Felicidad, ¡¡que bonito nombre tienes!! …. Felicidad, ¡¡vete tu a saber dónde te metes!!
Y es que es esta canción lo primero que se me ha venido a la mente cuando me he puesto a pensar en la idea de la importancia de ‘ser feliz’ en el trabajo para conseguir la sostenibilidad de una empresa y la productividad en lo que en ella realizas.
Félicidad en el trabajo, ¿dónde te metes?
Si lo supiéramos, por descontado que las relaciones dentro de las organizaciones serían mucho más fáciles, llevaderas pero, sobre todo, productivas. No hay mejor cosa para sacar lo mejor de cada uno de los miembros de tu equipo que el que trabajen felices. Por lo tanto debe de ser un ejercicio obligatorio por parte de los gestores de RRHH de las empresas el investigar que es lo que hace felices a las personas que la componen.
El primero que diga que es fácil, que haga el favor de reflexionar las cosas, porque si fuera así, con mucha probabilidad no encabezaríamos los rankings de países de la OCDE con peor productividad.
El buscar que es lo que hace feliz a alguien en el trabajo parte de algo fundamental: ‘estar realmente interesado en saber que es lo que hace felices de verdad a tus empleados’.
Las palabras son muy bonitas y decirlo sin ponerlo en práctica es, con mucha probabilidad, el mayor error cometido hasta la fecha. Las palabras huecas es lo que tienen, que llenan un espacio muy bonito, pero que se vacían en cuanto se deja de oir el eco que surge al nombrarlas.
Me consta que un responsable de RRHH que comienza en una organización quiere que ‘todo el mundo a su cargo esté contento’. ¿Hace lo posible para ello? o ¿realmente quiere y no puede, o no lo sabe hacer, o no se lo dejan hacer?
Felicidad en el trabajo y motivación van de la mano dentro de la organización.
La primera es la sensación interna de estar a gusto con lo que se hace, disfrutando de ello y ver tus deseos y necesidades satisfechas. La segunda es la fuerza interna que nos mueve para conseguir nuestros objetivos, entre ellos la felicidad en el trabajo.
¿Sabemos motivar a nuestro equipo para que se cumplan sus deseos y expectativas y consigan la felicidad en el trabajo? No esperaremos coneguir que salga su talento, si no son felices y por lo tanto, si no están motivados.
El gestor de RRHH, una vez tiene la ‘voluntad certera’ de saber que es lo que hace feliz a su equipo, debe saber motivarlo, ya que de poco vale tener la intención si no sabes o no puedes ponerlo en práctica.
Y es donde entra la carga de subjetividad, ya que el empleado está motivado para conseguir la felicidad, pero esta motivación y por extrapolación, lo que le hace feliz, ¿sabemos qué es?
Cada persona es un mundo: más remuneración, mayor conciliación vida personal/vida laboral, proyección profesional, reconocimiento de méritos,….
Yo creo que cada uno de nosotros es una suma de las valoraciones de estos diferentes puntos, que unidas entre si, es lo que nos motiva y lo que una vez conseguidas consiguen que seamos felices en el trabajo.
Cada uno valoramos más alguno de los factores antes indicados, pero lo que me niego a creer es que sea sólo un factor lo que determina la motivación, ya que en caso de ser así, una entrevista del responsable de RRHH en la que se descubra que le motiva, conseguiría de forma inmediata que el empleado sea feliz.
Por desgracia, no somos los seres humanos tan simples en esto de la felicidad. Nos rodea un entresijo de deseos y anhelos que muchas veces ni nosotros mismos llegamos a conocer del todo. Y es tarea del gestor de RRHH el indagar y averiguar que es lo que más valora y motiva a cada miembro de la organización, si lo que se busca es que éste sea feliz en el trabajo, motivado en lo que hace y que surja todo el talento y potencial que posee en su trabajo dentro de ella.
¡¡Que no es fácil!! Nadie ha dicho que lo fuese. Pero la verdad es que si lo fuese tampoco sería necesario el que existiesen gestores de RRHH.
Toso se debe de basra en una relación mutua de sinceridad entre todos los miembros de la organización y en la voluntad efectiva y proactiva de solucionar los problemas.
Y voy a intentar simplificar todo lo dicho en el siguiente párrafo:
‘La felicidad de los miembros de una organización es clave para el éxito de la misma. Es labor de los gestores de RRHH el que los miembros sean felices intentando saber que motivaciones, deseos y expectativas tienen. Esta labor debe de ser verdadera por ambas partes: el elemento de la organización debe sincerarse acerca de sus motivaciones y el gestor de RRHH debe de tener un verdadero interés (y sobre todo efectivo) en intentar que estas motivaciones se puedan cumplir. ¿Para que preguntar si después hago lo que quiero? ¿Para qué mentir sobre mis deseos si no son los que realmente me hacen feliz?’
Muy Buenas José Luis 😉
Pasamos por tiempos donde la felicidad en el trabajo poco importa. ¿Cobras? ¿Cotizas? Pues date con un canto en los dientes.
Por otro lado, lograr ser feliz con lo que haces es lo que, de manera consciente o inconsciente, buscamos todos. Ser feliz desayunando, sacando al perro, viendo algo en el cine, haciendo una labor que te haga obtener billetes de color que te sirvan para canjear por comida y un colchón donde dormir tú y tu manada, etc.
