Cansado estaba cuando era joven de oir en entrevistas de que poseía un perfil ideal para tal y cual puesto, pero …. que necesitaba experiencia.
Ahora, cuando atesoro y desbordo experiencia y busco recolocación después de haber caído en el desempleo y pasar a ser parado de larga duración, me canso de escuchar lo de ‘es que la edad…’, ‘es que el puesto exige una energía,…’,…
¿Por quñe antes y ahora se ríe el mercado laboral con nosotros y juega al gato y al ratón?
No conozco yo un recien licenciado con experiencia, así como tampoco se de alguien de más de 40 años con más de 15 de trayectoria profesional que no la tenga. Entonces empleadores ¿qué narices queréis?
Os lo voy a decir rápidamente.
Queréis un joven experimentado dispuesto a trabajar sin horario, con remuneraciones con suerte de 820 euros al mes, que no proteste y sea servil y que, a poder ser renuncie a todos sus derechos fundamentales como trabajador y que sea gratis el despedirlo. ¿A qué acierto?
La desgracia es que el mercado laboral actual os facilita el poder elegir mcha gente así.
Nuestras organizaciones mayoritariamente se han caracterizado por considerar que el empleado siempre es un vago. Alguien que cobra un salario inmerecido y que sólo piensa en poder ‘fastidiar’ a la empresa en todo lo que pueda, y que si puede estar todos los días ‘tocándose las narices’, lo hará.
Esse es un craso error. La mayoría de los empresarios de este país no se dan cuenta que empresario y empleado son las dos caras de una moneda. Si no se tiene al empleado en buenas condiciones, el sustituirlo por otro no es la solución para que esa moneda funcione.
El empresario no genera riqueza para su empresa, y por lo tanto para él, sino cuenta con el mejor factor humano posible. Y muchas veces eso no implica desembolsos de dinero mayores al que posee, pero si tener con sus empleados y una concepción de ellos muy diferente a la que posee en la actualidad.
El empresario debe concienciarse de que sin trabajadores no puede vivir, a la vez que estos deben de comprender que sin la figura del primero ellos no podrían existir. Son una dualidad que debe de aprender a coexistir, pero siempre en la negociación de ganar-ganar.
Pasados los 50 años, o en la veintena sin experiencia, la negociación empresa empleado es claramente ganar-perder. Es decir, el empresario gana y el empleado pierde (bien porque cobra poco, trabaja muchas horas, renuncia a derechos fundamentales,…) y las personas que deberían de regular esto, que serían los entes públicos, han mirado y siguen mirando hacia otro lado, porque su única preocupación es la de seguir manteniendo su status quo de ‘raza dominante’, y para ello siempre apoyarán al poderoso caballero Don Dinero, y en esta ociasiñon es el empresario y no el trabajador.
Los agentes sociales, que eran los que deberían de velar por los derechos de los trabajadores y por que se cumpliese el principio de ganar-ganar, han renunciado a su labor por el apego al dinero y a sus poltronas.
Si queremos que esto cambie, todos debemos de poenr de nuestra parte, pero siempre bajo la premisa de ganar-ganar. Una persona de más de 50 años que busca empleo, no es un ‘apestado’, es un centro brtual de información y experiencia, pero que esté en una situación de precariedad no implica que la otra parte deba de aprovecharse de él, y los poderes públicos no deberían de permitirlo como se está haciendo actualmente.
Allá cada uno con su moralidad, pero que se tenga en cuenta, que el tiempo pone a todo el mundo en sus sitio.
Nunca estaré más de acuerdo contigo, te felicito. Es una mala consecuencia de una sociedad poco inteligente, que pone una etiqueta a la edad en contraposición de otros factores. Detrás de un parado hay un drama familiar, crear la desesperanza que después de los 50 ni siquiera tienes la posibilidad…De, ¿comer? Un gran escritor como Saramago, dijo que era uno de los crímenes del siglo veinte, llevar a una persona a la desesperanza.
Saludos.
Gracias María José y siento mucho el llevar razón en esta ocasión.
Lo triste es que además de suceder , estamos en un país de desigualdades sociales. Así prejubilados con 50 (y menos) viven con una prejubilación de ‘reyes’ mientras que gente muy válida en el paro con 50 años aún le quedan 17 para poder jubilarse y vivir entre penurias y dramas más de 3 lustros. Es increible que despues se saque pecho en temas de igualdad 🙁
Un abrazo
Enhorabuena por el articulo José Luís.
Estoy totalmente de acuerdo contigo. Para tu conocimeinto te dire que empece a trabajar en Banca en 1974, actualmente prejubilado por ERE. Te podria contar muchas anecdotas.
Un abrazo
Muchas gracias Isabelo.
Pues tu ex-sector es de los más proclives a eso, sustituir a gente de más de 50, curtidos en 1000 batallas por jóvenes de 25 años que confunden una servilleta de la cafetería con una letra o un pagaré, y pasa lo que pasa. La banca quiere ‘MÚSCULO COMERCIAL’ (que bonito queda, jejeje) y lo que ha conseguido ya es conocido y sufrido ahora por todos.
Es un claro ejemplo donde la experiencia hubiese evitado muchos males, pero la experiencia era cara y el sueldo de un directivo de más de 50 equivale a 3 becarios mileuristas que venderían una Visa a un cliente de 90 años si hiciese falta.
Triste pero verdad.
Un abrazo.
hola amigo, por aquí ando, pero con poquiñas energías
un abrazo
Buenas amiga Nieves.
Pues eso no puede ser amiga, hay que animarse aunque todo parezaca que esta muy oscuro.
Un abrazo
Hola José Luis,
Como dice Sabina en una de sus canciones: «El dinero: el único dios verdadero» y esa es la cruda realidad.
La mayoría de empresarios quieren: bueno, bonito y barato (y eso que ellos venden «lo barato a la larga, sale caro») pero las circunstancias actuales les favorece y exigen y aprietan a las empresas de selección para que encuentren lo mejor de lo mejor al mínimo precio!! y te digo que lo pasan mal porque es casi imposible encontrar algo bueno a precio de saldo.
De todas formas, yo creo que no tardará mucho en que las empresas demanden personal mayor de 45 años porque todo colectivo ha de estar equilibrado de lo contrario, por algún lugar hará aguas; ahora que con tanto prejubilado de 50 años, se van a encontrar con poco donde escoger :-)))
Un abrazo.
Muy buenas Lluisa.
Allá cada uno con sus decisiones. Lo que es incontestable es que si consideramos que 50 o algo menos es una edad improductiova, apaga y vamonós, y más teniendo en cuenta que cada día alargan más la edad de jubilación.
Es algo que no me acaba de entrar en la cabeza: politicos, agentes sociales y empresarios reconocen la necesidad de prolongar la edad laboral pero a la hora de busc ar empleados, no quieren oir hablar de gente con determinada edad.
Verguenza de país 🙁
Un abrazo