Quiero empezar esta nueva etapa del blog con un tema que roza los límites de la realidad y del yo interior.
El liderazgo de personas, que va a ser el tema principal de este blog, ¿se basa en cuestiones reales o en cuestiones subjetivas?
No cabe duda de que al ser un trato con personas, la parte del «yo propio» de cada uno de los miembros que conforman el grupo influye. ¿En qué medida? ¿Más que lo perceptible en la realidad o menos?
El líder debe de realizar su cometido desarrollando al máximo una serie de competencias inherentes a su puesto y responsabilidad: comunicación, motivación, gestión de conflictos,…, y confianza. Esta es la competencia sin duda más difícil de comprobar en un líder, porque en ella influyen de un modo claro las percepciones que los miembros del equipo puedan tener de él. Juega un papel importante además la idea del «yo individual» y del «yo colectivo».
Puede ser, y además suele pasar, que cuando te relacionas con un superior, no todas las decisiones que se tomen seran beneficiosas para ti. Tu «yo individual» tiende a ponerse a la defensiva sin tener en cuenta que realmente estas medidas en realidad pueden que no sean exclusivas para ti, sino que sean tomadas en beneficio del «yo colectivo» o sea del grupo en el que te encuentras.
Es aquí cuando surge el conflicto entre mi bien personal y el bien común del grupo al que pertenezco. Siempre tendemos a ver que lo que me perjudica a modo individual es malo y más si viene «impuesto» por el líder o superior jerárquico.
Por lo tanto es el momento de analizar las decisiones del éste para su grupo desde una doble perspectiva: la del miembro del equipo y la del lider.
Para el miembro del grupo:
Somos humanos y por lo tanto tendemos a ser individualistas. Lo que nos perjudica es malo. Pero dentro de las organizaciones debemos de comprender que el individuo es un elemento más del equipo al que pertenece. El concepto de equipo implica que los miembros del mismo tienen un objetivo común a parte de tener un propio objetivo individual. Sin este objetivo de grupo, no existiría la idea de equipo siendo exclusivamente una unión de individuos movidos por intereses particulares que en ningún momento se plantean el éxito del equipo.
Si el líder toma una decisión que nos parece inadecuada podré optar por tomar tres posturas.
-Pasiva: sencillamente acatarla sin rechistar y en teoría me generará perjuicios psicológicos al ver todo como una amenaza a mi personay adopto una postura de sumisión que me va minando interiormente.
-Agresiva: oposición total a la medida impuesta. Generará estrés en mi «yo interior», pérdida de tiempo y energías adoptando una postura a la defesniva en todo momento.
-Asertiva: intentar razonar la medida tomada en visión inidivual y visión de equipo. Si surgen dudas, hablar con el líder o con quien tomó la medida intentando aclarar dudas y razonando las cosas.
En pura lógica, esta sería la mejor postura, no desperdiciando ni tiempo ni generando ni ansiedad ni estrés en mi interior.
¿Solemos ser asertivos?
En mis años de experiencia laboral he llegado a la conclusión de que no.
Prima por encima mi bien personal sobre el del equipo, no me cabe duda.
Para el lider del equipo:
Para esté la tarea es realmente complicada. Debe de intentar saber las necesidades, aspiraciones y motivaciones de los miembros del equipo e intentar aunarlas con los objetivos del equipo. De nada vale satisfacer a los miembros a nivel individual si lo que consigo es perjudicar al equipo. En un trabajo a turnos si todos los miembros quieren trabajar en el turno de dia por ejemplo, si los satisfago a todos, está claro que el objetivo del equipo no se podrá conseguir. Siempre habrá algún miembro que salga mejor y otro que salga peor parado de las decisiones tomadas.
¿Dónde está la habilidad del líder?
Todos lo hemos vivido alguna vez en nuestros trabajos. Cuando la orden o decisión es impuesta «por qué si», sin explicación correspondiente, sin posible derecho a réplica por los que la van a «sufrir», el clima laboral se vicia muy rápidamente. Todas las medidas que vengan se van a considerar posibles amenazas. Sino meditarlo y buscar una situación similar en vuestro trabajo.
