¡¡Qué fácil es, haciendo un poco de memoria, hablar bien de aquellas personas que a lo largo de nuestra vida nos han marcado positivamente!!
Todos tenemos un familiar, un profesor, un compañero o incluso un jefe, que nos ha marcado a lo largo de nuestra trayectoria personal y/o profesional. Cualquiera de nosotros alguna vez ha dicho aquello de ‘con fulanito de tal aprendí…’ o ‘desde que menganito me dijo….’, … Todas estas expresiones denotan un grado de aprendizaje o de enseñanza que nos han marcado en algún momento de la vida de un modo positivo. Es muy fácil aprender de los buenos mentores a la vez que acordarse de sus enseñanzas pero, ¿qué ocurre con los malos mentores?
Soy de los que cree que que nunca hay malos o buenos mentores, sino que lo que hay son malos o buenos ‘mentados’. Es decir. Es muy fácil sacar una buena enseñanza de aquel que te sabe enseñar, pero todos debemos de ser capaces de conseguir sacar algo fructífero del mal mentor, del mal maestro o del mal jefe.
Es una expresión muy manida aquella de ‘que de todo se aprende’, ¿pero realmente crees que es así o es sólo una expresión para quedar bien?
Bienaventurado aquel que puede sacar las mejores enseñanazas de todas las situaciones que la vida le pone delante, porque nunca estará colmado de sabiduría, todos los días podrá aprender algo».
Jose Luis Del Campo
La vida nos pone constantemente y diariamente nuevas metas, obstáculos y oportunidades. De como los afrontemos es de donde podremos sacar nosotros nuestras mejores enseñanzas. De los peores mentores, jefes o situaciones siempre se han podido sacar muy buenos aprendizajes.
El elemento diferenciador no está en el mentor, sino en nosotros y como afrontemos las situaciones.
Yo he tenido algún buen jefe del que he aprendido mucho, pero he tenido algún mal jefe del que he aprendido más. Como uses tú lo aprendido es otra cosa muy distinta.
En mi opinión no hay medias tintas y solo se aprende de lo muy bueno y de lo muy malo…Lo muy bueno suele venir a veces «gratis», pero lo malo no.
Y nosotros actuamos como si quisiéramos aprender siempre «gratis». En este sentido, creo que la cultura de la Operación Triunfo, del placer tontorrón y del éxito fácil nos despista.
Pero muchos aprendizajes tienen su coste. Y si el aprendizaje es importante, normalmente el coste es importante.
Además, y salvo que pongamos en juego lo mejor de nosotros mismos, nada nos garantiza que no fracasemos en la aventura… y nos quedemos atascados y muchas veces heridos en el camino.
Pero la alternativa es no crecer.
Estoy totalmente de acuerdo, cada uno tiene su propia responsabilidad: el mentor de enseñar, y el aprendiz de aprender… y efectivamente siempre se puede aprender algo, aunque solo sea como no se ha de enseñar 🙂
Un abrazo
Buenas Alberto.
Pues yo creo que de todo se aprende. Lo que si está claro es que lo que más impacta o perdura en nosotros es lo que tu dices o ‘lo muy malo’ o ‘lo muy bueno’.
La idea de la entrada va porque mucha gente sólo quiere aprender de lo bueno que nos ocurre, cuando el verdadero proceso de aprendizaje en la vida debe incluir todo, lo bueno y lo malo, porque será la única forma de crecer como individuo de un modo consciente,
Un saludo amigo
Buenas amigo Agustí.
Hay una película bastante antigua y que pasó muy desapercibida que se titulaba ‘Mirando hacia atrás sin ira’, y es un claro reflejo de lo que comentas.
El tiempo aclara ideas, y sobre todo en el mundo laboral, un mal jefe, con su consiguiente mala influencia hoy, en el futuro, una vez analizado friamente y olvidando ‘el calentón’ seguro que da mucho que aprender, sobre todo de como no se deben de hacer las cosas.
Un saludo
Cierto amigo Fernando, de todo hay que aprrneder en esta vida. Lo triste es que de lo doloroso se aprende a base de eso, de dolor, pero es lo que nos queda. Aquel que no está dispuseto a aprender de lo malo y de lo bueno, dificil lo va a tener en este mundo.
Un abrazo amigo
Buenas tardes,Jose Luis.
Buena reflexión, y especialmente oportuna en estas fechas en las que el que más y el que menos va haciendo balance de lo bueno y de lo malo que nos ha sucedido este año.
Como comenta Alberto, y modifico algo su comentario cambiando la palabra «aunque» en lugar de , aún así , supongo que aprendes sobre todo a saber cómo afrontar o cómo actuar ante futuras situaciones similares. Siempre se siembra un precedente.
Me quedo con una frase personal para mí del 2009, aplicable no sólo al ámbito laboral, sino a todas las facetas de la vida: hay que ser como uno es , pero sin ser un iluso, que como decía mi abuela, para que hayan listos tienen que haber tontos.
Me quedo con el título de la película que mencionas, no la había oído nunca; todo el cine social y de crónicas con una enseñanza detrás me fascina.
Un abrazo.
Buenas amiga.
Si que es buena época para hacer balance de todo el año, y como se suele decir, aprender de los errores. lo que ocurre es que como humanos que somos, nos cuesta aprender…. y mucho.
De lo malo siempre se aprende, y no se porque la gente huye de eso. Los problemas son tales porque nosotros los vemos así. Lo ideal es aprender para que no se repitan.
la película que comento la he intentado buscar y es dificil, pero es un claro ejemplo de como al final las personas recapacitan sobre todo lo que les ha ocurrido y se dan cuenta de que de todo se aprende.
Un abrazo y Feliz año 2010
Hola Jose Luis.
Totalmente de acuerdo contigo, no tiene porque ser solo los extremos como dice Alberto. Ýo añadiría también que tan importante es aprender como desaprender de todo.
Te deseo un muy feliz 2010 lleno de enseñanzas.
Un abrazo
Buenas Fernando.
Efectivamente, yo creo que de todo se puede aprender o como dices desaprender, o sea aprender como no se deben de hacer las cosas.
Con esa idea, raro será el día que no aprendemos o desprendemos algo.
Un fuerta abrazo y una muy buena entrada de año 2010, que falta nos va a hacer a todos.
Un saludo
Hola José Luís,
De todo se aprende y más de las experiencias menos positivas. Yo aprendí mucho de que no debe hacer un responsable de un gran jefe 0.1 que tuve.
Todo depende de cómo canalices cada experiencia o vivencia.
Saludos,
Juan
Eso es el fondo de la cuestión. Nosotros como ‘mentados’ debemos de ser los que evaluemos lo que hemos aprendido y como debemos de emplearlo.
A fin de cuentas, somos nosotros los que llevaremos a la práctica o no lo aprendido.
Un abrazo