Reflexiones : «Sobre la importancia del tiempo y como emplearlo en todo lo que hacemos» (3)

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¿Quién no ha oido alguna vez aquello de «que el tiempo es oro»?. Hay veces que consideramos que esto es una exageración. Sin embargo en otras ocasiones adecuamos esta expresión a la realidad que nos ocurre con perfección.

Hagas lo que hagas, emplees el tiempo en lo que lo emplees, debes de tener en cuenta que ese momento es único y no volverá, por lo tanto siempre será recomendable el saber en que lo «gastas» porque hay cosas que puedes recuperar en esta vida pero «el tiempo» no es una de ellas.

«Hasta que no te valores a ti mismo no valoraras tu tiempo. Y hasta que no valores tu tiempo no harás nada de con él».
M.Scott Peck

Quedarse con la sensación de que cuando haces algo has perdido el tiempo es un mala cosa. Solamente el hecho de intentarlo ya significa que no has perdido el tiempo aunque el resultado no sea tan positivo como lo esperado. No obstante a veces acometes actos «para pasar el tiempo», eso si que no es muy adecuado. Si algo lo acometes que sea por algún motivo. El tiempo no está para ser malgastado.

«La pérdida de la fortuna puede ser recuperada por una empresa, la pérdida de conocimiento por el estudio, la pérdida de la salud por el cuidado o la medicina, pero la pérdida de tiempo jamás se puede recuperar».
Samuel Smiles

Cuando empieces algo, procura aplicarte en ello, sino ¿para qué lo empezaste?. Mejor hubiéses dedicado ese tiempo en otro cometido. Si quieres alcanzar el éxito en lo que empredas, no escatimes esfuerzos y por lo tanto se generoso con el tiempo que utilizas en su consecución.

«Nunca te permitas terminar un día en el que puedas decir “Lo haré mejor mañana”.
Brigham Young

El tiempo está para ser empleado de un modo eficiente, porque relamente no se puede malgastar en actos que no persigan un fin. Incluso el disfrutar de un día de descanso tiene su finalidad. Cuando comienzas algo, no malgastes el tiempo buscando problemas antes de tenerlos. Si los hay, ya los encontrarás.

«Nunca te pongas excusas. No tienes tiempo para ello, porque si usas tu energía de ese modo, no te quedará energía para hacer todas las cosas que necesitas hacer, como superar obstáculos y alcanzar objetivos.
Alan Key

Nuestros actos se extienden en un horizonte temporal, donde cada tiempo presente pasa a ser pasado en un modo instantáneo y el futuro se nos hecha encima de un modo inexorable. E»l presente fue ayer, el futuro es hoy y el mañana no existe» (esta es de mi creación). No pierdas el tiempo pensando en lo pasado, te anclarás y no prosperarás y no dudes en lo que te puede pasar en el futuro, porque eso se sabrá en seguida y te llenará de temores.

«Recuerda, hoy es el mañana acerca del cual te preocupabas ayer».
Dale Carnegie

En el espacio temporal todo sigue un orden cronológico por lo tanto no busques confluencias extrañas de acontecimientos en lo que realizas. Las cosas si han de pasar pasarán pero no pasa todo a al vez, debemos de saber dosificar esfuerzos.

«Lo mejor acerca del futuro es que nos llega solo un día a la vez».
Abraham Lincoln

Una forma de afrontar tus cometidos es moverte tú en «tu propio tiempo», es decir, promover tu acciones para que tu tiempo sea lo más eficiente a la hora de realizar algo. Interioriza conductas y hábitos de trabajo. Te ayudarán a establecer controles sobre tu tiempo y como lo aplicas a tu forma de trabajar.

«En lugar de esperar a que las cosas sean mejores, haz una lista de todas las cosas que puedes hacer hasta que la situación mejore y hazlas».
Danielle Kennedy

El éxito se suele decir que es cuestión de constancia. Si es así, para alcanzarlo en el futuro (que será rápidamente el presente) deberé de hacer lo necesario para ello hoy mismo. No perder el tiempo en anteponer los problemas a que ocurran, no divagar ni buscar excusas es una buena forma.

«El único limite a nuestros logros de mañana está en nuestras dudas de hoy».
Franklin D. Roosevelt

Si quieres hacer un buen uso de tu tiempo y quieres tener éxito en lo que empredas, tienes que saber que es lo más importante y entonces poner en ello todo lo que tienes. No escatimar esfuerzos es algo fundamental.

Y para terminar una idea cargada de Psicología Positiva

«El día ideal nunca llega. Hoy es el día ideal para aquellos que han decidido que así sea.
Oratio Dresser

No sólo de «www» vive el parado

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Veo que el post último realizado sobre las Webs de empleo ha causado cierto revuelo, aunque me consta que era «vox populi» y lo que ocurre es que a lo mejor no se había escrito sobre ello poniendo los puntos sobre las «ies» y confirmando lo que ya se sabía.

