¿Crisis igual a problemas? Sí y no.
Crisis es la situación en si que nos rodea en algunas momentos o aspectos de la vida (como la crisis actual por ejmplo). Problema es la concepción o mapa mental que nosotros damos a esa crisis.
Es por lo que ante una situación de crisis, las reacciones humanas son muy diferentes y los resultados de ellas son impredecibles.
Inicialmente ante una situación complicada hay dos formas de ver las cosas, o bien yo tengo la culpa de lo que me pasa o la tienen los demás. No hay otras alternativas. O surge en ‘por mi culpa…’ o surge el ‘porque los demás…’.
Las dos son reacciones de lo más normal y no por ello dejan de ser las correctas.
Hablando con un amigo un día, cuando lo echaron de la empresa, se quejaba de que se habían portado mal con él. Le pregunté el motivo y me dijo que por baja productividad, cosa que me extraño. Hablando un poco más me acabó confesando que llevaba unos meses que no hacía nada porque no lo habían ascendido y que la cosa en la empresa en general iba mal y que iban a hacer recortes y que además cada poco pedía una baja.
Mi pregunta fue ¿sigues creyendo que la culpa es de los demás o crees que tu has tenido que ver? Dudó y a regañadientes reconoció que algo influyó su comportamiento.
La primera razón en una crisis es o ‘autoculparse’ o ‘culpar a alguien’. Pero como me decían a mi en un trabajo en el que estuve ‘esas son disculpas de mal pagador’.
Cualquiera de esas dos reacciones humanas son generadoras de un problema. Es decir, la crisis se produce y mentalmente pongo una barrera o bien de ataque hacia los demás o bien de autocastigo. Y las cosas no son así.
La crisis actual en la que estamos ha roto esquemas dentro de las reacciones humanas y, sobre todo, ha descolocado mentalmente a mucha gente.
Antes te echaban de un trabajo y objetivamente lo podías entender. Ahora, llevas 15 años en tu puesto haciendo lo que debes, cumpliendo con creces tu cometido y el premio que obtienes es un despido.
¿Qué es lo primero que te preguntas? ¿Qué he hecho mal? ¿Y lo segundo? ¿Qué podría haber hecho yo para que no me hubiesen despedido? Cuando te das cuenta de que en respuesta a la primera no has hecho nada malo y a la segunda que no podrías haber hecho nada, te quedas descolocado. Te has pasado 15 años de tu vida haciendo una cosa, que es lo único que sabes hacer y ahora te encuentras en la calle sin saber hacer nada más que eso y además sabiendo que lo haces bien. ¿Reacción Humana? Depresión, autocastigo y autoflagelación.
Es una reacción de lo más normal, pero que no nos debería de atar, porque relamente de una crisis sólo obtendríamos un problema.
La verdad es que me he encontrado con esta forma de pensar en esta crisis en bastantes casos y deja completamente maniatado al que la sufre.
Cuando el que sufre la situación consigue derrumbar estas barreras se da cuenta de que con bastante probabilidad ‘toca reciclarse’ o en el peor de los casos adaptarse a las circunstancias y al mercado laboral.
Las reacciones más habituales suelen ir encaminadas hacia buscar puestos afines al que desempeñabas, mismos sectores e incluso con menor remuneración.
Esto debería de marcar el futuro de tus actuaciones que divido en dos opciones:
-Conformidad y aceptación y buscar la recolocación en un puesto de trabajo similar.
-Autoconocerse, evaluar habilidades y competencias adquiridas, formarse y lanzarse a nuevos retos.
Cada persona reaccionamos de una forma distinta. Pero todas serán válidas si somos consecuentes con nuestras actuaciones posteriores a lo que queremos realizar.
Hola José Luis:
Ni todo es blanco ni todo es negro. El caso de tu amigo suele ser tan habitual como el otro que comentas de que «objetivamente» aún siendo válido echen a las personas por la cara. Desde luego que se han roto los esquemas en las relacione humanas y que lo mejor, desde mi punto de vista, y sabiendo que el mundo está así de cabrón procurar adaptarte a la realidad que te toque vivir sin perder lo que tu eres. Sólo así no te llevarás sustos ni desengaños.
Un abrazo
Buenas amigo.
Las reacciones humanas siempre suelen ir en la misma dirección dependiendo de como sea la persoan. Pero esta crisis es una situación nunca vivida antes, por lo cual, algo nuevo debe de motivar en los que sufren cambios.
Lo que si es cierto es que siendo fieles a como somos (y ante todo sabiendo como somos), las salidas a las situaciones actuales deben de ser rápidas y adecuadas, porque no hay tiempo para ponernos barreras. O reconvertirse o adaptarse o morir.
