Dudas razonables (17)

Loading

Un supuesto practico de seleccion de personal.

Ser sinceros porque la idea es saber si poseemos prejuicios.

Se que hay preguntas que son muy ambiguas, pero hay que mojarse:

(17)

¿Influye en ti a la hora de ver un curriculum que el candidato se haya ido voluntariamente de su trabajo anterior? (positiva o negativamente)

¿Influye en ti a la hora de ver un curriculum que el candidato lo hayan echado de su trabajo anterior? (positiva o negativamente)

¿La experiencia laboral en un puesto de similares caracteristicas como para el que estas seleccionando es determinante a la hora de realizar una seleccion?

¿Inclina la edad del candidato la seleccion de un modo definitivo, y el sexo del candidato?

¿Prejuzgarias a una persona por la procedencia de su empresa anterior y como ha ido la misma? (no a el, sino a su empresa) (ej. no es lo mismo trabajar en el BBVA que en Caixa de Manlleu)

¿Si descubres una mentira durante la entrevista, descartas ya de inmediato al candidato?

¿Valoras mas formacion sin experiencia o experiencia sin formacion?

¿Consideras que en una entrevista es suficiente para descaratar a un candidato?

¿Las pretensiones economicas son determinantes a la hora de descaratar a un candidato?

¿Te gusta mas escuchar durante una entrevista y analizar al candidato o mantener un dialogo?

¿Miras que el perfil del candidato se ajuste al ideal, o tienes en cuenta tambien en el equipo en el que va a trabajar?

A ver que sale de esto, jejeje!!!

La Gestion del Tiempo

Loading

Alguna vez he dado algun curso acerca de «La gestion del tiempo», mejor dicho, de la gestion eficiente del tiempo. Son cursos complejos de disear porque hay que conocer muy bien la actividad profesional de los alumnos, pero una vez resuelto esto, el desarrollo de la sesion formativa es muy similar en todos los casos.

En base a esto me he aventurado a hacer este articulo.

Según la regla de Pareto, el 80% de nuestros resultados se obtienen con el 20% de nuestro tiempo dedicado a ello. Y es probable que en muchos casos, el 90% de resultados conseguidos con el 20% del tiempo empleado para ello.

Eso quiere decir que si trabajamos 10 horas al día para conseguir algo, en realidad, solo dos horas de esas 10 horas son realmente productivas, el resto del tiempo se va en tareas que aporta muy poco valor añadido a la consecución de nuestros resultados.

En las empresas con cadenas de produccion, el principal objetivo del director de producción es hacer que las actividades de poco valor añadido disminuyen en relación con las que sí aportan valor. Es ahí donde está la diferencia entre obtener resultados significativos para diferenciarnos de la competencia.

Se deben testear cuáles son las actividades que mejores resultados aportan. Durante un tiempo se trabaja introduciendo un cambio, estudiando qué diferencias aporta y luego se añade otro cambio. De uno en uno para poder identificar cuál es el factor que ha determinado el cambio en los resultados. Para el cálculo de factores que afectan a los resultados, el método de Taguchi facilita la rapidez en obtener resultados.

Aunque en nuestras actividades diarias no hace falta aplicar términos matemáticos. Seguramente que por nuestra experiencia ya sabemos cuáles son las tareas prioritarias y las que lo son menos.

Escribir una lista de las tareas del día ordenada según las prioridades puede resultar de gran ayuda para no desviarnos de nuestro objetivo. Puede parecer sencillo mantener el plan, pero en el día a día es difícil no dejarse llevar por las distracciones. Por ejemplo, la llamada de alguien que nos mantiene media hora al teléfono sabiendo que con 2 minutos hubiera sido suficiente para gestionar el tema.

La planificación de tus actividades escritas al principio del día, que en principio podía parecerte perder 5 minutos, ahora pasarán a ser una prioridad para ti. Quizás, de esos 5 minutos dependa que el 80% de tu tiempo sea productivo, con lo que habrás ganado en cuadriplicar resultados en el mismo tiempo.

!!!!Sencillamente encantador!!!!

Loading

Hara diez dias cayo en mis manos un ejemplar del libro «Aventuras de una gallina emprendedora», libro realizado por Menchu Gomez y mi amigo Ruben Turienzo (amigo y visitante asiduo de este blog). Ya os hable de este libro en un articulo anterior y prometi que haria otro en cuanto lo hubiese acabado.

Ayer lo termine.

Lo mejor que puedo decir, y creo que es enormemente descrtipvo y que ademas me ha ocurrido pocas veces en la vida, es que me ha dado pena acabarlo y que me he sentido con ganas de volver a empezarlo nada mas cerrar la ultima hoja.

Me ha resultado un libro especialmente hermoso, ingenioso y brillante, y efectivamente, como veia desde el principio, un claro canto al positivismo y al «autorecargamiento» de las pilas por uno mismo. Me encanta la forma tan sencilla y accesible con la que se tocan temas realmente complejos como es el, liderazgo, la motivacion, el control de las emociones, el trabajo en equipo,…

Es un claro ejemplo de como uno puede convertirse en su propio coach mediante la realizacion de un autoanalisis de su forma de ser y de sus deseos de llegar a ser. Uno se ve perfectamente reflejado en el perfil de esta «osada gallina» y automaticamente se ve a el mismo en situaciones similares.