Tenía pensado darle algo de continuidad en un futuro, pero «hete aquí» que tras un artículo aparecido en el la edición impresa de El Mundo, en el suplemento Ariadna, que es portada y segunda pagina, de fecha de 24 de mayo de 2009 (estoy intentando buscar el link para enlazarlo), he decidido que es buen momento profundizar en el tema ahora, en caliente. Porque el título se las trae: «Olvídese de las colas, el trabajo ahora se busca en la web».

En este artículo se habla de las bondades de las «www» y de las redes sociales como una medio necesario para sustituir las largas colas del INEM y que son el futuro. ¿Para quién son el futuro, para sus creadores o para los pobres infelices que se registran en ellas? El artículo sería correcto si se dedicase a realizar un somero análisis sin entrar en opiniones subjetivas ni en comparaciones con las oficinas del INEM actuales (ojo!! que que soy de los que opinan que no son Oficinas de Empleo, sino que son Oficinas del Paro).

Además digo yo, que si el objetivo principal de este artículo era el de informar sobre las ventajas de las webs de empleo y las comunidades profesionales, lo menos que debería es nombrar los inconvenientes que tienen o los vicios que arrastran en su funcionamiento. Pero esta segunda parte brillaba por su ausencia.

No es por pecar de soberbia, pero antes de proceder a un ensalzamiento (¿gratuito?) de las webs de empleo, era bueno que hubiesen leído el artículo de la semana pasada y hubiesen hecho «acto de contrición».

Y no creáis que soy un anti-nuevas tecnologías, nada más lejos de la verdad. Siempre he roto una lanza a favor de todo lo que supongan avances tecnológicos, pero no se que pasa, que todo avance es bueno hasta que llega la figura del hombre y quiere sacarle negocio del mismo y va y «lo echa a perder». Los avances son buenos y necesarios, pero siempre existe la picaresca que los quiere usar en su propio beneficio (en este país somos así).

Es curiosa la coincidencia de protagonistas entre este artículo y el mío, dado que nombres de los que aparecen en el da la casualidad de que están en el experimento que he realizado.

Pero como se suele decir, «todo depende del color con que se mira» y «de los ceros de la nómina a fin de mes», y claro está, como yo no tengo de esto, soy libre de opinar sin encontrarme mediatizado.

Hasta aquí, la parte destructiva de este post (no por ello lo que viene ahora va a ser poco atractivo).

Como no me gusta ser negativo, vamos a darle una vuelta a la tortilla a mi entrada de la semana pasada, a esta y al artículo de El Mundo.

Imaginemos que somos cada uno de nosotros un profesional por cuenta propia, o sea, un autónomo y que lideramos nuestra actividad que consiste en : «Encontrar trabajo».

Claro está que cada uno es libre de desarrollar su actividad profesional como le de la gana, pero si el objetivo es conseguir un empleo, intentaremos obtener todas las armas que estén en nuestra mano para conseguir el trabajo buscado.

¿Cómo podemos obtener información de las ofertas de trabajo que hay?

Las vamos a dividir en 3 grupos:

1º) Fuentes «www», comunidades virtuales, así como webs de organismos e instituciones de interés a las que no podemos acceder de forma física.

2º) Fuentes en prensa escrita, boletines periódicos y medios similares.

3º) Tu propia red de «Networking» (o sea tu red de contactos).

Como líder de tu proyecto empresarial (a la sazón, encontrar trabajo), y como ocurre en cualquier actividad empresarial o profesional, el tiempo es un bien escaso, por lo tanto no se puede abarcar toda la información de la que disponemos y debemos de aprender a discriminar.

¿Cómo está el mercado laboral actualmente?

Según publica el INE (Instituto Nacional de Estadística), casi un 80% de las demandas de mano de obra para cubrir puestos de trabajo no salen al público.

Como empresario que soy y mi objetivo es encontrar empleo, ¿como priorizaré mi actividad?

Dedicaré mi tiempo en pura lógica a las acciones que más éxito me puedan reportar.

Miremos la información de la que disponemos. El 1º y 2º grupo antes indicados, recogerían el 20% de las ofertas de empleo que salen al público. Mientras que el grupo 3º es mejor utilizarlo para captar ofertas del 80% que no salen al público.

Desde que el mundo es mundo, siempre ha habido que priorizar. Por lo tanto, tu mayor esfuerzo como empresario que busca empleo es el de «movilizar» tu red contactos y ampliarla lo máximo posible, con el objetivo que estas ofertas que no salen al público lleguen a tu área de influencia. Tu «Red de Networking» es fundamental. Cultívala a nivel personal y si quieres poténciala con los portales de internet abiertos con este fin.