La vida son dos días y yo decidí hace mucho tiempo que quería ser feliz en el presente; es decir, mientras escribo estas palabras. En lo laboral, ídem. Como dicen por ahí, probar, probar y probar hasta dar con lo que te apasiona y, entonces, practicar el «hobbing» 😀
Por lo tanto, un abrazo y sé feliz! 🙂
¡Me encanta esa filosofía!
Y ciertamente si todos pensásemos igual, con mucha probabilidad nos iría mejor de lo que nos va, o por lo menos no nos llevaríamos los disgustos que nos llevamos.
A fin de cuentas, la felicidad en el trabajo es una utopía, porque siempre encontramos algo para quejarnos y decir que no somos felies o que podríamos serlo más. Somos animales en ese sentido irracionales y muy cambiantes, con lo cual, el tema de la felicidad varía mucho entre personas y entre los difernetes momentos de la vida de cada uno.
Lo importante es mantener siempre buena aptitud, la felicidad vendrá luego :-9
Un abrazo
Hola José Luis:
Buen post. Para mi, la felicidad es clave para conseguir resultados. Como apuntas, motivar es complicadísimo porque cada uno tiene sus deseos y anhelos, y muchas veces yo, al menos tengo la sensación y parafraseando la canción «estamos locos y no sabemos lo que queremos», impidiéndonos buscarla. Por eso me gusta también la filosofía de Jesús María Pérez.
Lo malo, es que hay gente que se niega a ser feliz le ofrezcas lo que le ofrezcas y eso puede hacer mucho daño a una organización.
Un abrazo
Buenas Fernando.
¡¡Me encanta la filosofía de Jesús!!
Es ideal.
Lo cierto de la felicidad y la motivación es que muchas veces nos encontramos en las organizaciones con ‘elementos subversivos’ que se niegan en rotundo a todo: dejarse motivar, decir sus expectativas,…. y contra eso nada se puede hacer.
Lo cierto es que la felicidad es algo muy subjetivo y distinto en cada individuo, pero los caminos para conseguirla ya no difieren tanto.
Un saludo amigo
Buenos días, Jose Luis.
Felicidad, productividad y sostenibilidad, estos tres conceptos interactuando conjuntamente en el mundo empresarial? puede ser que se cumpla si la dimensión empresarial es PYME, si eres autónomo y trabajas para tí mismo (digo yo….), o en algunos casos. Pero si trabajas en una gran organización, bajo mi punto de vista hablamos de una utopía.
Actualmente, como comenta Jesús Mª, además si tienes la suerte de no ser feliz pero cobrar a fin de mes, ya puedes darte con un canto en los dientes.
Creo que en muy pocos sitios me han preguntado qué es lo que me motiva en el trabajo; es más, si en alguna ocasión uno decide ser proactivo y , primero dando más de lo que se te pide, luego tras cierto tiempo intentas cambiar un hábito a más saludable, es suficiente como para ser amonestado y controlado aún más.
Como he leído recientemente en otro artículo, se premia el presencialismo más que la productividad. Cuando veo programas por televisión (de uvas a peras, siempre en horas intempestivas) en las que se nos describe la cultura nórdica, por ejemplo, y ver la felicidad de una señora que un día trabaja 12 horas y otro día 3, y luego el nivel de productividad, satisfacción y resultados es muy superior al nuestro, me pregunto cuál es el motivo por el que aquí seguimos con esta cultura tóxica que no beneficia ni a nuestro entorno y a nuestra economía.
Lo único que queda dentro de nuestra área de influencia, es automotivarnos dentro de nuestras posibilidades (si debemos estar más de 8 horas porque así lo exige la subcultura de esa empresa, intentemos que el extra sea el mínimo posible), y aunque nos sobren muchas horas libres, optimizar nuestras tareas para premiarnos internamente y seguir aprendiendo; cualquier día se nos puede abrir otra puerta en otra organización, y entonces agradeceremos el haber sido disciplinados y proactivos.
Un abrazo.
Buenas amiga Begoña.
Lo cierto es que la felicidad laboral tiene muchas variantes y lo que tiene es que no es igual para todos.
Hay quie en su puesto no es feliz, pero si se lo ofreces a un desempleado le encantaría. Existe mucha carga de subjetividad, por lo que entonces, lo más normal, es que caa uno intenta automotivarse como pueda y esa será su meta de la felicidad ene el trabajo.
El tema de los gestores de RRHH es más complejo porque tiene que intentar averiguar lo que hace felices a todos, y muchas veces los empleados no lo confiesan.
Lo que está claro es que la felicidad exige de un esfuerzo de cada uno 🙂
Un beso
El resumen final es para enmarcarlo 🙂
Buenas amigo JFA.
Al final es que es verdad, todo se resumen en un acuerdo de voluntades, porque estoy seguro de que algun empleado se empeña en no querer ser feliz en el trabajo y por otro lado algunos ‘jefes’ disfrutan haciendo que su equipo lo pase mal.
Acordando voluntades, algo positivo debe de salir 🙂
Un saludo