En una reflexión que nos hemos hecho hoy, nos hemos preguntado si hay algún sector o actividad hoy en día, por raro que nos parezca, que no tenga alguna presencia en el mundo online. E, increiblemente, nos cuesta el poder indicar alguna que no aparezca, de una u otra forma, en Internet, bien como web, bien como redes sociales o de cualquier otra forma.
Todo el que vende un producto o servicio tiene que tener un público objetivo, lo que nos lleva a ver Internet y todo el ‘boom social’ como un amplio mercado potencial de captación de clientes, a muchos de los cuales no podríamos nunca llegar si no es por esta herramienta. Por ese motivo casi el 100% de las actividades del mundo 1.0 ya tienen un reflejo en el mundo 2.0. El como hayan hecho este tránsito, como interactúen o el fin que persigan ya depende de quien es el que hay diseñado este tránsito 1.0-2.0 y quien es el que se está encargando de realizar la interacción indicada con el público objetivo.
Pero no solo han entrado al mundo online actividades mercantiles, es decir, con ánimo de lucro o que están detrás de una actividad comercial. Lo que ha traído el ‘boom online’ y el ‘boom social’ es también el incremento de actividades que, sin tener un ánimo de lucro, buscan compartir experiencias o ‘know how’ y que antes usaban otros canales de transmisión del mensaje como podían ser revistas, libros, TV, …. Y un claro ejemplo de esto es el mundo de las recetas de cocina o en el de las noticias de vinos. ¿Quién de nosotros, que ya tenga una determinada edad, no tiene un libro de cocina en casa con recetas, una papel anotado una receta que le han pasado que le gusta o algo similar? Pues una actividad tan del mundo 1.0 como es esta, posee una presencia online en estos momentos muy importante, y no solo por los chefs o grandes profesionales dedicados a la cocina, sino por cualquiera que se anime a compartir sus talentos en los fogones.
Por ese motivo podemos decir que lo cotidiano llegó a Internet con dos grandes ventajas: que actividades que hasta ahora eran más bien unopuntoceristas, se han lanzado e al mundo online con gran éxito de audiencias o seguidores y que, debido a esto, hemos encontrado realmente a personas talentosas en muchas actividades que de no ser por Internet nunca habrían podido trasmitir su saber hacer al resto.
Un ejemplo de como lo cotidiano llega a Internet es por ejemplo la última propuesta en materia de enoturismo en España que pone en marcha ACEVIN en las rutas que tiene en su amparo y que quieren fomentar las redes sociales como forma de promocionar una actividad tan unopuntocerista como la de visitar bodegas.