Emplearé la autocandidatura, es decir, me presentará a mi mismo y a mis servicios a una empresa intentando ser de su interés.

Visitaré asociaciones empresariales, cámaras de comercio y todo tipo de empresa que pueda suponer una relación en mi networking.

¿Qué ocurre con el 20% de las ofertas que si se publican?

Si son en prensa escrita esto supone un desembolso para la empresa contratante, luego las ofertas suelen ser verdaderas en su mayor parte, puede que sean interesantes o no, pero existen en un % muy elevado. Buscaré el hacr un hueco dentro de mi actividad en mi «networking» para analizar estas ofertas que surjan.

Si son en portales de empleo, como Infojobs, Infoempleo, Monster,…, y similares, parto de la idea de que gran parte de las ofertas no existen, son mentira para captar información de los usuarios y en algunos casos para hacer candidaturas inversas.

O sea, que de el 20% de las ofertas que si salen al público, pongamos que un 5% salen en prensa escrita y un 15% en portales de empleo. Si tengo en cuenta que muchas de estas son mentira, ¿a qué opción dedicaré mas esfuerzo? a la prensa escrita, donde con casi toda seguridad serán verdaderas.

Y retomando el artículo de El Mundo y su «esplendoroso» título, ¿qué me está diciendo, qué mejor que hacer cola en la oficina del INEM es buscar por internet? No será que las colas afean el paisaje de las ciudades y además permiten ver al resto de la ciudadanía que la cosa va mal.

Lo mismo opinaba el pueblo alemán durante la IIWW, «¿qué hay problemas con los judíos? , pero si no los hay, ¿cómo va a haber problemas?».

Solo falta que se deporte a los desempleados, así acabaríamos con las estadísticas del paro.

El artículo de este periódico, simplemente me parece «un brindis al sol» y lo único que busca es que la gente se busque las habichuelas sin apuntarse al INEM, que con internet cada uno en su casita, no se ven a los desempleados por las calles. Si no se ve el problema, no existe.

Capacidad de entrega y sacrificio: «El compromiso»

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Hoy me he acordado de una historia que me contaron una vez y que me dejó realmente impresionado, en la que se demostraba en su expresión máxima lo que es la capacidad de entrega y el sacrificio. No se si sería verdad o no, o bien que al ser un niño el protagonista, las cosas se ven de distinta manera.

No obstante, es un claro reflejo de la entrega altruista hacia los demás.

Hace muchos años, trabajaba un voluntario en un Hospital de Stanford y había una niñita llamada Liz quien sufría de una extraña enfermedad. Su única oportunidad de recuperarse aparentemente era una transfusión de sangre de su hermano de 5 años, quien había sobrevivido milagrosamente a la misma enfermedad y había desarrollado los anticuerpos necesarios para combatirla.

El doctor explicó la situación al hermano de la niña y le preguntó si estaría dispuesto a dar su sangre a su hermana. Dudó por solo un momento antes de tomar un gran suspiro y decir: “Si, lo haré, si eso salva a Liz.”

Mientras la transfusión continuaba, él estaba acostado en una cama al lado de la de su hermana, y sonriente mientras nosotros lo asistíamos a él y a su hermana, viendo retornar el color a las mejillas de la niña. Entonces la cara del niño se puso pálida y su sonrisa desapareció. Miró al doctor y le preguntó con voz temblorosa: “¿A qué hora empezaré a morirme?

Siendo solo un niño, no había comprendido al doctor; él pensaba que le daría toda su sangre a su hermana. Y aun así se la daba.

Me acuerdo que cuando me la contaron me quedé ciertamente perplejo.

Diréis porque me he acordado de esta historia.

Se debe a que hoy lei un articulo en la prensa escrita en el que hablaban del «talento y el compromiso dentro de las organizaciones». Y me hice la siguiente pregunta: ¿Cuántos de vosotros actuarías como ese niño si vuestra organización os lo pidiera (salvando lógicamente las distancias)?

¿Es esa la diferencia entre involucración y compromiso?

Como todos los artículos actuales, hablaba de la motivación y de como conservar el talento dentro de las organizaciones, es decir, de lo que se debía de hacer para retener el talento.

Pero también como siempre utlimamente discrepo del artículo. Se sigue tratando al empleado talentoso como algo a retener. Y cuando digo algo, es como me gusta decir, «un recurso», no un humano.

Lo que comentaba el artículo era el hecho de que por el bien de las organizaciones, se debería de conservar el talento. Pero en ningún momento se haciá referencia a las necesidades humanas del empleado. No se contemplaba el hechos de que a lo mejor el empleado la única forma que tenía de realizarse y motivarse era marchándose de esa organización. Se vuelve a la misma historia actual de si somos humanos o somos recursos.

