Pese a que muchos pueden ser los objetivos o motivos por los cuales has decidido entrar en las redes sociales, cuando las utilizamos como instrumento de networking profesional o laboral, no me cabe duda que dos pueden ser nuestros perfiles en la red: cazador o agricultor.
El cazador está constantemente a la búsqueda de presas, entendamos como nuevos contactos que le pueden ser útiles a su networking. Busca aquellos perfiles que le pueden permitir conseguir sus fines. La ‘presa’ está simpre en su punto de mira.
El agricultor, como su propio nombre indica, se dedica a cultivar su red. Se preocupa por aumentar el valor de sus contactos con su aportación y que sirva como forma de crecimiento personal y en conjunto. Siebra para recoger en un futuro y que sus esfuerzos por los demás se reviertan en su propio beneficio.
Mientras que el primero busca continuamente el beneficio propio (aunque en la negociación con un contacto se de luego el ganar-ganar), el segundo parte de la base que para recibir hay que dar (cultivar como buen agricultor).
¿Cuál sería la mejor actitud en términos de networking a la hora de andar por la red?
Lógicamente debería de ser una buena combinación de ambas.
El agricultor suele tener una red de contactos que quiere cultivar, pero que necesariamente deberá de ir ampliando ya que esos contactos son a su vez compartidos con otros miembrios en la Red con lo cual si alguna vez los necesita puede que no los tenga disponible. El cazador va a buscar en cada momento el mejor contacto posible de forma proactiva para su objetivo, corriendo el riesgo de dar la impresión de ser ‘demasiado interesado’.
El primero necesita hacer crecer su red y el segundo necesita consolidarse a base de crear lazos interpersonales, crear confianza y aportar valor.
No obstante, como todo en esta vida, cada uno de nosotros tiende a ser más hacia una de las dos figuras. Hay quien necesita estar en continuo movimiento y captación de posibles contactos, mientras que otros está muy agusto con su Red actual y se dedican a profundizar en los lazos de las relaciones con sus miembros.
Mi experiencia me dice que casi todos empezamos con un espíritu de agricultor en las redes sociales pero que a medida que vamos profundizando en ellas llega un momento en que necesitamos salir de caza cuando hablamos de networking.
Eso sí, no cazar mucho implica que el networking valga ni el cultivar demasiado garantiza el éxito.
El equilibrio se me asemeja fundamental en esta situación y lo adaptaremos según las necesidades que tengamos en cada momento.
Creo q la respuesta debe ser fácil de responder, pues cada uno se comporta como es, y busca pues aquello que le satisface, o aquello que él considera que es más importante. Porque hay personas que se marcan en sus conductas aspiraciones mas nobles que la de simplemente satisfacer sus gustos o sentimientos.
Cazadores de lo inmediato o agricultores de los tiempos medios y largos. Estimo que son muy importantes factores como la edad, el concepto que tengas de la herramienta, si la utilizas como hobby o como trabajo, pero estimo que lo más importante de todo lo responde la pregunta ¿Qué son y como valoras a los demás?
Un cordial saludo.
Buenas amigo Josevi.
Tienes razón. Al final cada uno entra en las redes sociales con un objetivo (aunque puede que al principio no lo tenga claro y se meta por moda) y eso determinará su forma de actuar en la Red y que probablemente será un reflejo de lo que realmente es en la vida real.
Un saludo
Pues yo soy … de letras.
Buen post José Luis. Creo que cada cual las utiliza según lo que persiga o el objetivo que tenga como apuntáis. Lo único que me preocupa es que, al final, nos quedemos enganchados en las redes y no sepamos muy bien para qué las utilizamos.
Un abrazo
Muy buenas amigo Fernando.
Cierto, de las adicciones a las redes hablo el domingo en el blog de la asociación. Al final pasa como todo, nos enganchamos de algo y perdemos la perspectiva de para que lo empezamos o del porque lo empezamos a buscar.
Las redes hay que usarlas para lo que queramos, aunque es cierto que al final divagamos y perdmeos el tiempo.
Un abrazo