Es aquí cuando juega un papel importantísimo la habilidad del líder (o habilidades).
Este debe de comunicar en todo momento la medida y el fin de la misma, teniendo en cuenta que debe de escuchar las reflexiones de los miembros de su equipo, separando lo supérfluo de lo importante (juicio crítico). Buscará la participación activa del equipo como medio de que se acepte la medida (apertura democrática de miras) y sabrá ponerse «en la piel» de sus colaboradores (empatía). Si consigue la involucración de los miembros del equipo conseguirá el exito que persigue la medida (motivación).
Pero realmente, ¿qué es lo que busca el líder?
Todo se resume en una sencilla palabra: «CONFIANZA«.
Esto en todo momento es lo que debe de intentar conseguir el líder, utilizando para ello todas las herramientas que están en su mano.
Y si miramos desde nuestra perspectiva individual también es lo que queremos realmente nosotros. ¿ O me diréis que os gusta ser dirigidos por una persona en la cual no puedes confiar? Lógicamante no.
Cuando el líder, en el que confío toma una medida, si realmente confío en él y asi me lo ha demostrado, no dudaré de los fines que persigue con esta medida aunque aparentemente crea quea nivel individual me puede perjudicar. Si me fio de él, consideraré que la medida la ha tomado según criterios de justicia y equidad, o incluso por alguna razón que yo no vea, pero que siempre puedo preguntarle y el me podrá razonar o justificar.
Si soy líder, me gustaría que mi equipo se fie de mi forma de actuar, que sepa que siempre miro por el interés del grupo, que siempre estoy abierto a la crítica constructiva, sencillamente porque de ocurrir esto se que su compromiso con su cometido y con mis decisiones va a ser muy fuerte.
Tras todo esto ¿creéis que podemos decir que el liderazgo es cuestión de confianza?. Yo creo que si.
De hecho un equipo no es equipo si no se confía en el líder. Eso sí, la confiaza se gana día a día y por desgracia se puede perder en un solo segundo.
(Si os ha gustado el tema comentármelo y haré un artículo exclusivo sobre medidas prácticas para generar confianza).
José Luis:
Me ha gustado mucho el enfoque que has dado a este primer post de la nueva época. Sin duda, la confianza es el elemento esencial en el que se traduce el liderazgo. Sin ella, mal se puede lograr que las personas se alineen con los líderes.
Tanto es así, que el subtítulo de mi blog es precisamente este: liderar, confiar, motivar.
Pero también hay un elemento esencial y que a veces olvidamos: la autoconfianza, en este caso aplicable al propio líder, elemento necesario para avanzar incluso desde la soledad en la que a veces hay que ejercer el liderazgo. Me acuerdo de los corredores de maraton en los que se percibe con claridad la necesidad que tienen de esa confianza en ellos mismos como motor para poder seguir avanzando.
Seguramente lo conoces, pero te recomiendo un libro cortito pero muy interesantye llamado precisamente así, Confianza, de ediciones Urano.
Hsta pronto.
Buenas amigo Josep.
Muchas gracias por tus palabras y me alegro de que te guste el nuevo enfoque.
Si que he oido hablar del libro en alguna sesión sobre todo de coaching, como cabecera de mesa para generar a los profesionales de este área su propia autoconfianza en el desarrollo de su actividad.
El liderazgo es un factor clave, y más en los tiempos que corren que estamos todos demandando un líder que nos saque de la situacion actual. Pero como bien apuntas, la confianza se debe de ganar y lo primero y esencial es la autoconfianza en lo que uno es y en sus posibilidades. Yo lo suelo unir mucho a la idea del positivismo y la motivación. Si uno no es capaz de motivarse o de «positivizarse» a uno mismo, eso se transmite a los demás con lo que la tarea de liderazgo y por lo tanto de generar confianza y motivación en tu equipo es nula.
