Todos, y probablemente en más de una ocasión, hemos sufrido un acontecimiento que nos ha marcado, de aquellos de los que se dice ‘que hay un antes o un después’ una vez que acontecen.
Pueden ser para bien o para mal, aunque por desgracia, como la vida es dura, siempre se suelen recordar con más intensidad los que han marcado la existencia de una forma negativa.
Y es que los cambios cuando vienen, no por esperados, dejan de ser cambios. Y ya no digamos si estos vienen sin ser en ningún momento esperados. Si las cosas se ven venir en cierto modo, la sorpresa es menor que si los acontecimientos se desencadenan a una velocidad vertiginosa.
¿Qué hacer para que la transición en estos casos no sea traumática?
Difícil respuesta dado que cada persona es un mundo e iguales situaciones nunca van a tener respuestas iguales. No soy quien para dar consejos, ni mucho menos, pero si para intentar mermar en la medida de lo posible las más que probables tensiones, problemas o preocupaciones.
Lo primero es pensar si el cambio va a suponer un problema. Si es así, mirar si tiene solución. Si la hay ¿por qué preocuparse? y si no la hay ¿por qué preocuparse también?
Podría verse como una axioma de la psicología positiva. Mirar siempre al lado bueno de las situaciones ya que si no existe tal, ¿para qué preocuparse?
Hay un dicho muy usado últimamente que dice ‘que un optimista es un pesimista bien informado’, pero ¿se es más feliz siendo pesimista? Lo que si hay que ser en todo momento es realista, porque la carga de pesimismo contribuye a dos cosas, a no ver nunca una solución y a agravar más lo que parece un problema.
Una vez que la situación se ha planteado y sólo queda afrontarla, ¿es mejor afrontar el cambio como una oportunidad o como un problema a superar?
Aquí ya no sólo influye la psicología positiva, sino también la inteligencia emocional que posea cada uno. Es decir, como se para cada uno de nosotros controlar sus sentimientos en las situaciones de cambio drástico.
Reacciones desmesuradas en cualquier dirección seguro que llevan a tomar decisiones erróneas. Cierto es que es difícil mantener la cabeza fria en esos momentos, pero el hecho es que con mucha posibilidad, lo que decidas bajo ‘los efectos’ de estas reacciones van a traer malas consecuencias.
Y por último solo una idea más. Hasta aquí hemos visto como influye la actitud que nosotros tengamos, pero siempre está la aptitud en segundo plano. Si ves que por ti mismo no puedes afrontar los cambios pide ayuda, porque probablemente siempre encontrarás un hombro en el que apoyarte y que te hará ver las cosas de una forma distinta y casi seguro supondrá un relajo en tus preocupaciones.
PD: Gracias a todos por vuestro apoyo
Estoy completamente de acuerdo, mi buen amigo José Luis, que una buena actitud es fundamental para la superación de cualquier tipo de «crisis», que nos llevaría mucho más lejos, hasta una maduración en nuestro propio desarrollo personal.
Yo mismo cada día, en twitter, intento dejar una frase motivadora en ese sentido, pero ante esos cambios, que tu subrayas, en algunos casos traumáticos, estas recetas se quedan cortas, porque el individuo, nosotros, los españolitos de a pie, nos quedamos sin recursos ante estas duras circunstancias.
Pero lo cierto es que con la queja no se arregla la situación. El secreto debe estar en el verbo «hacer» y no es pecado, ni deshonroso, sino todo lo contrario, es de muy valientes pedir ayuda.
La expresión de Confucio:
«Si tu mal tiene remedio, ¿por qué te quejas?
y si no tiene remedio, ¿por qué te quejas?»
Que se podría interpretar «a la trágala», se puede observar, en cambio, desde una perspectiva mejor y más útil: debemos crear nuestro futuro sobre los cimientos del presente, sea cual sea. Y el tiempo empleado en quejarse o autocompadecerse es tiempo perdido.
Tiempo, el material con el que se realizan los sueños.
