Con independencia de la motivación que posea el emprendedor, es decir, con motivación personal de montar su propio negocio o presionado por la situación de desempleo que le lanza a la aventura emprendedora, 3 son los motivos principales que, una vez montado nuestro negocio, pueden que den al traste con el:
- No fijarnos en el entorno que nos rodea
- Falta de marcarnos metas
- Falta de seguimiento de lo que hacemos
1. No fijarnos en el entorno que nos rodea.
Todos sabemos que las cosas no son siempre blancas o negras, pero también sabemos que no todo dura para siempre. No fijarnos en las alertas que nos envía el entorno es condenarse a la desaparición. Envolvernos en una burbuja que nos aisle del entorno en el cual nos movemos solo hace que no percibamos los cambios y, por lo tanto, ver oportunidades para nuestro negocio acabará siendo nuestro fin.
Muchos emprendedores encuentran una ‘zona de confort’ y son reacios a salir de ella. Es comprensible, pero el no estar atento a señales que clientes, proveedores y que el entorno en general envía, es un error de difícil solución.
2. Falta de marcarnos metas
Muchos emprendedores se lanzan a la aventura empresarial al ‘a ver que pasa’, lo que implica que muchas cosas se puedan escapar de su control y, por lo tanto, desperdiciar oportunidades de mejorar lo que hacemos.
Si no nos marcamos metas, ¿cómo saber si lo que hacemos es lo correcto? Vale que vendemos mucho y ganamos dinero en nuestro negocio pero, ¿es lo esperado? ¿más? ¿menos? ¿Sabemos dónde queremos estar dentro de un año, de dos o de tres años?
Sabiendo donde queremos estar nos ayudará a planificar las acciones para llegar a ello. Dejarnos a la libre voluntad de los acontecimientos implica que no llegamos a conocer la razón de las cosas: por qué vendemos tanto de un producto y no de otro, por qué hemos tenido un bajón es las ventas cuando creíamos que la cosa iba a ir mejor,…
Marcarnos metas en nuestro horizonte es fundamental para crear la estrategia de todo negocio y en cualquier ámbito de la vida. Emprender sin estrategia, y por lo tanto sin metas, es condenarse al fracaso a corto y medio plazo.
3. Falta de seguimiento de lo que hacemos
Por último, no hay estrategia posible de éxito en el negocio que emprendamos sino somos capaces de medir el éxito o fracaso de nuestras acciones. Saber si lo que hacemos da el resultado previsto o bien han aparecido factores no contemplados inicialmente que son los que han hecho que hayamos tenido éxito o fracasado en nuestra emprendeduría.
El seguimiento debe de entenderse como una mejora continua, una adaptación constante a las oportunidades que nos da el entorno. El seguimiento nos permite cambiar diariamente para mejorar aunque creamos que lo que hacemos sea perfecto. Una cita de Steve Jobs recoge este pensamiento: «Si hoy fuera el último día de mi vida, ¿querría hacer lo que voy a hacer hoy? Cada vez la respuesta que daba era siempre ‘no’. Por demasiados días seguidos buenos que tenga, sé que necesito cambiar algo«.
nada que no sepamos, pero hace falta que alguien nos lo recuerde. Gracias!!
Buenas Lourdes 🙂
A ver si por mucho insistir por lo menos se nos va quedando algo 🙂
Un abrazo
Interesante todo el post y esperemos que sea un buen recordatorio de que nada es tan fácil
Buenas amigo Golo.
Con ese objetivo ya me conformo, que la gente refresque lo que debe de hacer si quiere aventurarse a emprender y no por dejadez que la cosa se cierre.
Lo cierto es que por muchas veces que se repitan las cosas, casi siempre los errores vuelven a ser los mismos.
Un abrazo
¿»haber que pasa»?
Mejor «A ver qué pasa» ¿no?
Si lo cambias lo comparto
Saludos cordiales
Antonio Fernández
Jajaja!!! Muchas gracias Antonio, ¡¡mea culpa!!
Cada vez lo de escribir en teclado y no a mano ‘aborrega’ más 🙂
Un saludo