Cuando uno ya va cogiendo unas edades en las que ya está más cerca del final que del principio, las canas, las entradas o los kilos (algo de esto debe de ser) te permiten ver las cosas con otra perspectiva que hace 20 años no las veías.
El otro día en los comentarios de una entrada, intercambiábamos opiniones mi amiga Begoña y yo sobre las ‘cosas importantes’ y le dije que de esa conversación saldría un artículo. Y es este.
Desde pequeño, igual que a todos en esta vida creo yo, siempre nos hicieron la misma pregunta: ¿Qué quieres ser de mayor? Bombero, policía, futbolista,… los que eramos niños. Maestra, enfermera, cirujana,… las que eran niñas.
Esas eran las repuestas más habituales, por lo menos en mi época.
Al crecer y ya empezar a pensar en el futuro la pregunta cambiaba: ¿a qué te quieres dedicar? y en función de eso, ¿cuánto vas a ganar o a dónde esperas llegar profesionalmente?
Y ahora, no se si con los pies en el suelo, los ‘palos’ que da la vida o vete tu a saber el motivo, las cosas ya no son como eran entonces y es cuando comienzas a ver la importancia de lo que realmente es importante.
He llegado a la conclusión de que nuestros progenitores se equivocaron. No intencionadamente, sino porque no pensaban realmente en ello, o por lo menos eso creo.
De niños la pregunta, ¿Qué quieres ser de mayor?, realmente nos condicionaba toda la vida. Y era una pregunta errónea a tenor de como está la sociedad ahora. La pregunta adecuada hubiese sido ¿Cómo quieres ser de mayor?
Y es que la variación del Qué al Cómo, es una diferencia abismal en este caso. ¿Cuántos niños contestaban antes, que lo que querían ser eran ‘buenas personas, buenos profesionales, buenos parejas, buenos padres…’?
La importancia estaba en Qué conseguir, independientemente de la forma en que se consiguiese. El éxito era la marca distintiva, no el Cómo se llegase a él.
Realmente ¿qué preferís que hubiese sido o que sea vuestro hij@?, ¿un buen abogad@ maltratador de su pareja y de sus hijos (por poner un ejemplo) o un simple barrendero (con todos mis respetos) que es adorado por su pareja, reconocido como buena persona y un excelente padre?
A lo mejor hace 20 años me diríais que lo primero, pero hoy por hoy, para ser sinceros, creo que me diríais lo segundo.
Y es que el éxito, el famoso ‘Qué’, es algo efímero, mientras el ‘Cómo’ es algo que es innato en cada uno y lo que nos va a acompañar a lo largo de la vida y que nos va a definir como persona delante de los demás, como miembros de una sociedad que somos.
¿Qué más da llegar a ser un ejecutivo exitoso si personalemente eres una persona amargada, frustrada o acomplejada? Llegar al éxito a cambio de perder amigos, de ‘trepar’ a toda costa, de dejar una impronta de mala persona, conduce a que el conseguir el Qué pierda importancia con respecto al Cómo lo has conseguido.
Cuando todo se acabe, la gente nos recordará por Cómo hayamos sido y no por lo Qué hayamos sido.
Por lo tanto lo importante en esta vida es conseguir estar agusto con uno mismo, sin más pretensiones que llegar a ser feliz y hacer feliz a los que te rodean, haciendo sacrificios para ello si hiciese falta, pero no perder el ‘norte’ de las cosas en aras de alcanzar el Qué.
Y como conclusión, el ‘Cómo seas’ depende de tí y exclusivamente de ti. Mientras el ‘Qué seas’ es algo en lo que influyes, pero lleno de interrogantes externos.
Mi buen amigo José Luis,
Comparto tu reflexión y te doy la enhorabuena por este artículo tan bello.
Y me permito, de forma humilde, pero creo que certera, destacar un gran error humano, como ha sido el en anteponer el «tener» por algo tan esencial e, incluso, sublime, como el «ser». Simplemente.
Gracias amigo, porque viniendo de ti es un alago.
Y tienes mucha razón y eso dará para otra entrada, la diferencia de ‘ser y tener’.
Realmente necesitaba hacer esta entrada, me la pedía el cuerpo.
Un abrazo
Comparto con Pedro que ha habido mucha obsesión por el «tener» y menos por el «ser», y también el sentido de tu post: sin tener que llegar a los extremos que mencionas, prefiero vivir en paz con los demás y conmigo mismo, tratar de ayudar a quien pueda y ser honesto.
Aunque sé que en ocasiones hubiera conseguido más cosas actuando de otro modo, o mejor dicho, en determinadas situaciones otros actuaron de otra manera y consiguieron cosas que yo no conseguí.
