Autoestima

Loading

Tener una buena y sana autoestima es algo que se puede lograr si se ponen los medios adecuados. Ademas como su propio nembre indica, es algo que depende de cada uno y no de los demás.

El punto de partida para mejorar la autoestima es aceptarnos tal como somos, con nuestras cualidades y defectos, intentando aumentar las primeras y disminuir los segundos; nadie es perfecto y por supuesto nosotros no somos una excepción, así que no es de extrañar que encontremos en nuestro interior aspectos que no nos gustan.

Tenemos que tratar de convertirnos en nuestros mejores amigos y aliados, convencernos de que somos importantes y que tenemos que hacer todo lo que esté en nuestras manos para que la vida no resulte lo más feliz posible. Hay que tratar de restar importancia a las cosas que realmente no la tienen y procurar poner nuestra atención en los aspectos de la vida que sean objetivamente significativos. Prestémonos la atención que merecemos y hagamos las cosas que nos gusta hacer. Vayamos hacia donde queremos ir, dejando atrás cualquier miedo y teniendo fe absoluta en nuestras posibilidades.

No hay que dar excesiva trascendencia a las opiniones de los demás, sobre todo a las que tengan sobre nosotros; hemos de aprender a guiar nuestra conducta de acuerdo al criterio propio y no por el de otro, tenemos que convertirnos en los dueños y señores de nuestro destino, no podemos permitirnos el lujo de dejar las llaves de nuestro bienestar en manos ajenas.

Hay que ser objetivos con nuestra forma de comportarnos, actuando con ecuanimidad cuando juzgamos nuestras acciones; no ganamos nada con ser excesivamente estrictos y lo único que podemos conseguir es dañar nuestra autoestima. Tampoco se trata de ser indulgentes, sino tratar las cosas en, su justa medida, modificando aquellos aspectos de la personalidad que no concuerden con los parámetros deseados.

Cuando acertamos en nuestra manera de actuar, tenemos que felicitarnos por ello, así aumentaremos nuestra motivación y fortaleceremos la autoestima; todos nuestros logros son importantes por pequeños que sean.

Fomentemos nuestra capacidad de decidir, no temamos asumir responsabilidades cuando sea necesario, aunque ello suponga que las cosas no salgan como se habían previsto. Para acertar hay que tomar decisiones y tomar decisiones hace que muchas veces se produzcan errores, pero también aciertos. Aprendamos de los errores e intentemos de nuevo las cosas las veces que haga falta hasta que llegue el éxito. El triunfo siempre estará ahí esperándonos y terminará por producirse siempre y cuando seamos lo suficientemente constantes para que se materialice.

Para mejorar la autoestima es importante tener un buen conocimiento de uno mismo, saber dónde flaqueamos para poder apuntalar los puntos débiles y tener una clara conciencia de los aspectos en que debemos mejorar. De igual importancia es también conocer las facetas positivas, para fortalecerlas y potenciarlas al máximo. De este modo funcionaremos siempre al máximo de nuestras posibilidades.

Aún así, habrá cosas que no podremos cambiar y que tendremos que asumir sin que nuestra autoestima tenga por ello que resentirse en modo alguno (por ejemplo, sería una absurda pérdida de tiempo esforzamos en crecer varios centímetros ya que la altura es una característica que no podemos cambiar).

Seamos pues realistas en los objetivos que pretendemos conseguir y centrémonos en modificar lo que está a nuestro alcance, olvidándonos de lo que es inalterable y no podemos modificar.