No es la primera, ni será la última, que hablamos aquí del tema de la saturación de la información que ha venido aparejada a la explosión de los socia media. Si antes, sobre un producto teníamos poca información, apenas la que daba el propio fabricante y consecuentemente sesgada, ahora hay infinidad de webs y sitios online donde encontrar opiniones al respecto de cualquier servicio o producto. Lo cual nos obliga a tener que seleccionar bien la información que nos entra.
El ser un consumidor social lleva aparejado sus ventajas y sus inconvenientes. Las primeras son claras, estamos mejor asesorados que antes a la hora de tomar cualquier tipo de decisión. Las segundas, van muy ligadas a la que comentábamos antes, al filtrado correcto de toda esa información que recibimos y saber discriminar para sacar el máximo partido a lo que nos llega.
Un ejemplo de esto lo tenemos en el ecommerce. Actividad que ha ido el alza gracias a la expansión de Internet y los medios sociales, pero que debido a ese boom, ha animado a muchas marcas y a webs, a desarrollar más sitios monoproducto que a conseguir fomentar una cultura de consumo social. Es decir, en muchos productores hay más interés por comercializar un determinado producto y realizan masivas campañas en las redes vendiéndolo como si fuera de moda, que el crear una cultura en los usuarios de consumo social; no les preocupa realmente el socializar el consumo, sino incrementar las ventas a toda costa y ve en el canal online una forma rápida de ello. Por eso no es extraño ver como nuestra bandeja de correo se ve diariamente saturada de ‘megaofertas’ con ‘precios de escándalo’ que lo único que consiguen es que mandemos el mail a la papelera de reciclaje sin abrirlo.
Cierto es que hay otras webs vinculadas al ecommerce que prefieren inculcar la cultura del consumo social mediante la política de mantener siempre precios ajustados en sus productos, menores que en el mundo 1.0, pero que no funcionan con las políticas masivas de publicidad de ‘ofertones’, como por ejemplo 20milproductos.com que lo que buscan más es la relación constante del potencial cliente con muchos productos a lo largo del tiempo y no enfocarse hacia al modelo anterior de fomentar ‘la ganga’ como medio de compra compulsiva.
Eso sí, hay perfiles de clientes para todos, los que buscan el ‘ofertón’ aunque sea en productos que realmente no los necesitan, como perfiles de usuarios que lo que buscan es webs de confianza en las que puedan mantener una vinculación de compras en el tiempo y con precios que no son los llamativos ‘bomba’, pero si más baratos que los que tenemos en el mundo 1.0.
Cada uno debemos de analizar nuestros hábitos de compra y, en función de los mismos, mantener una postura, siempre abierto a todas las partes.