al exterior.
• En un cuarto nivel sentimos que tenemos la emoción, pero el padecimiento por ella es mucho menor.
• Por último, aprendemos a no experimentar la emoción en la misma situación.

Además, debemos tener en cuenta que nada dura eternamente, las circunstancias que nos’ producen estados emocionales adversos no duran eternamente, tienen una duración limitada, por lo que obligatoriamente volverán tiempos mejores.

El «ser» altruista

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El filósofo francés Auguste Comte acuñó la palabra «altruisme» en 1851 y ésta fue adoptada luego por el castellano. Muchos consideran su sistema ético (en el que los únicos actos moralmente correctos son aquellos que intentan promover la felicidad de otros) algo extremo, lo que llevó al desarrollo de la acepción de que es aquella conducta que beneficia a otros, que es voluntaria y que su autor no anticipa beneficios externos.

Esta pequeña historia espero que os sirva de reflexion:

Una noche, a las 11:30 p.m., una mujer afroamericana, de edad avanzada estaba parada en el acotamiento de una autopista de Alabama, tratando de soportar una fuerte tormenta.

Su coche se había descompuesto y ella necesitaba desesperadamente que la llevaran. Toda mojada, ella decidió detener el próximo coche.

Un joven blanco se detuvo a ayudarla, a pesar de todos los conflictos que habían ocurrido durante los 60. El joven la llevó a un lugar seguro, la ayudó a obtener asistencia y la puso en un taxi. Ella parecía estar bastante apurada. Ella anotó la dirección del joven, le agradeció y se fue.

Siete días pasaron, cuando tocaron la puerta de su casa. Para su sorpresa, un televisor pantalla gigante a color le fue entregado por correo a su casa. Tenia una nota especial adjunta al paquete. Esta decía: “Muchísimas gracias por ayudarme en la autopista la otra noche. La lluvia anegó no sólo mi ropa sino mi espíritu.

Entonces apareció usted. Gracias a usted, pude llegar al lado de la cama de mi marido agonizante, justo antes de que muriera. Dios lo bendiga por ayudarme y por servir a otros desinteresadamente. Sinceramente: La Señora de Nat King Cole.”

No esperes nada a cambio y lo recibirás!!!!