Hoy me he acordado de una historia que me contaron una vez y que me dejó realmente impresionado, en la que se demostraba en su expresión máxima lo que es la capacidad de entrega y el sacrificio. No se si sería verdad o no, o bien que al ser un niño el protagonista, las cosas se ven de distinta manera.

No obstante, es un claro reflejo de la entrega altruista hacia los demás.

Hace muchos años, trabajaba un voluntario en un Hospital de Stanford y había una niñita llamada Liz quien sufría de una extraña enfermedad. Su única oportunidad de recuperarse aparentemente era una transfusión de sangre de su hermano de 5 años, quien había sobrevivido milagrosamente a la misma enfermedad y había desarrollado los anticuerpos necesarios para combatirla.

El doctor explicó la situación al hermano de la niña y le preguntó si estaría dispuesto a dar su sangre a su hermana. Dudó por solo un momento antes de tomar un gran suspiro y decir: “Si, lo haré, si eso salva a Liz.”

Mientras la transfusión continuaba, él estaba acostado en una cama al lado de la de su hermana, y sonriente mientras nosotros lo asistíamos a él y a su hermana, viendo retornar el color a las mejillas de la niña. Entonces la cara del niño se puso pálida y su sonrisa desapareció. Miró al doctor y le preguntó con voz temblorosa: “¿A qué hora empezaré a morirme?

Siendo solo un niño, no había comprendido al doctor; él pensaba que le daría toda su sangre a su hermana. Y aun así se la daba.

Me acuerdo que cuando me la contaron me quedé ciertamente perplejo.

Diréis porque me he acordado de esta historia.

Se debe a que hoy lei un articulo en la prensa escrita en el que hablaban del «talento y el compromiso dentro de las organizaciones». Y me hice la siguiente pregunta: ¿Cuántos de vosotros actuarías como ese niño si vuestra organización os lo pidiera (salvando lógicamente las distancias)?

¿Es esa la diferencia entre involucración y compromiso?

Como todos los artículos actuales, hablaba de la motivación y de como conservar el talento dentro de las organizaciones, es decir, de lo que se debía de hacer para retener el talento.

Pero también como siempre utlimamente discrepo del artículo. Se sigue tratando al empleado talentoso como algo a retener. Y cuando digo algo, es como me gusta decir, «un recurso», no un humano.

Lo que comentaba el artículo era el hecho de que por el bien de las organizaciones, se debería de conservar el talento. Pero en ningún momento se haciá referencia a las necesidades humanas del empleado. No se contemplaba el hechos de que a lo mejor el empleado la única forma que tenía de realizarse y motivarse era marchándose de esa organización. Se vuelve a la misma historia actual de si somos humanos o somos recursos.

La sensación del artículo volvía a ser de que parece que somos recursos y no humanos. Por lo tanto mientras nos sigan viendo así, dudo mucho que se alcance el compromiso de los empleados que tanto desean sus organizaciones.

Señores eruditos en el management, ¡¡olvídense por un solo momento de las organizaciones y acuérdense de las personas, porque en definitiva las personas son las que hacen que las organizaciones funcionen!!.

Para y escucha la música

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No hace mucho os deje una entrada haciendo referencia a las pequeñas cosas. Y hoy me he acordado el famoso experimento que el Washington post realizó en 2007 con Joshua Bell, considerado por muchos el mejor violinista del momento. Ahora para y escucha la música:

Una bella melodía, un aroma, una imagen, …, cualquier cosa por pequeña que sea y que te llame la atención es lo suficiente para paar un momento en esta ajetreada vida.

En este experimento, Joshua Bell, tocando un Stradivarius de 1710, se situo en la entrada de un metro durante una hora, tocando es precioso violin.

El experimento consistie en grabar durante una hora todo lo que alli ocurría, tambien es cierto que se escogio la hora punta de comienzo de la jornada laboral diaria. Solamente 3 personas en una hora se pararon a escuchar la melodia, y unas 10 depositaron unas monedas en la funda del violín pero sin llegar a detenerse.

El mejor violinista del mundo, con el mejor violín del mundo y ese fue el resultado.

¿Qué ocurre?

La sociedad se ha vuelto individualista, cada uno mira más por sus intereses que por el bien comun, esto hace que nos centremos en nuestro quehacer diario, ensimismados, concentrados, todo lo que nos rodea nos da lo mismo. Cierto es que hay casos en los que si necesitamos centrar todos nuestros sentidos, pero más de 1000 personas pasaron por delante de Joshua Bell sin percatarse de quien era, pero lo que es peor, solamente 3 se pararon aunque fuese unos segundos a escuchar las notas.

¿Nos ha absorvido tanto la sociedad que no nos permite admirar la belleza aunque sea solo un minuto?

