El lado oculto de la motivacion

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Según El Kybalion (Principio de causa y efecto), «toda causa tiene un efecto. Todo efecto tiene una causa. Todo ocurre de acuerdo con la ley. Azar no es más que el nombre que se le da a una ley desconocida. Hay muchos planos de causación, pero ninguno escapa a la ley» .

Trascender la apariencia nos permite conocer y comprender cosas que de otra manera nos estarían vedadas, aspectos que ni siquiera llegamos a imaginar. Así, por ejemplo, tal vez podamos advertir que el bien y el mal no son más que dos caras de una misma moneda y que muchas veces aquello que nos hace daño, o que se nos presenta como negativo, puede ser lo que necesitamos para movernos, puede ser el estímulo que nos induce a cambiar hacia algo mejor.

Estamos habituados, porque así lo hemos aprendido, a utilizar razonamientos concretos y no abstractos, por lo que nos quedamos más cerca de la nada que del todo, nos quedamos en lo aparente y nos alejamos de lo real.

La mente concreta juzga por los efectos, se siente víctima de las circunstancias y no tiene en cuenta que los efectos proceden de causas antecedentes puestas en movimiento. No va más allá de la apariencia de las cosas, por lo que persevera en el error.

La mente abstracta no se queda anclada en el efecto, sino que va en busca de la causa y de las circunstancias que producen los hechos. Trasciende la apariencia, por lo que percibe que los efectos son producto de causas anteriores y así aprende a crear sus propias causas para entonces poder controlar sus efectos.

De acuerdo con Gary Zukav (El lugar del alma), «cada acción, pensamiento y sentimiento viene motivado por una intención, y esa intención es una causa que existe al mismo tiempo que un efecto. Si participamos en la causa no nos es posible no participar en el efecto. Por este camino más profundo, somos responsables de cada una de nuestras acciones, pensamientos y sentimientos, o lo que es lo mismo, por cada una de nuestras intenciones. Por tanto, es prudente que lleguemos a ser conscientes de las numerosas intenciones que informan nuestra experiencia, con el fin de clarificar qué intenciones producen qué efectos y para elegir nuestras intenciones de acuerdo con los efectos que desamos provocar».

Superar obstaculos es sinonimo de oportunidad de mejorar

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La vida esta llena de cambios y de obstaculos que uno debe de superar. cada uno de los mismo, supone una posiblidad de cambio, de mejora, todo depende del enfoque que le quiera dar cada uno. Ser positivo, observar la situacion y actuar en conciencia y con buena voluntad te permitira superar los problemas que te puedan surgir.

Hace mucho tiempo, un rey colocó una gran roca obstaculizando un camino. Entonces se escondió y miró para ver si alguien quitaba la tremenda roca. Algunos de los comerciantes más adinerados del rey y cortesanos vinieron y simplemente le dieron una vuelta. Muchos culparon al rey ruidosamente de no mantener los caminos despejados, pero ninguno hizo algo para sacar la piedra grande del camino.

Entonces un campesino vino, y llevaba una carga de verduras. Al aproximarse a la roca, el campesino puso su carga en el piso y trató de mover la roca a un lado del camino. Después de empujar y fatigarse mucho, lo logró. Mientras recogía su carga de vegetales, notó una cartera en el suelo, justo donde había estado la roca. La cartera contenía muchas monedas de oro y una nota del mismo rey indicando que el oro era para la persona que removiera la piedra del camino. El campesino aprendió lo que los otros nunca entendieron.

Cada obstáculo presenta una oportunidad para mejorar la condición de uno.

Esta historia te demuestra que el cambio esta en uno mismo, nosotros somos los rinciales catalizadores del mismo y de como queremos gestionar los cambios en nuestra vida.

La ira es mala ¿siempre?

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No me voy a meter en intentar definir lo que es la ira, porque me consta que todos nosotros ya lo sabemos. Al margen de la problemática que la ira en sí misma supone para un individuo, a veces hacer uso de ella tiene retribuciones que hacen que se mantenga como conducta habitual en determinadas situaciones, lo que si bien puede resultar gratificante a corto plazo, a medio y largo plazo implica el mantenimiento y consolidación de maneras de actuar que quedan instaladas como patrones de conducta muy poco recomendables o incluso dañinos.

Como habito de conducta y estilo de comportamiento, claro esta que no es buena politica emocional. No obstante existen situaciones en las que actuar con ira lleva aparejadas una serie, aunque sea durante un instante de gratificaciones.

Entre las gratificaciones que la ira proporciona encontramos los siguientes:

– Rehuir la propia responsabilidad en determinadas circunstancias, trasladándola a otra u otras personas. (autoenganarse realmente).

– Culpabilizar a otro de un incidente cuando hemos tenido participación o hemos sido nosotros sus causantes, derivando la responsabilidad y tranquilizando así la propia conciencia.

