‘En un lugar de la Red, de cuyo dominio no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un agudo blogger de los de numerosos feeds, afamado twitter, facebook frecuentado y elevada red social. Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda……’.
¿A qué os va sonando?
Alguno de vosotros, y me consta que tenéis imaginación a raudales, ¿se puede imaginar a Don Quijote en el Twitter? ¿o a Sancho Panza escribiendo en su blog?
No hace falta que me contestéis, me llega con ver la sonrisa que acabías de hacer delante de la pantalla (que si tuviera webcam me lo confirmaría).
Y ya se que es una exageración esta comparación. Pero si consideramos la figura del ‘ilustre hidalgo’ como un prototipo, intentemos llevar esa comparacíón a una época más cercana. ¿Os imaginais a vuestro primer jefe, hace ya unos años, entrando en su ‘facebook’ hoy o poniendo en el blog de empresa una noticia importante?
Seguro que tampoco os lo imagináis. Y es que el prototipo del jefe actual es lo que es y las herramientas 2.0 son lo que son.
De todo esto voy a haceros una pregunta y me gustaría que la reflexionaseís porque de ella y de su respuesta dependerá mucho el management de personas en los próximos años (o décadas):
‘¿Creeís que el prototipo del jefe actual puede ser moldeable por las nuevas herramientas 2.0 o por lo contrario las nuevas herramientas y tendencias necesitan de un nuevo prototipo de jefe?’
Lo primero significaría una adecuación a los cambios de aquellos que se encargan de dirigir las organizaciones, a la vez que un cambio de actitud ante su equipo, su forma de comunicaicón y de interrelación personal con su entorno.
Lo segundo significaría el fin de una generación de jefes y el nacimiento de otra a la sombra de las nuevas tendencias, con unas características muy diferentes a las de la generación de jefes actual
Seguro que me contestáis que hay de todo, jefes que se adpatan a las nuevas tencologías y herramientas y jefes que no, lo cual es una gran verdad. Lo que se adpaten sobrevivirán, ¿y los qué no se adpaten? ¿Desaparecerán o por lo contrario coexistirán con los nuevos jefes que surjan?
Y es que como dije el otro día en una entrada sobre el management, los jefes (que no líderes) tienden a ver los cambios como problemas que entorpecen su quehacer y su puesto de estabilidad, por lo tanto ni promueven y es más penalizan el uso de las nuevas herramientas en el trabajo.
El otro día comentando con un amigo me decía que en su país, Mexico, un reciente estudio decía que sólo el 32% de los jefes permitía usar a los empleados las nuevas herramientas (twitter, facebook, redes sociales,…) en horario laboral.
Mi pregunta fue automática :¿por qué las ven como algo improductivo y perjudicial para las labores de los empleados o bien por que ven en ellas una gran amenaza a sus puestos, a la vez que si las permiten, la situación obligaría a que ellos también se viesen obligados bucear en el mundo de estas herramientas 2.0?
De todas todas, creo que está latente tras la figura del jefe actual, un miedo al cambio.
Lo desconocido asusta. Pero si hacéis un poco de memoria ¿os acordáis del primer correo electrónico que mandásteis en vuestra vida? Y ahora mirando aquello, ¿créeis que habéis cambiado?
Al escribir esto me acuerdo de un jefe que tuve que llegó tarde a las nuevas tecnologías pero pronto le buscó remedio.
Cuando nos mandaba un correo electónico ‘de los que motivaban’ el veía que no les surtía efecto como cuando llamaba por teléfono. Entonces pensó y buscó una solución y la entontró. Para que pudiésemos ver su nivel de enfado lo que hacía era cambiar el tamaño de la letra en el correo electrónico. Eso hacía que algunos correos resultasen impresionantes, porque no creais que la aumentaba a 14 o 16, no la amplizaba a 72 o más. De hecho una vez imprimimos un correo y 4 palabras eran la totalidad del mensaje, pero imprimimos 16 hojas.