También tienes razón en la idea de la soledad del lider. El lider (sobre todo el tranquilo o en la sombra), pasa casi siempre desapercibido por los demás con lo que tiene que saber autoconfiarse y automotivarse como su primer característica personal. Su trabajo es necesario pero no es lo suficientemente reconocido. Es una de las causas de abandono en los líderes: la falta de reconocimiento a sus labor. Los líderes erócios, los que la gente recuerda, normalmente son recordados por una acción determinada, no por su trayectoria completa. Como se dice vulgarmente , lideran para la foto. Los que están en la sombra son líderes día a día, se lo trabajan todo a diario, están poco reconocidos, y poseen una presion o responsabilidad muchas veces mal retribuida. Por eso mucha gente dice la verdad que el ascender, sino es con una compensación económica determinada, no compensa el exceso de responsabilidades que llevará aparejado.
El lider tranquilo y en la sombra si que es el corredor de fondo. Nunca gana las medallas al instante, sino que es valorado a lo largo de toda su trayectoria, de ahi que sea importantísimo la autoconfianza.
Un saludo
El líder es un eslabón entre sus superiores y su equipo. Cuando los tres están alineados la organización puede avanzar
Cuando no lo están se colapsa
Confianza sería el pegamento que los une
Enhorabuena por el blog
Saludos
Muchas gracias amigo José Luis.
El considerar la metafora del pegamento y la confianza como la unión de los miembros de un equipo es tremendamente elocuente. En todas las relaciones hmanasa y mas en las organizaciones o empresas, en las que las personas pasan más de media vida, sino hay confianza ¿qué queda?, ¿vivir siempre en la incertidumbre? eso no es humanamente posible, por algún lado se tiene que romper. Yo creo que en esta época de crisis que nos ha tocado vivir hay lo que defino y muchos definen como «líderes heróicos», los de la fotografía y os que quieren pasar a la historia (casi siempre encarnados en políticos) Pero les falta eso, la confianza de los que dirijen. De esta saldremos con los «lideres tranquilos», los que tienen como labor el trabajo duro día a día y en la sombra y raras veces reconocido.
Es triste, pero para que el mundo funcione necesitamos de las dos figuras.
Un saludo
José Luis, veo que has empezado a liderarte tú mismo¡ Me gusta mucho el nuevo blog, aunque el otro no estaba nada mal (qué voy a decir yo, si utilizo la misma plantilla).
Estaré atento a tus evoluciones. Un abrazo. Ah, y cambia la foto que en persona eres aún más atractivo si cabe ;-))
Lo de caber, espero que no sea con segundas
jajajajaja!!!!
Te hare caso en lo de la foto, aun estoy en obras en el blog.
Un abrazo amigo
Como autor del libro «Cuestión de confianza» publicado por ESIC en Diciembre de 2006, no puedo estar más de acuerdo con la relevancia que otorgas a la confianza. Toda sociedad se soporta en la calidad de su cultura de confianza y más si es una sociedad avanzada.
Observo una clara correlación entre nivel de desarrollo humano y nivel de confianza de una sociedad.
El asunto es reconocido aunque no esté aún de moda en asuntos de gestión y sociales porque mi libro resultó ser el 2º más vendido de entre los de gestión en 2007 según Expansión y El Mundo pese a la nula publicidad con que se lanzó.
Se habla de complejidad y necesidad de cambio y creatividad. En mi opinión para que los colaboradores exhiban su creatividad, se atrevan a cambiar y optimicen su motivación, es indispensable que exista una cultura de confianza en la organización. Pero para eso hace falta un liderazgo inteligente y abierto y no simple mando.
Salud
Buenas Sixto.
Creo que has dado en el clavo y empezando por el final. No se sabe liderar, por lo tanto ¿que se espera del equipo? ¿Confianza en quien?
Yo en mi opinión se quiere, es más se desa en muchas ocasiones el seguir a un lider, el confiar de verdad en alguien, pero esa figura no abunda ni en la sociedad ni en las organizaciones por desgracia.
Se buscan falsos líderes y falsos profetas que lo que hacen es , mayoritariamente, defenestrar la figura del liderazgo y lo que llevan es mas desconfianza en el entorno, en vez de tener que hacer justo lo contrario.
Un abrazo