El sindrome DDMC (El Día a Día Me Come) está cada vez más de moda. Cada vez nos preocupamos mas de todo y por todo, solamente buscamos satisfacer nuestras necesidades que en la mayor parte de los casos son auto inculcadas por la sociedad que nos rodeas, son artificiales, pero de obligado cumplimiento si quiere formar parte del grupo.

Mi reflexión es, ¿para que quiero ser parte de un grupo y me esfuerzo por ello, si luego mis comportamientos y actitudes son de lo más individualistas?

Realmente nos ha vencido la sociedad actual. Seguimos estando a su merced y seguimos sin pararnos un momento y fijarnos en los pequeños detalles de la vida que la hacen diferente.

Estos son los tiempos que nos han tocado vivir, pero creo que esa en nuestra mano la forma en la que queremos vivirlos.

Un abrazo a todos.

Miedo a los cambios, ¿por qué?

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Hoy estaba hablando con un amigo sobre la situacion, bastante mala por cierto, de la empresa en la que trabaja. Cierto esta muy mediatizado por su situación personal ya que tiene una hija de casi 3 años y esta esperando otro hij@.

A primeros de año una de las delegaciones cerró, con 85 empleados a la calle. Al poco tiempo la segunda con 125 y ahora llegan a su delegación. De 360, ya solo quedan 120.

Lo que me sorprendió realmente es el hecho de no verlo para nada preocupado. Y acto seguido me he puesto a reflexionar y me ha salido este post.

“ Nos sentimos mas vulnerables al cambio cuando nos sorprende .. “

Efectivamente el cambio en esta caso que nos ocupa, es malo, ya que se trata de un potencial despido, pero ¿sería algo sorpresivo? Realmente no. Aplicaría la máxima de la cultura china de «porque preocuparse de algo si todavía no ha ocurrido».

La concepción del cambio, su aceptación y asimilación es algo necesario en todo cambio.

Generalicemos un poco sobre la idea de los cambios.

El cambio no es visto como malo por si mismo , sino que inicialmente es sentido como positivo o negativo . Según la capacidad personal de anticiparlo y controlar sus consecuencias. Intuyes que algo que va a cambiar será positivo o negativo hacia tu persona, pero el cambio en si no es malo, sus consecuencias pueden serlo. Si lo controlas, lo aceptas y lo anticipas, las consecuencias pueden cambiar.

La resistencia al cambio es algo que es inevitable, sobre todo si te encuentras acomodado en la situación actual. Así mismo un mismo cambio varia de un individuo a otro en intensidad y duración.

Un enfrentamiento abierto al cambio puede hacer que lo manejes y enfrentes mejor.

Ver que el cambio no se produce en tu organización (ya repito que ahora estoy generalizando y no siguiendo con el ejemplo), sino a nivel de los individuos que la componen.

Son las personas que sienten los efectos del cambio, y perciben su amenaza o desafío.

Aspectos claves que debe considerar:

– Considera: ¿ Cuanto afecta el cambio a una persona ? . Esto definirá tu actitud.

– Las personas asocian un cambio inminente con lo que le ha ocurrido con experiencias pasadas y esto no tiene porque ser asi. Las cosas nuncas se repiten igual.

Si la experiencia previa ha sido buena , la predisposición será positiva .En caso contrario , habrá una sensación de amenaza , peligro e incertidumbre acerca de si futuro.

Todo cambio exige ciertos ajustes individuales pero si alguien siente que es capaz de ajustarse sin grandes sacrificios y percibe que el resultado final será beneficio , tendrá una actitud positiva. Se sentirá inseguro o incapaz si no percibe beneficios.

¿Que ocurre con el ejemplo que os puse?

El tiene asimilado que tarde o temprano le va a llegar a él el despido (aceptación del cambio y en definitiva actitud positiva). Lo que ya no me parecio correcto fue su forma de afrontarlo: «tengo dos años de paro».

Esa no sería la solución a enfrentarse al problema, es en definitiva dejar que las cosas y los cambios pasen, pero sin actuar. Postura claramente pasiva. (También es verdad que los tiempos no estan para echar cohetes).

Construyendo sueños

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Hoy me he levantado «espiritual». El positivismo me invade, aunque cuando realmente me despierto me dy cuenta que sigo en la misma realidad.

Si nuestros sueños se hicieran realidad… ¿Cómo sería nuestra vida en la actualidad?

En el fondo del corazón, todos soñamos, todos creemos que tenemos un don, que podemos ofrecer algo especial, que podemos amar de una manera única, que podemos comunicarnos y entendernos con los demás de un modo muy singular, que podemos mejorar este mundo.

Entonces… Sigamos confiados y poniendo todo para lograr lo que queremos en la vida.

Mantengamos vivas las aspiraciones y no dejemos todo en manos del destino.