Un saludo amigo
José Luis del Campo Villares
Hola Jose Luis y Fernando. Creo que a todos nos hace falta en muchas ocasiones dosis, al menos moderadas de dos tipos de medicamentos: el primero, «Autocriticum Forte 500 mg»; en muchas ocasiones somos especialistas en observar el comportamiento de los demás, sabemos «todo» lo que ocurre y «por qué» ocurre, pero somos incapaces de mirarnos un poquito en el espejo y qué podemos mejorar (al fin y al cabo, hacemos una interpretación sesgada de los acontecimientos y si suspendimos un examen es porque el profesor nos tiene manía…no porque no hayamos estudiado).
El segundo medicamento que recomiendo es: «Futuril Forte 600 mg». Aunque sea de perogrullo decirlo, nada ya cambiará lo que ha ocurrido en el pasado; sin embargo, aunque huyo bastante de las frases gurúes del tipo «sólo tienes que desear que cambien las cosas para que cambien», sí que es cierto que realmente donde tenemos posibilidades es en el mañana y no en el ayer. Lógicamente no todo lo que ocurra va a depender de nosotros, pero muchas veces la parte que podemos «controlar» es mayor de la que pensamos.
Un abrazo,
Oliver
Buenas Oliver.
¡¡Pásame un par de esas recetas, Mejr del Futuril !!!! 🙂
Se nota que eres de psicología. No puedo estar más de acuerdo contigo en el hecho de que eso ‘de quere es poder y está en tu interior’ es un poco de verdad y un poco de humo que se quiere vender con lazo rosa.
Las exigencias nos las ponemos nosotros mismos, pero deben de surgir desde la autocrítica sincera y honesta.
Mucha gente, entre la que me incluyo son de caracter temperamental, con lo cual la primera reación que tenemos ante una crisis es dicotómica, o soy el culpable o son los demas , y eso no tien porque ser asi. Debeemos de analizar todo para poder sacar una conclusión. Pero desde el punto de vista que ese análisis poco vale si ‘hacemos trampas al solitario’.
¿Para que decir que el examen lo suspendi por la manía del ‘profe’ cuando abes a ciencia cierta que no estudiaste nada de nada?
Ahi está el problema, el autoengaño como medio de esquivar nuestro porcentaje de culpa an las crisis.
Y una cosa es segura, el autoengaño deriva en problema ante una crisis y nunca en una oportunidad de mejora.
Un abrazo.
Buenas tardes, Jose Luis.
La adaptación al medio nos define. Perder un empleo, sea o no en tiempos de crisis, es un problema , porque es una situación que no hemos tomado nosotros, aunque lo hayamos provocado o acelerado el proceso; ahora bien, otra cosa es, a partir de la aceptación de la realidad, afrontar el problema como una oportunidad de cambio, un empujoncito que nos lleva hacia un diálogo interno en el que quizá no hemos entrado porque no nos hemos detenido a pensar cuál es el sentido de nuestro rumbo; es más sencillo dejarse llevar por la inercia (sólo queremos ver lo que queremos ver) y soñar que el futuro nos depara una sorpresa, que actuar en el presente.
La actitud presente determina el futuro, el futuro se determina a través de las decisiones que , voluntaria o involuntariamente, emprendamos en presente. Por supuesto que es posible que nos suceda algo que no entraba dentro de nuestros planes, y tenemos que volver a reorientar nuestra brújula; pero si no llevamos una orientación, seguro que no llegaremos a nuestra meta, sea laboral, personal o ambas cosas. Actuemos en aquel ámbito donde tenemos capacidad de actuación e influencia, en presente, y el futuro llegará.
Sé que cuando las deudas no perdonan ni esperan, es muy difícil actuar sin que pese la situación, pero pensemos qué podemos hacer para superarlo, y arriesguémonos; conozco mucha gente que ha encontrado empleo al poco tiempo porque decidió escoger cualquier cosa para salir del paso: ni está bien ni está mal, dependerá de cuáles sean tus prioridades. Posteriormente, en activo han seguido buscando ; algunos han logrado cambiar, otros no. También conozco a otros que han tardado casi un año y medio en recolocarse porque han querido aprovechar la oportunidad para reorientar su futuro: algunos lo han logrado, otros siguen en ello. En todos los casos, me consta que han tenido momentos muy duros a nivel interior en los que han estado a punto de tirar por la borda sus metas. Todas las opciones son válidas, y es uno mismo el que debe arriesgar y valorar.
Un abrazo. Sigamos trabajando el presente:-)
Efectivamente amiga Begoña.
las circunstancias de cada uno de nosotros en cada momento, influyen y muy mucho en nuestra forma de reaccionar a los momentos de crisis. Hasta el que tiene más sentido, puede que en determinada situación se vea abocado al error por que las circunstanicas lo superan.
Es por eso que en todo momento lo necesario debe de ser intentar actuar con naturalidad aunque en apariencia no se pueda.
De decisiones tomadas a destiempo y reacciones inadeuadas es donde surgen los problemas y no las oportunidades.
Por lo tanto debemos de autoconocernos para saber en todo momento reaccionar de forma adecuada, aunque a veces, repito, no sea posible o resulte muy difícil.
Un beso