– A veces actuar con ira le hace, sentirse a uno importante, como por ejemplo ocurre cuando haciendo ostentación de su cargo una persona actúa airadamente con sus subordinados imponiendo por la fuerza su autoridad. Es una forma de satisfacción mediante el ejercicio del poder que el cargo proporciona (muy alejado del verdadero comortamiento que deberia de tener un buen lider).

– De forma parecida a la anterior, actuar con ira es también una forma de centrar la atención en uno mismo, que hace a un individuo sentirse importante, afianzando la impresión de valía personaL

– Como simple desahogo del malhumor, la frustración, la impotencia o la incapacidad.

– Excusa para no realizar determinadas acciones o para que se produzcan acontecimientos no deseados.

– Cuando no hay ningún interés en solucionar un problema mediante el diálogo, la ira puede ser un buen argumento para evitarlo.

-Justificar determinados comportamientos y mantenerlos a lo largo del tiempo.

-Como conducta manipulativa hacia otras personas.

Para nada os aconsejo que os comporteis de un modo iracundo.

Autoestima

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Tener una buena y sana autoestima es algo que se puede lograr si se ponen los medios adecuados. Ademas como su propio nembre indica, es algo que depende de cada uno y no de los demás.

El punto de partida para mejorar la autoestima es aceptarnos tal como somos, con nuestras cualidades y defectos, intentando aumentar las primeras y disminuir los segundos; nadie es perfecto y por supuesto nosotros no somos una excepción, así que no es de extrañar que encontremos en nuestro interior aspectos que no nos gustan.

Tenemos que tratar de convertirnos en nuestros mejores amigos y aliados, convencernos de que somos importantes y que tenemos que hacer todo lo que esté en nuestras manos para que la vida no resulte lo más feliz posible. Hay que tratar de restar importancia a las cosas que realmente no la tienen y procurar poner nuestra atención en los aspectos de la vida que sean objetivamente significativos. Prestémonos la atención que merecemos y hagamos las cosas que nos gusta hacer. Vayamos hacia donde queremos ir, dejando atrás cualquier miedo y teniendo fe absoluta en nuestras posibilidades.

No hay que dar excesiva trascendencia a las opiniones de los demás, sobre todo a las que tengan sobre nosotros; hemos de aprender a guiar nuestra conducta de acuerdo al criterio propio y no por el de otro, tenemos que convertirnos en los dueños y señores de nuestro destino, no podemos permitirnos el lujo de dejar las llaves de nuestro bienestar en manos ajenas.

Hay que ser objetivos con nuestra forma de comportarnos, actuando con ecuanimidad cuando juzgamos nuestras acciones; no ganamos nada con ser excesivamente estrictos y lo único que podemos conseguir es dañar nuestra autoestima. Tampoco se trata de ser indulgentes, sino tratar las cosas en, su justa medida, modificando aquellos aspectos de la personalidad que no concuerden con los parámetros deseados.

Cuando acertamos en nuestra manera de actuar, tenemos que felicitarnos por ello, así aumentaremos nuestra motivación y fortaleceremos la autoestima; todos nuestros logros son importantes por pequeños que sean.

Fomentemos nuestra capacidad de decidir, no temamos asumir responsabilidades cuando sea necesario, aunque ello suponga que las cosas no salgan como se habían previsto. Para acertar hay que tomar decisiones y tomar decisiones hace que muchas veces se produzcan errores, pero también aciertos. Aprendamos de los errores e intentemos de nuevo las cosas las veces que haga falta hasta que llegue el éxito. El triunfo siempre estará ahí esperándonos y terminará por producirse siempre y cuando seamos lo suficientemente constantes para que se materialice.

Para mejorar la autoestima es importante tener un buen conocimiento de uno mismo, saber dónde flaqueamos para poder apuntalar los puntos débiles y tener una clara conciencia de los aspectos en que debemos mejorar. De igual importancia es también conocer las facetas positivas, para fortalecerlas y potenciarlas al máximo. De este modo funcionaremos siempre al máximo de nuestras posibilidades.

Aún así, habrá cosas que no podremos cambiar y que tendremos que asumir sin que nuestra autoestima tenga por ello que resentirse en modo alguno (por ejemplo, sería una absurda pérdida de tiempo esforzamos en crecer varios centímetros ya que la altura es una característica que no podemos cambiar).

Seamos pues realistas en los objetivos que pretendemos conseguir y centrémonos en modificar lo que está a nuestro alcance, olvidándonos de lo que es inalterable y no podemos modificar.

EL goce de las pequeñas cosas ( la atención )

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Debiéramos ser como los niños, porque ellos saben perfectamente como disfrutar cada momento.

Pero claro eso no es posible, nos diremos, tenemos obligaciones que los niños no tienen. Hay que trabajar y cubrir nuestras responsabilidades como adultos. ¿ Pero acaso impide eso que disfrutemos de las pequeñas cosas?

Un lugar para cada cosa y cada cosa en su momento, puede ser la reflexión más encaminada para hacernos felices. De todas las actividades se pueden sacar consecuencias positivas y agradables si buscamos bien. Y para ello hay una cosa que se torna fundamental: atención.