Hagamos nuestra parte del trabajo construyendo sobre los sueños, avanzando sobre las aspiraciones, sabiendo que los logros necesitan de mucho esfuerzo, de coraje, de tiempo, de aciertos y errores, de tristezas, de alegrías y esencialmente de la fe, que es ese llamado interior que te sacude y te levanta cuando bajo cualquier excusa comienzas a renunciar.

Sencillamente la vida será mejor llevada si tenemos estos pensamientos. Y no soy buena persona en estos momentos para recomendaciones, pero abusando de vuestra confianza permitirme lo que os diga lo que llevo apuntando estos días: «hacer lo que yo diga y no lo que yo haga».

Os daréis cuenta que con optimismo las sensaciones, as reacciones, los anhelos, las expectativas son distintas.

Las cosas no suelen pasar porque si, sino que dependen mucho de nuestras actitudes. ¿Qué te cuesta mantener una actitud positiva ante loque te rodea?

Los resultados verán que son mejores.

Un saludo a todos

Predicar con el ejemplo….

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Hoy he decidido despues de ver un post en el blog de mi amigo Senior Manager que es el momento de hacer un alto en el camino. Me explico. Siempre me ha gustado daros consejos, mostraros mis vivencias y mis opiniones. Muchas veces incluso he de reconocer que ocurre lo que se conoce como «haz lo que yo diga y no lo que yo haga». Y es por lo tanto el momento de hacer caso a todo lo que he estado publicando ultimamente.

Recientemente os he estado hablando de la atención, de la importancia de los detalles, de como se debe de ser asertivo en el mundo actual, proactivo, como ser optimista y superar los temores, de como debe actuar uno para automotivarse y superar los problemas diarios.

Y he llegado a la conclusión que lo mejor que podía hacer en este momento es «mi propio acto de reflexión». Todo para que no creais que se predica en el desierto, sino que a la vez que publico mis opiniones e deas, también intento fortalecerlas.

He realizado un test da actitudes y comportamientos laborales al que uno mi autoreflexión de mi forma de ser. Probablemente no sea un ejemplo perfecto a seguir, pero lo intento, aunque surjan obstáculos todos los días.

¿Cómo me veo yo y como me dice el test que soy?

Autoreflexión:

Asertivo. Puedo decir que normalmente si que suelo ser asertivo, aunque en ocasiones soy de los que se guarda algo en el tintero porque cree que puede ser algo que dañe a la parte contraria.

Prejuicios. Claramente no. Rara vez manifiesto prejuicios sobre algo de lo que no he tenido conocimiento o contacto. Ahora bien, si soy una persona algo rencorosa, es decir, confio siempre y nunca prejuzgo (casi nunca), pero como una vez se me falle en algo, no hay segundas oportunidades.

Atención. Si. Suelo detenerme alguna vez (puede que no las suficientes) y miro atrás haber lo que he hecho, disfruto de ese momento e intento mirar siempre en lo positivo y ver todo como una posibilidad de mejorar.

Positivo. Como buen gallego contestaría «depende». Hay días que más y otros que menos. Siempre intento serlo, pero a veces las cosas del entorno te desbordan y te entra cierta pesadumbrez y apatía.

Los temores. No suelen desbordarme, ciertemante los suelo ver como una oportunidad de sacar algo positivo. Hay excepciones como todo en esta vida.

Automotivación. Lo intento, y mira que hay dias que me cuesta, pero mi intención es esa. He de reconocer también que hay días que no lo consigo.

Test de actitudes laborales:

Soy una persona que se adapta bastante rápido a los cambios del entorno y me oriento tambien bastante a la obtención de los resultados que se deben de obtener en el trabajo que acometo. Es decdir, me oriento más hacia la consecución de los objetivos que al «con el tiempo todo se consigue». Me adapto rápido a los cambios.

Soy bastante asertivo en el trabajo como lider. Me gusta que se hagan las cosas como yo digo, pero casi siempre desde una perspectiva democrática, es decir, siempre hablando y dialogando con los miembros del equipo, buscando siempre valorar su opinión.

Comienzo y desarrollo bastantes tareas a la vez, con lo que supone que hago demasiado esfuerzo por acaarlas todas y en alguna ocasión puede que no terminen como deberían de haberles dedicado más tiempo. No obstante, suelo acabar todo lo que empiezo.

Mi control emocional es bajo, es decir, soy bastante temperamental, algo que en ocasiones puede generar conflictos. No obstante, como si que soy asertivo, una cosa se compensa con la otra.

Contacto social. Laboralmente me gusta emprender muchas relaciones comerciales aunque no fructifiquen, pero en el ambito personal, soy mas proclive a la apertura de menos relaciones emocionales y mas intensas.

