Hoy se me ha dado por hacerme una reflexión después del intercambio tuitero que he tenido con Fernándo Álvarez de Desde la Trinchera.
Siempre hemos dicho que los humanos somos los únicos animales que tropezamos dos veces (o más) en la misma piedra. Por lo tanto, da igual que digamos que aprendemos de los errores, porque estamos abocados a repetirlos. Y todo, porque somos humanos. Entonces, ¿qué pasaría si dejásemos de ser ‘tan humanos’?
Y os preguntaréis si eso es posible, y en caso de que fuese posible, si nos compensaría esta pérdida de humanidad, el hecho de evitar el equivocarnos reiteradamente.
En mi opinión, reducir el grado de humanidad en nuestra forma de ser es posible, porque desde que tengo uso de razón (no hace mucho , no creáis), siempre se ha hablado de que las máquinas sustituirán en todo al ser humano, cosa ciertamente imposible, pero que si puede estar cercana.
Si utilizásemos constantemente las nuevas tecnologías, con su lógica matemática y fuésemos capaces de ante cualquier situación de hacérsela entender a los ‘robots’, sus respuestas serían frías y calculadoras, pero con mucha probabilidad, las adecuadas y evitarían muy posiblemente el que cometiésemos siempre los mismos errores.
Aquello de que la Historia se repite ya no sería posible, porque seríamos capaces de afrontar las situaciones adaptándonos siempre a todas las circunstancias, pero ¿valdría la pena la pérdida del factor humano?
Lo de que debemos de enfrentarnos a los cambios, lo de tomar decisiones o lo de generar nuestras propias responsabilidades, ya no tendría cabida ya que nos dirían que hacer antes los cambios, decidirían por nosotros y las reponsabilidades serían siempre culpa de las máquinas y no de los humanos. Siempre nos quedaría la psoibilidad de decir que las máquina las hizo un humano que se equivocó.
¿Todo esto es posible? Si. ¿Y probable? Yo ahí diría que no. Y es que el delegar en las máquinas supone renunciar a unas reacciones muy humanas como son el reconocimiento de los de demás, el éxito y el afán de superación.
Nadie puede vivir sin interrelacionarse con su entorno, y siempre está buscando el ser reconocido en él. El éxito y el fracaso es una sutil línea que separa a unos humanos de otros y siempre se está buscanco. Y si alguien no consigue motivarse mediante una afán de superación, malamente se motivará con otra cosa.
Estas son las tres reacciones que nos hacen humanos y nos motivan a actuar, aunque nos equivoquemos, ya que buscamos el éxito a toda costa como el reconocimiento personal y como afán de superación.
Y concluyo con un ejemplo: si hiciésemos caso a una másuina y sus decisiones, nadie compraría Lotería de Navidad, ya que las probabilidades de que nos toque son ínfimas y la máquina desaconsejaría que se comprase. No obstante todo el mundo compra con la idea de que le va a tocar (luchamos contra la lógica) y es que poseemos una cosa que las máquinas no tienen y que es lo que nos hace humanos, la capacidad de soñar.
La verdad que yo no sé y no me atrevo a predecir cuál puede ser el futuro de la humanidad, pero para mí, lo impredecible del ser humano es a su vez el núcleo de su belleza. El arte, su capacidad de conseguir cosas improbables, el amor, etc. Son producto de lo irracionalidad y esto es fantástico… y tal y como dices, solo el hecho de poder soñar, ya sea despierto o dormido es algo que no lo cambiaría por todos los bits del mundo.
Un buen ejemplo de la diferencia entre la perfección y la imperfección actual del ser humano lo tenemos en la película Gataca, y en especial en una de las tomas no utilizadas (que viene en los extras) que muestra como algunos de los más grandes personajes de la historia han conseguido grandes logros, como el joven y pésimo matemático Albert Einstein, o Beethoven que era sordo… superaron cualquier obstáculo y lograron lo que otros siquiera con muchas más posibilidades aun han conseguido…
Yo hago un llamamiento a que ¡SEAMOS ENDIABLADAMENTE HUMANOS!
Ciertamente la capacidad de sentir, de soñar y de admirar la beleza es algo que creo que nunca conseguiremos transmitir a las máquinas. Eso si que nos diferencia como humanos.
¿Qué caemos en los mismos errores una y otra vez? Seguro, pero lo llevamos innato. No obstante en una balanza, pesan más los beneficios de ser humano que el de no serlo y ser más perfeccionistas.
Tienes razón, la película Gataca es un claro ejemplo. Siempre me extraño la obsesión por ser perfeccionista que desprende esta película.
Un saludo amigo
Hola Jose Luis:
La complejidad del ser humano es tal, que no hay máquina (ni creo que la habrá en el futuro) que pueda tomar siempre las decisiones adecuadas, y en el caso de que teóricamente pudiera hacerlo, hay que tener en cuenta que estas se tomarían sobre el ser humano, que es variable por naturaleza.
Por otro lado, como apuntas, la interelación es necesaria y las máquinas , en esto, no dan mucho juego.
Un post para darle muchas vueltas.
Saludos
Tienes razón amigo, mucho que pensar y mirar si nos compensa o no demasiada mecanización.
Fue un pequeño pensamiento de tarde de domingo. En vez de echar la siesta me dio por escribir 😉
Pero francamente da muchísimo que pensar.
Un saludo