El gran Lebowski es una comedia clásica sobre secuestros, misterio y un montón de bolos. Dudamos que los hermanos Coen tuvieran el social media en mente cuando estrenaron la película en 1998, pero los extravagantes sucesos contienen algunas lecciones inintencionadas para contenidos de marketing si se lee entre líneas. Desde el relajado «Nota» hasta el impetuoso Walter, los inolvidables personajes de El gran Lebowski ofrecen consejos implícitos en el mundo social incluso si no estás desvelando una estafa de millones de dólares.
Un carácter único:
Jeff Lebowski era un simple fumador de hierba y bebedor habitual de rusos blancos que podría haber vivido toda su vida a la sombra en un apartamento, invisible para el mundo. En cambio, decidió valientemente ser diferente, decidió destacar; decidió convertirse en «El Nota». Igual que Lebowski era conocido por su labia y despreocupación y su personalidad ocurrente, tú también tienes que luchar para darle a tu social media su propia voz única.
La gente está cansada de leer sobre los mismos temas de los escritores anodinos que intentan copiar el estilo de todos los demás. Si quieres destacar y recibir el seguimiento de los ojos hambrientos que revisan varias veces al día, esperando ver algo nuevo que devorar en tu blog, tienes que crear tu propia voz, ser tú mismo y tener la opinión de los lectores sobre ti de principio a fin.
Atenerse a las reglas:
Quizá no tienes que llevarlo tan lejos como cuando Walter saca la pistola en la bolera para evitar que Smokey haga una puntuación dudosa, pero sus intenciones eran las correctas. Si quieres tener éxito en los medios de comunicación social no puedes ignorar las reglas implícitas del juego. Si rompes un convenio importante por tratar de vender directamente tus productos en el contenido que compartes, o no enfocas tu blog a un público específico, no hay forma de lograr un seguimiento firme.
Las reglas que lees están en su lugar por una razón, porque los años de ensayo y error les han concedido el ser la forma más eficaz de abordar esta nueva experiencia. No pienses ni por un segundo que puedes ignorar las más importantes porque entren en conflicto con tu visión o te hagan sentir incómodo.
Buscar a la persona que más se beneficiará:
En el momento en que El Nota se enteró del «secuestro» de la mujer del sr. Lebowski, no se lo creyó ni por un momento. La noche siguiente, en la bolera, le explica a Walter que algo de la situación no es verosímil. Aunque no estaba del todo seguro de la verdad, sabía que podía sospechar. «Mira quién se beneficiaría más», dijo. Sabio consejo de hecho.
Cuando estés creando tu campaña de social media piensa en quién se beneficiará más de la información que estás compartiendo. Visualiza una sola persona – no un grupo – y comprende sus rasgos, pensamientos, intereses y problemas. Este ejercicio te ayudará a entender cómo escribir contenido que se meta en el bolsillo a tu público objetivo. Mientras que la persona que visualizaste puede no existir en la vida real exactamente como la imaginaste, la mayoría de tu público comparte una gran parte de sus rasgos, y escribiéndole a ella, capturas los intereses del grupo.
Ir a por valor de impacto:
Walter es lo último en espectacularidad. Cuando había que hacer un punto, siempre podías contar con él para que utilizara el comportamiento extravagante, gritos, y la fuerza física para hacerlo. Hay una razón por la que siempre actúa así – es porque el impacto es una forma efectiva de transmitir un mensaje. Claro que destrozó el coche de los chicos equivocados o tiró a un inválido real de su silla de ruedas en algún momento, pero eso no viene al caso.
Social media es un plato que se sirve caliente. Si tu contenido es obsoleto, poco original, o de alguna forma aburrido, no tienes ninguna posibilidad de conseguir un número importante de lectores. Recuerda que el punto de tus medios está en ser tan evocador que la gente se sienta obligada a compartirlos con sus amigos. Si no puedes impresionar, inspirar, o tocar a cualquiera que aterrice en tu blog, los lectores simplemente se buscarán otra cosa que compartir.
Nunca olvides tu objetivo:
A lo largo de El gran Lebowski, El Nota nunca olvidó lo que más deseaba – conseguir reemplazar su alfombra. Desde el estudio de arte de Maude Lebowski a la casa del lago de Malibú de Jackie Treehorn, El Nota tuvo este objetivo en mente. Del mismo modo, a medida que comienzas a publicar en tus medios de comunicación social, siempre debes recordar cuáles son tus objetivos ya que siempre determinarán las decisiones que tomes con tu campaña.
Si quieres ser la principal autoridad del mundo sobre un tema determinado, tu blog tomará una forma muy diferente a la de alguien que sólo quiere un número de lectores moderado e ingresos por publicidad pasiva. Por esta razón, no puedes perder de vista ni por un segundo tus objetivos a largo plazo o te puedes perder en la inmediatez de los problemas a corto plazo y las oportunidades que están en camino.
Ir a por el momento «¡Ahá!”:
Tras ayudar a su «amiga» a concebir un hijo, El Nota consiguió una información que por fin hacía encajar todas las piezas del rompecabezas. En un momento de excitación, salió corriendo a su sala de estar y amenazó con abandonar el equipo de bolos si Walter no iba a recogerlo inmediatamente. Lo que le pasó a El Nota se conoce como un momento “¡Ahá!”, y tú los puedes usar en tu beneficio.
Un momento “¡Ahá!” es un ejemplo simple o una ilustración que completa un cuadro para alguien y hace que se le encienda la bombilla en su cabeza. No importa en qué campo estés trabajando, no cabe duda que mucha gente intenta comprenderlo o tiene ideas equivocadas sobre él. Identifica las áreas problemáticas y encuentra una manera de explicarlas de una forma totalmente nueva, que lleve a un lector con poca experiencia a un estado de plena comprensión. Cuando puedas hacer que un lector vea la solución a sus problemas de una manera fácil y concisa, ganarás su confianza y lealtad.
Sin un valor, no obtendrás la venta:
Un error crucial que los nihilistas cometían era seguir pidiendo el dinero del rescate aún cuando no tenían rehenes. Walter tocó un buen punto en su último enfrentamiento diciéndoles que «sin un rehén, no hay rescate.» Dicho de otra manera – sin ningún valor, no hay ninguna razón de peso para comprar.
Muchos novatos en social media hacen mal esta lección. Ellos ponen el carruaje delante del caballo usando su contenido compartido como un fino velo para un argumento de venta evidente. No es así como funciona. En su lugar, necesitas proveer a tus lectores de verdadero valor antes de pedirles un céntimo. Demostrándoles una y otra vez que tu contenido gratuito es útil y que vale la pena volver por él, implícitamente les dices que tus productos o servicios de pago valen la pena.
Fuente: Flowtown
Y para cerrar el post, qué mejor manera que con una escena de la película. Cómo podríamos aplicarla a los social media lo dejamos a vuestra imaginación 😉 :