Confianza. Si que soy una persona confiaza en los que le rodean y que sabe delegar tareas. Lo que si, como dije anteriormente en mi procveso de autoreflexión, se cumple qe solo «se me falla una vez».

En las tareas que emprendo, me gusta fijarme en los detalles al principio, pero luego intento convertirlos en rutinas y que no me hagan perder mucho tiempo.

Suelo tomar decisiones con bastante rapidez, sopesando las consecuencias de las acciones emprendidas. Esto no quiere decir que tarde poco en recopilar información para decidirme, sino que, una vez recopilada esta, me decido en seguida.

Visión abstracta de lo que me rodea. Debido a mi carácter bastante positivo, siempre suelo ver las cosas con una perspectiva mayor de lo que la realidad muestra.

Esto, aunque sea rápido, es un reflejo tanto de una autoreflexión propia, como de los resultados aportados por un test de personalida y actitudes en el entorno de trabajo.

Espero que os haya gustado, y como se suele decir, «no hay mejor cosa que predicar con el ejemplo». Yo que siempre os recomiendo cosas, aquí podeís haceros una idea de como soy yo.

Un saludo

Optimismo: superar los temores

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Al hilo del último post pubicado sobre los temores, voy a enfocar este otro desde el punto de vista del optimismo como método de superar temores y miedos.

Os definiré optimismo con este ejemplo:

La palabra crisis en coreano se escribe con dos caracteres chinos. El primero tiene un significado “riesgo”, y el segundo se interpreta como la oportunidad.

Desde este punto de vista, cualquier crisis o problema pude, ser visto en todo momento desde dos puntos de vista muy diferentes: uno optimista, que vera en el problema, la posibilidad de mejorar y como una oportunidad de experimentar un cambio positivo para el. Otro pesimista, que considerará un problema como algo insalvable y como algo perjucicial.

Lógicamente cualquier novedad conlleva la existencia de correr un riesgo, pero debe de ser visto también como la oportunidad de mejorar algo que hasta ese momento no iba «del todo bien».

El pesimista será dominado por los temores, siempre encontrará pegas a lo que hace, en definitiva, antepone el riesgo, el miedo y los temores, ante las oportunidades de mejora. Cree incluso que el esfuerzo de superar los temores no compensa el hecho de que exista una posibilidad de mejora, llegando incluos a hacer que eesta persona no haga nada frente al problema.

Muchas veces, el positivo y pòr lo tanto el optimista es aquel que busca sus propias oportunidades, siendo o actuando de una forma proactiva, enfrentándose a los temores, superando obstáculos y viendo a estos como metas necesarias que se deben de superar para conseguir el objetivo final. El pesimista, cree que este esfuerzo no vale la pena, por lo que sus temores hacen que el problema sea insuperable.

No hay nada malo en no tener éxito: si no logramos lo que nos proponemos, es porque nos espera algo mejor todavía: ¡¡Eso es ser optimista!!

Y por otra parte, el temor no tiene sentido ¿por que temer a algo porque suponga un cambio? Toda posibilidad de cambio es sinónimo de oportunidad de mejora. Esa s la mejor forma de enfrentarse a los problemas que muchas veces son tales, porque nosotros los queremos ver así.

Los temores y lo que implican

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Temor es un sentimiento de inquietud y miedo que provoca la necesidad de huir ante alguna persona o cosa, evitarla o rechazarla por considerarla peligrosa o perjudicial (temor a lo desconocido).

Según la RAE: Pasión del ánimo, que hace huir o rehusar aquello que se considera dañoso, arriesgado o peligroso.

Los temores son el inicio de muchas de nuestras creecias negativas. A veces, el temor es bueno. Compara la ansiedad que se siente cuando tienes que hablar frente a un auditorio con lo que le dice el estómago cuando conoces a la pareja de sus sueños. El significado que asocia a esos sentimientos puede producir un resultado negativo.

El éxito de muchos deportistas actualmente ha sido el aprender a canalizar su temor natural transformándolo en la excitación previa necesaria para tener un rendimiento exitoso.

No temer a nada no es tan bueno como parece. A la mayoría de la gente le encanta la emoción del riesgo y responde a los desafíos. De manera que, a pesar de que la sensación no es agradable, es posible que la mente y el cuerpo prefieran el estremecimiento del miedo a la situación de calma en la que parece que nada interesante fuera a pasar.

El temor es sintoma de tensión, de necesidad de prepararse, en definitiva, de proactividad y no de pasividad, con lo que, en la mayyoria de las ocasiones, sentir temor es bueno, porque hace que pongas todos tus sentidos en funcionamiento.