Enhorabuena por el artículo, Bernabé García.
PD.: Otra definición de optimista: quien consigue sacar lo mejor de cada momento
Gracias amigo Bernabé.
Cierto que el dicho es de la cultura china pero como ya lo he dicho varias veces en el blog, me lo he saltado a la torera.
Lo cierto es que la cultura china es de una forma muy ambigua a veces, y tienes razón al no tomar literalmente la expresión de Confucio. Lo importante es el mensaje y aciertas de pleno cuando dicves que ‘lo que tenga que ser, será’ y para que perder el tiempo en preocupaciones.
Lo del positivismo es verdad como un templo. He visto gente realista con éxito y optimista también, pero rara vez por no decir nunca he visto gente exitosa que sea positiva. El tiempo perdido en lamentaciones nunca volverá a ser recuperado. Ese es el verdadero tiempo perdido.
Un saludo amigo
Buenas amigo Pedro.
Gracias por tus palabras, y empiezo justo por lo último. Hoy por hoy, y aprovechando lo que dije en el primer artículo del año, es necesario que en dospuntocerismo exista la ayuda mutua, aunque sea sólo para dar una opinión o un mensaje de apoyo, sin más que eso, una frase de aliento. Eso es algo que en cualquier momento hace cambiar el punto de vista ante una situación desagradable.
Cierto es que las situaciones graves solo las vives intensamente en tus propias carnes, pero la empatía (que no simpatía) es algo que debemos de tener si lo que queremos es vivir a gusto con nosotros mismos y nuestros semejantes.
Un fuerte abrazo
Buenas noches, Jose Luis.
Un post que va al corazón para empezar el año, al corazón de la autoestima, de lo más valioso que tenemos los humanos.
Siempre hay un antes y un después. Pero te puedo decir que , justamente, porque en este 2009 he sufrido varios antes y varios después (ya se sabe, la ley de Murphy, todo viene de golpe y a lo bestia), siempre se hace difícil aún con una inteligencia emocional más o menos fortalecida, cuando la vida te golpea por todas partes en los tres pilares, y por orden de importancia: salud, dinero y amor, a la vez y sin tregua, aunque lo veas venir con antelación. En realidad, el golpe siempre se hace duro aún siendo esperado cuando te golpea directamente.
A mí no me sirve Confucio a pesar de fascinarme la cultura china, ni me sirve la experiencia porque ésta siempre la aplicas «después de», sino un descubrimiento que lamentablemente tampoco puedo recordar como me hubiese gustado. Como diría mi libro estrella del 2009, de Stephen R. Covey y sus 7 hábitos, no importa lo que los demás hagan , sino cómo tú te sientes en tu interior y cómo te sientes por lo que haces por los demás y por tí mismo, pero siempre respetando a los demás, y ante todo, siendo fiel a tu sentimiento.
Al final, como todo, es el tiempo y la fe en uno mismo y el apoyo de todos aquellos que realmente te quieren y te lo demuestran con hechos y en los momentos difíciles, los que te convencen de que la vida merece la pena. Y en la web 2.0, como en la vida real, con el tiempo ves realmente quién es postizo y quién es real. La vida son acciones, no palabras, y , sea una prolongación de lo real o no, como todo, se demuestra andando.
Un abrazo a todos.
Hola José Luis
Pesimista, Realista, Optimista creo que da lo mismo, no dejan de ser palabras o etiquetas. Hay días en los que te sientes con mas fuerza y otros con menos. Pienso que no somos pesimistas ni optimistas, es nuestro estado de animo en cada momento el que nos define.
En mi caso, si me mantengo ocupado en asuntos que de verdad me interesan, siempre me siento optimista.
Saludos.
Buenas amiga Begoña.
Por lo que veo te ha pasado como a mi, que el 2009 ha sido un año de muchos ‘antes y despues’ y en todos los aspectos, y eso me entristece porque lo de las ‘leyes de Murphy’ es un hecho comprobado que ocurren.
Espero que las cosas hayan mejorado.
