El otro día en uno de los comentarios de una entrada, discutíamos de las actuaciones de los humanos ante los casos de despido, mi amigo JFA y hoy me ha dado pie a abrir un pequeño debate.
Como humanos que somos, conservamos nuestro instinto de supervivencia, de eso no cabe duda. Ahora bien, también somos conscientes que muchas veces la única forma de sobrevivir es permaneciendo en un grupo que te apoye.
Por ese motivo os voy a poner el caso del que hablábamos en los comentarios para que reflexionéis y digáis como actuaríais.
En una empresa, en la que las cosa no van muy allá precisamente, se comete una injusticia con uno de los empleados y se decide prescindir de sus servicios.
El resto de los compañeros, perplejos ante tal situación se plantean lo que hacer. Es cuando surgen dos posibilidades:
a) Se ponen todos de la parte del compañero, movilizándose, llegando a acciones conjuntas para defender el puesto de trabajo del compañero despedido, llegando hasta los últimos extremos si hace falta
b) Cada uno ve que la situación no es muy buena en la organización y deciden hacer una reclamación suave por escrito y «esconderse» no vaya a ser que el siguiente en despedir sen ellos por protestar.
La opción primera se puede ver como «no hay mejor defensa, (en este caso de los puestos de trabajo propios), que un buen ataque». Espíritu de equipo, compromiso con los miembros que comparten el día a día contigo, defensa de ideas, toma de decisiones consensuadas, comunicación entre los miembros,…, son los valores que imperarán en esta opción.
La opción segunda se puede ver como «mejor me callo, no vaya a ser que yo sea el siguiente». Individualismo, falta de iniciativa (conjunta), no aparece el espíritu de equipo, mal clima laboral (o por lo menos muy tensionado), para nada asertivo,…, o sea factores que chocan realmente con lo que seguro busca la «cultura organizacional» de la empresa.
Y es cuando surgen las dos ideas:
- Para la empresa. ¿Qué es preferible?, ¿qué los empleados estén como en la opción uno o como la dos, teniendo en cuenta que lo que al final lo que prima en la superviviencia de las empresas son los resultados y estos se consiguen teniendo como un pilar fundamental el clima laboral? o ¿cómo la segunda, donde probablemente exista desmotivación y falta de compromiso con la organización?
- Para los empleados (en este caso vosotros mismos). ¿Cuál creéis que es la mejor forma de actuar?
Me imagino la segunda respuesta. Pero ahora un paso más allá. Pensar detenidamente qué es lo que haríais en realidad.
Yo he llegado a la conclusión de que las cosas se ven diferentes desde distintos puntos de vista. Una cosa es lo que vemos desde fuera del problema y otra bien distinta lo que hay cuando formas parte del mismo.
El buen líder, es aquel que consigue aunar las dos posturas, es decir, tomar medidas antipopulares, pero conseguir que sean aceptadas razonándose y generando en el equipo confianza y consiguiendo que se comprometan con el buen fin de la organización. Por desgracia de eso casi no abunda.
Otro aspecto que hay que considerar es el concepto de «injusticia», pues por lo general (y ahora me pongo del lado de la empresa) los empleados piensan que es una injusticia cuando despiden a alguien, pero en muchos casos se ha hecho justicia.
No puedo dejar de acordarme de tantos empleados «malos» que no hacían más que perjudicar a sus compañeros y que eran defendidos por ese falso «compañerismo» que surge en las empresas, el cual se acaba una vez se van desincorporando sean cuales sean los motivos.
Lo cierto es que no abundan los ejemplos de ex-compañeros que luego del trabajo sigan amistades que perduran.
SM
Lo último es algo sobre lo que reflexione un dia. Como mucho despues del trabajo tomar un cafe o algo, pero no abunda la amistad mucho más allá de eso. Estamos convirtiéndonos cada vez mas en una sociedad laboral de «solitarios». En parte es malo, pero tambien tiene su lado positivo, y es el que comentas, no se escudará nadie en un falso compañerismo para reivnidicar un puesto de trabajo.Cada uno deberá hacerse mas responsable de lo que realiza en su trabajo.
Buen fin de semana !!!
Un saludo
Hola, José Luis.
Interesante propuesta la que haces; yo le daría un poco la vuelta a la tortilla, en algunos casos -estoy pensando en ejemplos concretos- los compañeros se unen para defender al despedido y reinvidicar el puesto de trabajo como medida de presión hacia la dirección, como amenazando: no despidáis a nadie más…
En los despidos, cada caso sería un mundo a analizar, sin duda existen injusticias, aunque hay que analizar cada ejemplo porque lo que es en principio lógico es que la dirección prescinda de aquel trabajador que menos valor le aporte; lógicamente, se pueden equivocar en esta apreciación…
Un saludo
Pablo Rodríguez
Buenas Pablo.
Lo que está calro que cada caso es cada caso y ademas habría que estar dentro de la situación para valorarla. Me imagino además que no es lo mismo que ehcen a la calle a un compañero determinado o aotro. Las reacciones ante el mismo hecho son muy distintas, eso seguro.
Es compleja situación, pero he de reconocer que los últimos casos parecidos que he visto acabaron igual: callando y aguantando los empleados que quedaron.
Y en los tiempos que corren es hasta normal.
Un abrazo
Hola José Luís,
Yo creo que más o menos ya conoces mi posicionamiento en este asunto. Eso sí, me gustaría señalar que tienes razón en que un líder debe ser capaz de tomar medidas antipopulares si las circunstancias lo exigen y de lograr que sean aceptadas. Lo que no debe hacer un líder es cometer injusticias (y aquí estamos hablando en todo momento de un despido injusto); y, si ha cometido alguna, debe ser capaz de reconocerlo y rectificar. Cosa que no es nada fácil, evidentemente.
Por otra parte, una puntualización sobre el «compañerismo»: considero que un buen compañero es aquel que se rige por una ética profesional impecable y muestra el máximo celo en el desempeño de sus tareas. Lo demás… son brindis al aire.
Buenas amigo.
Si algo es verdad como un templo hoy en día, es que no abundan por desgracia los líderes capaces de tomar medidas impopulares e intentar convercer de que las mismas son necesarias.
La gente está tan convencida de que la cosa esta mal, que lo primero es salvar su «culete» y si para ello hay que maquillar lo que sea, se hará.
Y tienes mucha razón amigo, el compañerismo es una palabra que a todos nos llena la boca, pero que pocos tienen interiorizada.
Es muy bonita, pero muchas veces vacia.
Un abrazo amigo