No hace mucho estaba realizando una sesión de coaching con un empresario el cual me indicaba que su problema radicaba en que pasaba demasiado tiempo intentando levantar su negocio y que no podía disfrutar mucho de su familia.
Es un problema más habitual de lo que os creéis por eso me he decidido a dejaros aquí lo que hicimos para que saquéis vuestras conclusiones.
Sus palabras eran eminentemente negativas, con lo cual el primer paso es que se diera cuenta de que hay frases y expresiones que tenía que desechar de su vocabulario para una mejora en su vida personal y en definitiva para mejorar en su negocio y que esto repercutiese en su vida personal.
Y es que las palabras que usamos muchas veces tienen un efecto muy significativo en el éxito o en el fracaso de lo que hagamos luego. A esto se le une que los humanos somos animales de costumbres, con lo cual las palabras, léase excusas, que me ponía para cambiar su forma de trabajar no eran más que creencias adquiridas e interiorizadas como verdades, cuando si se parase a analizarlas despacio se daría cuenta de lo equivocado que estaba.
Todas las respuestas que me daba a las preguntas que le hacía desprendían señales negativas sin que se diese cuenta de ello.
La solución que le plantee fue la de retirar de su vocabulario en su vida cotidiana, frases que si el fuese cliente no le gustaría recibir del dueño de un negocio.
Decidimos que no diría nunca más:
1. «No puedo …»
No decir nada que empiece de esta forma. Si alguien te pide que hagas algo y no lo vas a hacer mejor decir ‘no’, nunca decir ‘no puedo…’. Son siempre dispculpas de mal pagador. Además empezar así solo lleva a que lo siguiente que digas sea una excusa, que puede ser verdadera o no, pero siempre será vista como un forma de disculparse. Cuando le dices a la gente que «no puedo», estás indicando que eres un esclavo de las circunstancias, cuando realmente tu eres quien debe dominarlas.
2. «No es mi culpa …»
Nunca decir nada que empiece de esta forma. No importa de quién es la culpa. Cuando decimos, «no es mi culpa», en realidad estamos diciendo que estamos más preocupados de limpiar nuestro nombre que el encontrar una solución a un problema. No tenemos que cargar con la culpa pero nunca eludir responsabilidades, eso que quede claro.
3. «No tengo tiempo para …»
Todos decimos esto … y todos sabemos que es mentira. Todos tenemos las mismas 24 horas al día y todos podemos elegir la forma en que las gastamos. Cuando decimos que no tenemos tiempo, lo que decimos realmente es que hemos decidido gastar nuestro tiempo en otra cosa. No nos podemos engañar a nosotros mismos diciendo que tenemos menos horas en el día que otros. Nosotros elegimos cómo gastamos nuestro tiempo.
4. «Lo siento, pero …»
Si vamos a pedir disculpas (y debemos) no demos excusas. Usar una excusa busca justificar la disculpa que damos al principio. La segunda mitad de lo que decimos niega la primera. Quién esta al otro lado cuando te excusas no oye el «lo siento», sólo la excusa.
5. «Pero lo intenté …»
¿En serio? ¿Seguro? ¿Cuánto? …. Los premios son ‘por hacer’ no ‘por intentar hacer’. Lo que no se puede es tener vergüenza por fracasar. Admitir que ‘no’ en lugar de tratar de excusarnos por la derrota, una y otra vez, no debe de avergonzarnos sino enorgullecernos.
6. «Si te digo la verdad …»
Nunca debemos comenzar una frase de esta manera. Nunca digamos, «Para ser honesto contigo …» Cuando decimos esto la persona que tenemos en frente pensará que mentimos cada vez que no lo decimos. Digamos siempre la verdad y no tendremos que hacer hincapié en nuestra honestidad cada vez que hablemos.
7. «Estoy cansado …»
Tu vida es el trabajo y no hay respiro en tus esfuerzos. Pero, cuando bostezamos y empezamos a hablar de lo cansados que estamos, ¿sabes qué pasa? Pues que nos cansamos aún más. Es la profecía autocumplida, un círculo vicioso. Dejemos de hablar de lo cansados que estamos y acabaremos durmiendo esa noche a pierna suelta.
8. «Estoy en una reunión …»
Hay algunas reuniones que son importantes y otras… que son inevitables. Pero, seamos honestos con nosotros mismos. La mayoría de nuestras reuniones podrían ser canceladas y los negocios irían sin problemas. Cuando nuestras reuniones sean interrumpidas por algo más importante que un cliente, un proveedor o cualquier cosa, que sean bienvenidas.
9. «Voy a hacer mañana …»
Si podemos hacerlo ahora, simplemente lo hacemos, aunque te ‘rompa los planes’. Pero si tenemos cinco minutos para completar una tarea de dos minutos, hagámosla ahora. Si esperamos hasta mañana seguro que la tarea se convertirá en una tarea de diez minutos. Ahora es todo lo que tenemos. Disfrutemos haciéndolas mientras tengamos esa oportunidad.
10. «Cuesta mucho …»
¿Cuánto es mucho? Si el beneficio que nos reporta un esfuerzo es mayor que este ¿se puede decir que ‘cuesta mucho…’? En vez de decir, «cuesta mucho», digamos que «no vale la pena». Que lo que hagamos sea una inversión y no un gasto de energía o de tiempo.
Hay más frases que pueden influir negativamente en nuestra capacidad de ser exitosas en la vida personal y profesional, pero estas mi experiencia me dice que son las más habituales.
Muy cierto, por desgracia se vé frecuentemente gente con estos «mensajitos». Eso me ayuda a identificar a quien tengo delante. Muy buen artículo. Felicidades, te sigo.
Gracias amigo Javier. Lo cierto es que tienes razón. Muchos jefecillos compran un libro de coaching y se creen capaces de motivar a su equipo a base de decir frasa que no se deben decir nuca como esta. Yo lo sufrí en mis carnes, y realmente es penoso 🙂
Un saludo
Muy interesantes tus observaciones. Me he permitido enlazarlas al facebook de guialcoaching porque me parece que es una muy buena manera de difundir la idea de que en el coaching, como en todo, colaborar y difundir es una maravillosa forma de dar ejemplo.
Un abrazo.
Gracias Jaume. De hecho el otro dia una persona me preguntaba ‘que era eso de coaching’ y fue cuando me dio por hacer este ejemplo gráfico. Espero que ayude a visualizar más la figura del coaching como algo cercano a la gente y no como algo que solo se ve para ayudar a ejecutivos 🙂
Un saludo
Gran Post, grandes consejos y grandes razones para utilizar otras palabras. La comunicación !!! Cómo cambian las cosas si se domina…
Por cierto, la «8» me ha recordado a una frase que leí hace poco, decía: «Una reunión sirve para generar ideas o tomar decisiones, no para informar de lo que pasa», y la mayoría de reuniones a las que vamos son para eso.
Un saludo desde el Mercado de la Incertidumbre
Gracias amigo Juanjo por tu comentario.
Lo cierto es que en los tiempos que corren debemos de ser expertos en comunicación si queremos que nuestra marca, ya sea personal o de empresa, sea reconocida. Lo que pasa es que en ocasiones ni nos molestamos en ello. La frase que comentas es la realidad. Los asistentes van propensos a escuchar y no a participar, por eso solo un 5% de las reuniones son productivas.
Un abrazo