Por lo tanto los jefes deberán de adaptarse a las nuevas herramientas 2.0, no les queda otra. Mientras las vean como enemigos la cosa será peor. Lo que si me consta es que cada uno aprenderá a moverse entre ellas como mejor pueda, pero tendrá que hacerlo.
Estoy absolutamente deacuerdo contigo (como casi siempre) las filosofía de las herramientas 2.0. requiere un nuevo tipos de jefes y un nuevo tipo de cultura. No es probable que los actuales directivos en su mayoría se adapten fácilmente a la utilización de las herramientas de información descentralizadas. Pero, como en tantas otras cosas podemos predecir que lo harán,,, tardarán más o menos, pero lo harán la filosofía de las herramientas 2.0. ha llegado para quedarse, auque probablemente no sean las que conocemos ahora, sino serán más corporativas e internas y tendremos que esperar…
Buenas Virginio.
Gracias por el comentario y veo que va,os en la misma idea. Me faló matizar lo que tu dices, las 2.0 son hoy, ¿y mañana? lo que se debe de tener en cuenta es la actitud y la forma de pensar que llevan aparejadas y no el nímero que tengan. Han venido, y se quedarán.
Los jefes a la vieja usanza se adaptarán como puedan, eso no quiere decir que haya que echarlos, pero si pedirles un pequeño esfuerzo de adaptación a los cambios.
Lo que si está claro es que han venido estas herramientas de un ‘esspíritu’ hasta ahora desconocido y que en mi opinión es mucho mejor que el que hay actualemente, por lo tanto todos deberemos de ir cambiando en fucnión de nuestras capacidades.
Un abrazo amigo
Buenas noches Jose Luis.
Totalmente de acuerdo también, aunque con matices.
Opino que el hecho de que el jefe actual se adecúe en mayor o menor grado a las herramientas 2.0 dependerá de la actitud como en todo, pero ésta, en gran parte, viene determinada por los hábitos y por nuestra cultura, y la edad es determinante en este caso.
Salvo excepciones, veo como casos aislados que aquellos con más de 50 años, salvo que procedan del mundo tecnológico o tengan perfil técnico (habituados a la resolución de problemas diarios), se adapten. Lo que significa que a medio plazo, hasta que éstos lleguen a la edad de jubilación o prejubilación, coexistirán con la nueva generación o con los adaptados.
Los que estén por debajo de esa edad, no les queda otra que adaptarse, y más viendo lo que está por venir, si quieren sobrevivir…(jubilación a los 75 años??. No es ningún disparate).
Me viene a la primera reacción de uno de mis ex-jefes de avanzada edad hace unos 14 años cuando nos instalaron correo electrónico en la empresa: lo que los más jóvenes veíamos con júbilo e ilusión por el contacto más allá de nuestras fronteras por vía escrita de forma casi inmediata (recuerdo cuando recibía mensajes de mi compañero francés, gran aficionado a estas herramientas, lo contenta que me ponía cuando se agitaba la banderita roja en mi pantalla), él adoptó una actitud de rechazo y recelo. Te puedo decir que esa persona , jubilada a los 65 hace ya 7 años, se aficionó al correo electrónico y de vez en cuando, con gran ilusión , recibo sus correos donde me remite fotos de sus nietos.
Les cuesta más, al igual que a mí me cuesta más que a una chica de 18 años, pero al final poco a poco van formando parte de nuestro entorno diario.
Suerte que no he tenido ningún jefe que me enviase mensajes aumentados, aunque sí de algún compañero de mi nivel, y causa muy mal efecto.(con exclamaciones seguidas, mayúsculas y negrita en rojo inclusive ). El lenguaje escrito tiene sus normas.
Saludos,
Supongo que será algo difícil, sobre todo al principio, pero no imposible!!
Buenas Elsa.
Será cuestion de amoldarse, es lo que digo yo ¿alguien pensó en el email como herramienta hace 15 años? La gente se asustaría y ahora mira.
Un saludo