En mi caso el año aun ha empezado para peor, y por mucho que mejore ya es peor que el año pasado.
Y tienes toda la razón en una cosa, en el hecho de que al final es tu entorno el que te apoya y en el que te apoyas para salir del agujero, y aprovechando el título ‘antes o despues’ se sale, ¿cómo se sale? eso muchas veces ya no está en nuestra mano, pero por lo menos si ponemos todo de nuestra parte a habremos ganado algo con ello, aunque sea poco.
Un abrazo amiga y espero que este año sea muy positivo para ti.
Un beso
Buenas amigo Quique.
Esa ‘politica’ es una gran verdad. El mantener el cerebro ocupado aligera considerablemente la ‘cabeza’ y te hace ver las cosas de forma distinta.
Los estamos de ánimo son uno de los misterios del ser humano. ¡¡Ojala tuviésemos un botón que al pulsarlo nos cambiase automáticamente el ánimo!! pero como es imposible, siempre es bueno tener un poquito de de pensamiento positivo.
Un saludo amigo
buenas noches, Jose Luis.
Básicamente se trata de que lo que está fuera de nuestra área de influencia, no se puede cambiar; pero sí podemos cambiar lo que depende de nosotros.
Podemos tener a nuestro mejor amigo enfermo, pero de nuestra actitud para afrontar la situación dependerá de que los días que le queden por vivir sean de mejor o de peor calidad; también podemos pasar de un amigo y darle la espalda, o ser su apoyo en momentos que nosotros podemos aportarle fuerza y vitalidad.
No podremos evitar que nos echen del trabajo, que no encontremos empleo o que uno de nuestros amigos enferme, pero sí podemos evitar que alguien no quiera cruzarse con nosotros con motivos, o que seamos un mal recuerdo de alguien, porque todo eso sí depende de nosotros y no de los demás. Y por supuesto que no es sencillo, más cuando estamos atravesando nosotros mismos por lo mismo, pero de eso se trata y eso es justamente lo que nos hace humanos y no objetos.
No estamos solos, somos muchos, y lo superaremos. Eso sí, de vez en cuando hay que disfrutar los buenos momentos y premiarse con una cena con buenos amigos cuando hay cosas que celebrar; los pequeños grandes logros hay también que aprender a disfrutarlos, más cuando se ha luchado por ellos, pero en su justa medida, así se disfrutan al máximo. Y no hay mejor satisfacción que compartir una buena mesa con una buena amiga/o.
Un fuerte abrazo y afrontemos el 2010 con toda la salsa de la vida!.
Cuanta razón tienes amiga Begoña.
Como escribí en una entrada hace unos meses, al final todo la vida es a base de los pequeños detalles y de como disfrutes de ellos.
Lo superfluo muchas veces nos impide ver la esencia de la vida que como las grandes esencias se suele conservar en tarros pequeños.
Esperemos que como humanos que somos sepamos aprovechar ‘esos momentos’ que aunque para algunos carezcan de importancia, para otros son la esencia de la vida.
Un abrazo y un fuerte beso amiga
Hola José Luis,
En relación a los cambios creo que lo que hay que hacer es «ocuparse» y no «preocuparse». Dar vueltas al tema no tiene sentido si no es para buscar la vuelta más conveniente. Todo cambio y más si es drástico primero nos deja un poco perplejos, luego simplemente, hay que dar con el lado positivo y «ocuparse» del cambio.
Me quedo con lo de que «esos momentos son la esencia de la vida». Sin cambios, ¿no sería está puro aburrimiento?
Un saludo,
Hombre tu parte de razón tienes en lo de que sin los cambios la cosa sería bastante aburrida.
Lo cierto es que la base para superar los cambios traumáticos es afrontarlos como oportunidades. Cierto que muchas veces es algo difícil, pero en nuestra mano está la forma de afrontar las situaciones. En realidad eso es una de las partes que nos hace más humanos y mas sensibles diferenciándonos radicalmente de las máquinas.
Un saludo amigo