«Todos los hombres son iguales«, debe de ser una de las frases favoritas en las reuniones de mujeres cuando hablan de sus maridos.
En el mundo de las organizaciones también existen sus tópicos: «El jefe llega a ser jefe por ser como es y haber hecho la pelota«, «El trabajador de por sí, es vago«, «Si un compañero te puede pisar para ascender, lo hará«,…. Son ideas que ya están enraizadas en la cultura organizacional y en el mundo laboral que puede que sean en ocasiones verdad y en otras ocasiones no, pero que se han estandarizado y se han introducido en la indiosincrasia del mundo empresarial.
Como dijo Stephen Covey, se convierten en «paradigmas» o «barreras mentales» que debemos de destruir. Un jefe por definición no puede ser bueno, ni un empleado puede ser trabajador. Ni más ni menos estamos hablando de nuestro gran amigo «el prejuicio«.
Etimológicamente prejuicio viene del Latín praejudicium que significa «juzgado de antemano», ¿y qué es algo juzgado de antemano que mas se puede definir como tal que las creencias o estereotipos?.
Si de algo me consta que los humanos pecamos es de prejuzgar. Yo es que estoy convencido de que aparte, es que nos «encanta», y no sólo por el hecho en sí de prejuzgar, sino por el hecho posterior de que si aciertas, el propio ego sube y surje «ya lo decía yo». Básicamente nos gusta prejuzgar para autovalorarnos, por cargarnos de razón. Basta con que un solo prejuicio hayamos realizado y al final se haya cumplido para que desde ese momento ya prejuzguemos todo.
Y digo yo, ¿no sería más fácil enfrentarse a una situación cualquiera con la mente abierta y libre de ideas preconcebidas y esperar a ver lo que ocurre para hacer un jucio de valor?
Si aparte seguro que es menos estresante: dejar ver los acontecimientos que hacerse una idea previa de lo que ocurre.
Pues en el mundo de las organizaciones y las relaciones humanas que se desarrollan dentro de ellas, uno de los grandes enemigos es el prejuicio y su primo cercano el «rumor«. Del primero se deriva una oponión considerada como verda, y que se trasmite por medio del segundo. Y es obvio decir que no hay peor cosa para una organización que el mal manejos de los rumores.
Y es que al hecho de prejuzgar (que podría ser un prejuicio positivo etimológicamente hablando) no conduce a nada, no nos vale para nada, además de ponernos a la defensiva en muchas ocasiones.
No creo que haya nadie que diga que prejuzgar es bueno, y es cuándo me surge la pregunta ¿por qué prejuzgamos entonces? Y solamente encuentro la respuesta que antes os comentaba, por «llenar nuestro ego» y que el resto del equipo humano con el que nos encontramos colaborando aumente su consideración por nosotros.
Y como estamos en verano os dejo este video para que veáis lo poco adecuado que es el prejuzgar:
José Luís, yo diría que, más allá del mero ejercicio ególatra, prejuzgar es muy sencillo: los seres humanos tendemos a categorizar todo porque este tipo de «reducciones al absurdo» y simplificaciones nos facilitan la existencia.
Otra cosa es que las «soluciones» de este tipo, fáciles y rápidas, sean las más aconsejables.
Por cierto, muy buenos los anuncios de Ameriquest, gracias por compartirlos 🙂
¡Un saludo!
Buenas amigo.
Es que como tu sabes bien de eso, los humanos y la sociedad en general tendemos por el marketing y sus herramientas a categotizar y sobre todo a etiquetar todo lo que tenemos delante.
La línea que separa el prejuicio de la etiqueta es umamente endeble, con lo que al final, los prejuicios a parte de ser humanos, nos son impuestos por la sociedad en al que estamos.
Me alegro de que te gustasen los video. Yo cuando los ví no pude parar de reir un buen rato.
Un abrazo amigo
El prejuicio forma parte de la naturaleza humana y auqnue sepamos que existen y que afectan nuestra objetividad los seguimos usando. Son paradigmas en si, sólo que pueden ser más conscientes, pues mucho reconocen prejuiciar, aunque lo suguen haciendo, y en la empresa aún más. Lo que quiero decir es que no se acabarán, la contrario sosn perpétuos…
Saludos
SM
Efectivamente amigo, son innatos en la persona. Ya son como valores adquiridos y que no se sueltan. Pero yo aún así creo que si dos despojásemos de ellos, nuestra vida sería mucho más fácil.
Un saludo
Gracias amigo.
El video, sencillamente es un claro ejemplo de como somos los humanos.
Me ha parecido ideal para demostrar «lo torpes que somos» los humanos.
Un saludo
Los clichés y chascarrillos son la base de nuestra socialización
Eso si amigo Hagetmau, son como digo yo a veces ya base de nuestra cultura, estás más que tatuados en la piel, jejeje!!
Un saludo