Sencillamente, me ha encantado y no tengais duda de que va a ser un libro que se va a convertir en uno de mis favoritos de cabecera, de esos que un par de veces al ano, por lo menos, hay que leerlos, sobre todo para no olvidar quienes somos y lo que queremos ser en esta vida, y sobre todo, como llegar a conseguirlo.

Os lo recomiendo encarecidamente!!!!

¿Cuáles son las cuatro cualidades para un líder eficaz?

Loading

La sensación de sentirse cómodo con la diferencia es la base de una perspectiva global. Por cierto, ese atributo lo llamamos «empatía», y lo ubicamos en primer lugar entre cuatro E que requiere el liderazgo global, a fin de alcanzar el éxito en el nuevo mundo empresarial. Pero, antes que hablemos de empatía y de otros atributos, revisemos primero esos dones que desarrollé hace unos 20 años para codificar los puntos de vista sobre un liderazgo eficaz.

En primer lugar, figura la energía, la capacidad de marchar y de estar siempre dispuestos a un desafío. La segunda habilidad es energizar, la aptitud de dar vigor a otros. Y como muchas personas en ocasiones quedan frustradas por pensar en exceso, el tercer lugar entre los atributos del líder es empuje, su talento para adoptar decisiones tajantes, de sí o no. Y el cuarto atributo es la ejecución, concretar la tarea. Pero esas cuatro E no están completas si no vienen envueltas en P, pasión en el trabajo y en la vida.

Ahora bien, en la actualidad, en el medio ambiente global, con una competitividad cada vez más intensa, los líderes todavía necesitan las antiguas E. Pero las nuevas E se están convirtiendo también en esenciales.

Tolerancia y respeto
Veamos la empatía. En el contexto de los negocios globales, significa mucho más que calidez y compasión. Señala la necesidad de entender diferentes culturas para mostrar respeto por sus valores y tradiciones. Bill Amelio, director general de la empresa de computadoras chino-estadounidense Lenovo, una firma cuyos bienes ascienden a 16.000 millones de dólares, nos dijo que sus gerentes estadounidenses deben aprender a mantenerse callados durante las reuniones. De esa manera, permiten a sus colegas la posibilidad de traducir lo que están oyendo, y de entender las palabras.

De manera similar, nos dijo: «Al comienzo no teníamos un calendario de la corporación con todas las festividades. Y algunas personas programaban reuniones para el Año Nuevo chino. Si usted quiere crear confianza, no puede hacer eso. En el mundo global, debe respetar las creencias de pueblos de todo el mundo».

La segunda E global es experimental. Eso significa que el líder debe explorar sin temores nuevas ideas, productos y mercados, inclusive si las recompensas no son inmediatas. En una época, las compañías podían aguardar la llegada de la innovación ofrecida por algunos genios en su sede, y aprovechar de los descubrimientos a medida que aparecían. En la actualidad, hay empresarios emprendedores en virtualmente cada esquina del mundo, y multinacionales que cosechan la capacidad de invención de sus empleados sin importar donde trabajan. Por lo tanto, cada compañía debe asumir riesgos como algo rutinario.

Como señaló en fecha reciente Jeff Bezos, director general de Amazon, «no se puede permitir que inversionistas de corto plazo y eruditos a la violeta asusten a los empresarios y les impidan hacer experimentos». Al aludir al exitoso negocio de Amazon, que comercia en objetos usados y de colección, Bezos dijo, «fue nuestro tercer intento en un nuevo negocio. Los dos primeros fracasos no nos frenaron. Por el contrario, nos enseñaron».

Predicar con el ejemplo
La tercera E es la letra inicial de ejemplo. A medida que las empresas extienden más sus actividades, los líderes enfrentan desafíos cada vez más difíciles para construir una cultura con valores compartidos. Es por eso que los líderes, a cada nivel, necesitan servir como modelos de sus empleados. Ellos deben demostrar la conducta que la empresa espera de todo su personal. Seguramente, los líderes pueden usar un altavoz y hablar acerca de la necesidad de hacer las cosas con premura, o demostrar franqueza. Pero, como todo el mundo sabe, las acciones hablan con más vigor que las palabras, especialmente cuando esas palabras son traducidas.

La E final es entusiasmo, o, para decirlo de manera más específica, entusiasmo para ganar. Muchas personas se sienten felices de ir al trabajo y cumplir con sus tareas. Pero el mundo, en perpetuo cambio, exige que los líderes muestren una actitud totalmente diferente. «Si una persona se muere por triunfar, y odia perder, todo lo demás es secundario», dice Mel Karmazin, el director general de Sirius XM Radio. «Ese deseo, ese hambre … Si usted no lo posee hoy, no puede competir».

Estamos totalmente de acuerdo. Sí, en los negocios, algunas cualidades de liderazgo nunca cambian. Pero el mundo de los negocios se ha expandido, a lo ancho y a lo largo. Y con ello, el requisito de liderazgo también lo ha hecho.

Fuente: Jack y Suzy Welch. The NewYork Times