En época de crisis, el emprender un negocio es en muchas ocasiones la única posibilidad que tienen algunos de continuar activos. Ser emprendedor tiene muchos factores positivos como el hecho de poder trabajar con total independencia, así como dedicarte por completo a algo que realmente te apasione. Los casinos sin licencia son un ejemplo de emprendeduría. Pero por otro lado emprender también tiene sus riesgos. Desde la puesta en marcha de tu nuevo proyecto nadie excepto tú, podrá darte la seguridad que necesitas para poder seguir adelante superando toda incertidumbre. Por todo esto, cualquiera que quiera emprender debe adoptar aquellas cualidades que le ayudarán a que su aventura alcance el éxito. Y para ello el póker, aunque a priori no lo parezca, es una herramienta de gran utilidad comose puede ver en https://revistacomunicacion.org/ donde encontrarás varias posibilidades.
El póker y las emociones
En el mundo de este juego mental son muchos los empresarios, economistas o agentes de bolsa que han encontrado en el póker algo más que una distracción: un medio con el que desarrollar estrategias para su actividad laboral. En el juego del póker es necesario tanto el desarrollo del pensamiento estratégico como el control de la inteligencia emocional. Como en el ámbito empresarial las emociones siempre están presentes, aprender a controlarlas para crecer en nuestro negocio es un punto a favor. Además, igual que en el póker es necesario aprender de los errores que hemos cometido y no dejar que estos nos desanimen. Un fracaso es una oportunidad de aprender de aquellas cosas que no hicimos bien, para poder poner en práctica otras más efectivas en el futuro y que nos den mejores resultados.
El póker y la toma de decisiones
Aunque bien es cierto que el emprendedor debe estar dispuesto a escuchar y aprender de los otros, siempre habrá decisiones que deberá tomar solo. Annie Duke es una jugadora de alta competición de póker además de doctora en Psicología por la Universidad de Pensilvania y, encontró un comportamiento similar entre los jugadores de póker y los emprendedores a la hora de tomar decisiones, según ella “cuando ganan es que porque han jugado bien, cuando pierden se excusan en que no tuvieron suerte”. Esto se puede ampliar en el ámbito de la empresa, ya que para bien o para mal, nosotros somos los únicos responsables de las decisiones que tomamos y, por lo tanto, no podemos “echar balones fuera” cuando el camino que hemos decidido tomar no ha sido el correcto.
Rasgos comunes del jugador y el emprendedor
Tanto jugador como emprendedor comparten una serie de estrategias que los acercan. Los dos deben pensar en estadísticas y no en suerte; los dos deben pensar en ganar a largo plazo, lo que significa no tener miedo a perder pequeñas manos o a tener pérdidas por el camino; y los dos saben que el estudio del comportamiento de sus contrincantes o de la otra parte de la negociación, les puede llevar a alcanzar el éxito. Pero sobre todo, ambos deben saber que no pueden dejar nunca de seguir aprendiendo. Tanto para el mundo de la empresa como para en el del juego, siempre tendrá la mano ganadora aquel que no pare nunca de instruirse, porque solo el conocimiento los hará competitivos en cualquiera que sea su proyecto.
Pablo Cusí: ejemplo de jugador y emprendedor
Pablo Cusí es una de esas personas que, a pesar de su dependencia física (padece distrofia muscular de Duchenne), su afán por aprender lo ha llevado a recoger un éxito tras otro. Su empuje lo llevó a recoger el premio extraordinario de licenciatura en la Facultad de Economía, a ser asociado de la firma Garrigues y a, finalmente, renunciar a su puesto para emprender otra aventura. El último reto de Pablo Cusí le ha llevado a dedicarse al póker tanto como emprendedor, con la creación de empresas dedicadas a este juego, como jugador, participando en el Estrellas Póker Tour de Barcelona donde quedó sexto entre 1800 participantes. Y es que el buen emprendedor no se conforma con lo que ha conseguido, sino que siempre está en la búsqueda y puesta en marcha de nuevos proyectos.
Que bella fractalidad entre el emprededor y el poker. la motivación de Pablo Cusi. Un reto, siempre hay algo más que hacer para la vida para el y para otros… Gracias