No es casual que Goleman, en su primer libro, “La inteligencia Emocional. Por qué es mas importante que el cociente intelectual” (1995) incluye un apéndice sobre “El circuito nervioso del temor”, donde plantea “el temor tiene una importancia especial, es fundamental para la supervivencia, tal vez más que ninguna otra emoción”. Pero, más adelante, precisa que “en los tiempos modernos, los temores fuera de lugar son la plaga de la vida cotidiana y nos provocan preocupación, angustia y una variedad de inquietudes

El temor se convierte en obstáculo cuando uno permite que, bajo su influencia, limite la acción. Si consigue administrar sus temores se encuentra en una posición fuerte que le permite encaminarse en dirección al éxito.

Como vencer el temor que lleva a aplazar las decisiones

«La mejor decisión que podemos tomar es la correcta, la segunda mejor es la incorrecta, y la peor de todas es ninguna.» – Theodore Roosevelt

Con frecuencia la tendencia a aplazar las decisiones es una máscara que oculta algún temor. Es probable que postergues una acción porque temes fallar o tener éxito, o tal vez tienes miedo al ridículo o al rechazo. Reconocer este temor puede ayudarte a vencer la tendencia a dilatar la acción. La clave para eliminar de raíz esta actitud está en descubrir que hay detrás de ella y buscar las estrategias que te permitan erradicarla.

Estos son ejemplos de lo que posiblemente tu dices cuando justificas “dejar para mañana lo que debes hacer hoy!.

· “Soy perfeccionista y tardo más que otros en terminar las cosas”.

· “No es justo que me toque hacer esto”.

· “Soy incapaz de hacer esto bien”.

· “Es demasiado difícil”.

· “No tengo tiempo”.

· “No tengo el conocimiento necesario para hacer esto”.

· “No quiero fallar”.

A veces el temor que se esconde tras los aplazamientos es fácil de detectar. Si evitas terminar algo porque te consideras perfeccionista, es probable que el temor se deba a que si el resultado no es óptimo, temas que la gente se ría de ti. “No tengo el conocimiento necesario” tal vez significa que podrías buscar ayuda pero no te atreves a hacerlo porque temes parecer ignorante. Hay otros temores más difíciles de localizar. “No tengo tiempo” puede ser el resultado de tu temor a no ser capaz o a no poder completar la tarea.

¿Qué sucede cuando postergas una acción?

Cada situación en la que postergas la decisión estás reforzando el hábito de la inactividad en vez de actuar, siendo esto lo que acaba alimentando tus temores. De vez en cuando es útil preguntarse lo siguiente:

· ¿Qué estoy aplazando actualmente?

· Soy lo bastante bueno e idóneo, incluso cuando algo no me sale bien.

· Siempre tengo éxito cuando intento hacer las cosas bien y con buenas intenciones.

· Evitar el fracaso significa aislarme de las nuevas posibilidades que de otra forma nunca podría conocer. Le temes al fracaso porque te preocupa fallarles a los demás, recuerda que el amor propio es el mejor punto de partida para ser mejor consigo mismo y con los demás.

“EL HOMBRE SE HACE VIEJO MUY PRONTO Y SABIO MUY TARDE” JUSTAMENTE CUANDO YA NO HAY TIEMPO…..

En fin ….,¡¡¡mañana será otro dia!!!

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Me he acordado hoy de un texto que lei en algún sitio y que me resutló altamente gratificante y sobre todo me acuerdo que la primera vez que lo lei note una carga de positividad y de posterior alivio, que es buena para los tiempos complicados que estamos viviendo.

Si me acuerdo bien decía así:

Todos tenemos días muy difíciles: unos están llenos de cansancio, otros de problemas, otros de tristezas.

Pero así como esta realidad debe ser, aceptemos una cosa…que tal vez nos servirá de consuelo… Mañana será otro día.

Cuántas veces nuestro panorama se ve triste, desalentador y agobiante, y súbitamente algo pasa y encontramos solución a nuestros problemas y algo que parecía no tener solución, se resuelve fácilmente.

El tiempo cierra heridas y suaviza resentimientos.

Cuando nos sintamos agobiados por los problemas, el cansancio o el dolor, digamos con firmeza:

Mañana será otro día, y tengamos la seguridad que ¡ese día será mejor!

Frecuentemente he hablado de la motivación (dentro y fuera del liderazgo) y de la automotivación. Creo que estas palabras son perfectas para ubicar esta segunda área, la automotivación.

Muchas veces de noche ves un problema sin solución, y a la mañana siguiente ya no es lo mismo. El problema es el mismo, no ha cambiado durante la noche, pero la aptitud con la que te enfrentas a él ya no es la misma. Se positivo, proactivo y piensa siempre en «que peor no puedes estar». Es la mejor forma de intentar salir del agujero donde te crees que estás.

Acuérdate que la motivación empieza por uno mismo. Si tu no eres capaz de automotivarte, nadie lo hará por ti.