Pero no me arrepiento de ello, al contrario, allá cada uno y su conciencia.
Un abrazo
Pablo Rodríguez
Buenas noches a todos.
Caramba, Jose Luis, muchas gracias por tu artículo!.No me lo esperaba.
2009 para mí fue un año de descubrimientos. Si bien es cierto que no acabó en ningún sentido como me hubiese gustado, y además, arrastraré un gran problema de salud, no ya mío, sino de uno de mis seres más queridos y determinantes en mi vida que deberé afrontar con entereza y mucha fuerza este año, (lo que hablamos en público, ley de Murphy ……..:-)), algo positivo me llevo : Stephen R. Covey y sus 7 hábitos, es la grandeza más grande que he leído en mi vida. Tengo en mi haber varios libros más de este autor, «el 8ª hábito» que no desmerece aunque está más centrado a nivel laboral, y «lo primero es lo primero»; a modo de resumen, todo lo que he tenido el privilegio de leer hasta el momento relacionado con coach y liderazgo, depende de la misma raíz, y en todas partes veo la esencia de este libro magnífico.
Supongo que las circunstancias determinan, y la generación también (soy de finales del 71). Yo quería ser astronauta , me fascinaba el universo y la astronomía, pero en 6ª de EGB, una eminencia que posteriormente se fue a la universidad de Oxford a enseñar matemáticas, me convenció que la carrera de astronomía requería de una gran habilidad en esta ciencia, y , por entonces, con 10 años, acusaba tendencia hacia las letras.
Lo curioso, es que ahora es a nuestros hijos, en sus clases, a los que les ponen nombres de estas profesiones: policias, enfermeros y pintores (te hablo de las clases de P4 del colegio de mi hija).
Sin embargo, he tenido una experiencia no positiva a raíz del «éxtasis» de la interpretación de los 7 hábitos del Covey, que me gustaría cambiar, pero cada día que pasa veo que no tiene solución, porque no depende de mí . Ya no creo en los Reyes Magos, y lamentablemente, en contra de lo que Economía Sencilla expone, yo diría que antes de dar por dar, hay que mirar de que sea correspondido. Porque ponen en tela de juicio tu generosidad, pero qué hay del receptor?. Yo opino que debe ser algo mutuo.
Me hago dueña de una frase de un gran amigo que es un gran coach: «somos nosotros mismos los que permitimos que nos hagan daño». Y llegados a este punto, no olvido un gran cuento de Jorge Bucay, que es mi favorito, titulado «el sembrador de dátiles». Es un cuento precioso.
Un abrazo y muchas gracias por publicar la esencia de Stephen R. Covey.
Jose Luis, felicidades por esta entrada, porque en pocas palabras concentras claramente una reflexión magnífica. Me quedo con la conclusión, que realmente resume qué está en nuestra mano exclusivamente y qué se ve afectado por factores externos, que en ocasiones no podemos controlar.
Un abrazo.
Hola José Luís,
Yo queria ser arquitecto, sin embargo estudie Ingenieria industrial textil, (por lo de la empresa familiar, mas facil no?), luego resulta que eso se acabo y ahora que soy? Pues la verdad, aunque esa pregunta me la hago a menudo (con respuestas de todo tipo, fliparias…) lo que de verdad me preocupa es si estoy actuando acorde a lo que me he propuesto ser, igual lo he liao, jaja
Muy bueno, en tu linea. Con tantas re-flexiones estaras en plena forma eh? Sigue asi amigo.
Gracias, José Luis, por abrirme los ojos en un día en el que estaba un poco aletargado 😉
Existe un modelo de gestión que se denomina de «confluencia organizacional» y que va de que las organizaciones especifiquen y centren esfuerzos tanto en los «Qués» (por ejemplo, objetivos) como en los «Cómos» (por ejemplo, valores) para ser más eficaces. A mi me encanta y lo utilizo frecuentemente.
Sin embargo a mi hija le pregunto «¿Qué te gustaría ser de mayor?… ¡Caramba!… Una vez más lo de siempre: qué fácil es predicar y qué difícil ver las cosas en uno mismo.
A partir de ahora cambiaré la pregunta.
Buenas amigo Pablo.
Efectivamente has conseguido una csa que para las personas es indispensabel, que es poder echar la vista atrás y no lamentarse de lo hecho, a sabiendas de que con otras decisiones, más o menos eticas o acertadas, habrías conseguido a lo mejor mejores resultados.
El estar a gusto con uno mismo, como se suele decir, no es pago con dinero.
Un abrazo
Gracias a tí amiga Begoña, porque ya te dije el otro dia que esto era fruto de una relación dialogada y en ella me he inspirado.
Siento que me digas lo de los problemas de salud. Espero que la cosa sea recuperable.
Me encanta la frase última que dices de tu amigo. Y en parte te doy la razón cada cual deberíamos dar sin esperar nada a cambio, pero esa actitud nos conduce, salvo que seas de una personalidad especial, a muchos fracasos y ‘bajadas de moral’. Si lo que haces, fuese a cambio de algo recíproco, ese problema lo evitaríamos.
Pero también es verdad, yo creo que la satisfacción de un reconocimiento cuando no esperas nada, es mayor que cuando si esperas algo. Y puede que esa sea otras de las grandezs de la vida, ‘el factor sorpresa’.
Un beso y espero de corazón que esos problemas de salud tengan solución
Gracias Nikkita.
Y es que de verdad, si lo pensamos detenidamente, deberíamos de intentar siempre lo mejor pero teniendo en cuenta que solo podemos controlar lo que somos y que está en nuestras facultades. Eso es lo realmente importante.
Aquello de la suerte es algo que hace que una persona tenga más o menos éxito, pero lo que somos no es cuestion de suerte, sino de lo que qerramos ser.
Un abrazo
Jejeje!!! Gracias Quique.
No te has liado para nada, creo que te refieres que dentro de tus objetivos personales que te has marcado actúas de forma coherente para poder conseguirlos. Eso te daría una gran satisfación personal.
Pero ojo, en ningún momento estamos diciendo que esos objetivos sean los mejores que podias haberte planteado, sino que, que los que has escogido (bien o mal) losestás intentando realizar con toda tu buena fe, y eso es algo admirable.
Por eso lo de ‘vocacional’ y ‘profesional’. Una dedicación vocacionla da grandísimas satisfacciones, pero no deberían ser mayores que las que da una dedicación profesional en la que haces las cosas de forma correcta( a sabiendas que no es lo que realmente te satisface).
Tengo yo un conocido que siempre ha tenido mucho éxito en sus actividades profesionales, pero seimpre encuentra algo que le hace estar amargado debe de ser aquello de que : ‘la suete de la fea, la guapa se la desea’. 😉
Un saludo
Gracias a ti Alberto por aportar una muy buena opinión e información del modelo de gestión que indicas.
Yo lo he tocado una vez, pero depende mucho del enfoque del grupo con que trabajes, pero realmente es muy buen método.
La pregunta que le haces a tu hija, se la preguntamos todos a nuestros hijos, ¿que demuestra?, pues claramente que somos humanos, y que para los nuestros deseamos siempre lo mejor y eso lo identificamos con el éxito.
Ese es el problema de fondo de la sociedad actual: ‘si no hay reconocimiento externo por el éxito obtenido, no somos nadie’. Y eso es lo que hace que cada uno abandone lo personal por el éxito profesional lo que nos lleva a evolucionar como sociedad por un camino que no me gusta nada particularmente.
Un abrazo amigo
Buenos días, Jose Luis.
Es cierto, al final dar y ser generoso siempre tiene una recompensa enorme que no se compra con dinero, y que se integra en tu interior; y ese es el mejor reconocimiento que puedes recibir.
Las reflexiones que todos los post han ido dejando me han dejado un punto de vista algo distinto, o quizá hoy lo siento de forma diferente porque hablaba desde el dolor y la no aceptación.
Hay que aceptar lo que viene y bregar con ello, dejar que la vida fluya y no preocuparse por lo ajeno, sino por lo que exclusivamente depende de tí, y esa es responsabilidad es exclusiva de nosotros mismos, que no podemos dejar en manos de los demás porque no les compete . Lo demás, está fuera de nuestro círculo.
Un abrazo y mucha fuerza.
Esa es la esecnia de la vida amiga Begoña, el preouparse ‘como ser’ dia a dia y no por el ‘que ser’
Lo primero es lo que va a pesar en tu vida, en tu relacion personal y lo que más satisfacciones te va a dar.
Lo segundo es superfluo, es un escaparate para que la gente te valore como algo extraño, sin sentimientos.
Yo prefiero ser una buena persona considerada por los demás y sin exito profesional que un triunfador a base de haber sido mala persona.
Te aseguro que eso a final queda, tarde o temprano sale a al luz como es cada uno..
Un fuerte abrazo
Hola José Luís,
Un post muy bonito que hace reflexionar y replantearse muchas cosas.
Gracias por compartirlo.
Saludos,
Juan
Gracias amigo.
Espero que mañana vyana las cosas como la seda 😉
Ya me contarás!!!
Un abrazo