Una buena forma de desarrollar la atención es habituarnos a su uso. Una vez que nos habituamos a estar atentos lo convertimos en una rutina automática y aquello que antes se hacía difícil se vuelve simple al convertirse en hábito.

Y no olvidemos la necesidad de dirigir la atención hacia uno mismo, porque el interior también es importante. Tener conciencia de sí mismo permite percibir lo que en cada momento hacemos y si nos resulta o no agradable, permite discernir entre las cosas que merecen y las que no merecen la pena y de esa manera podemos hacernos una idea clara de hacia donde vamos en cada momento, sabiendo que allí donde nos dirigimos es precisamente el lugar al que queremos realmente ir. Se trata simplemente de constituirse en los dueños de nuestro propio destino, en lugar de ir a la deriva.

Lo importante…. para ayer

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Imaginaros que os encontrais en una sala de guardia de un hospital, frente a un gran letrero que dice: “Los pacientes serán atendidos por estricto orden de llegada”. Ingresa un joven accidentado con leves raspaduras en sus rodillas por haberse caído de una motocicleta, y diez segundos después un caso grave de infarto de miocardio. Siguiendo las indicaciones del letrero, el médico de guardia le da prioridad y atiende al joven, haciendo esperar al infartado, solo por cumplir con las instrucciones del letrero. Parece todo muy insólito ¿no es cierto?

Sin embargo, ¿cuántas veces en nuestros negocios prestamos atención a las “raspaduras de rodilla” y dejamos para más tarde ocuparnos de los “infartos”? , sólo por dedicarle más tiempo a lo fácil, a lo más leve, a lo más llevadero.

Y lo realmente importante y serio – en este caso sería el “infarto” – lo postergamos porque resolverlo nos resulta una tarea fastidiosa, estresante y a la cual hay que ponerle mucha atención y energía. Es decir, que con bastante frecuencia priorizamos aquello que es placentero o atractivo – o que nos resulta menos trabajoso – posponiendo lo efectivamente importante.

Esa actitud la adoptamos a menudo inconscientemente, por no detenernos unos minutos a analizar la importancia de cada situación y otorgarle la prioridad que cada caso merece para el cumplimiento de nuestros objetivos.

Quizá no sea exactamente lo que nos ocurre a nosotros, pero es probable que haya alguna similitud. Evaluaremos unas simples soluciones para elaborar una agenda efectiva. Si seguimos esa agenda, no tendremos que esforzarnos tremendamente al fin del mes, para poner al día las labores postergadas.

Si logramos mantener la homogeneidad de nuestra tarea registrada en la agenda, el esfuerzo será bien distribuido a lo largo de la semana y del mes, y de tal forma nos ahorraremos sufrir el estrés de los apurones de los últimos días. Y es sabido que el estrés producido por las urgencias, denominado “síndrome de DDMC» (el Dia a Dia Me Come), es una de las formas más comunes de dilapidarlo.

Primero: Hacer una lista por escrito de todas las actividades semanales relacionadas con nuestro negocio: capacitaciones a tomar, llamadas telefónicas, reuniones con nuestro equipo, contactos con prospectos, seguimiento de los mismos, presentación de productos y del plan de negocios, visitas de posventa.

Segundo: Realizada la lista anterior, analizar dichas actividades programadas, separándolas en diferentes columnas según la importancia y prioridad asignada, de la siguiente manera:

Análisis de la importancia:

Muy importante: deben realizarse sin falta
Importantes: deberían hacerse
No tan importantes: son útiles pero no imprescindibles
Sin importancia: pueden dejarse para más adelante

Análisis de la urgencia:

Muy urgentes: deben hacerse ahora
Urgentes: deben hacerse pronto
No urgentes: pueden hacerse en el mediano plazo
El tiempo no es factor: pueden hacerse cuando estemos menos exigidos de tiempo

Análisis de la delegación de actividades:

Debo hacerlo yo
Puede delegarse en A: otro vendedor o distribuidor que esté capacitado para la tarea.
Puede delegarse en B: actividad de poca responsabilidad para alguna persona nueva en el negocio que necesite aprender.
Puede delegarse en C: tal vez alguna persona que esté detenida por falta de motivación y requiera un estímulo.

Análisis de relaciones:

Personas con quienes debo comunicarme todos los días: integrantes de mi equipo de ventas, coordinadores zonales, clientes que requieren atención, seguimiento a prospectos ya contactados anteriormente.

Personas con quienes debo contactarme frecuentemente: usuarios o clientes que requieren servicios, prospectos a quienes presenté el producto o el plan de negocios y les dejé material informativo de seguimiento.

Personas con quienes debo comunicarme regularmente: entrenadores, miembros de mi equipo que requieren ayuda técnica, miembros de mi equipo que necesitan ser estimulados.

Tercero: Efectuada la lista semanal de actividades y analizadas según su importancia, urgencia, factibilidad de delegar algunas tareas y las frecuencias de los contactos con las relaciones habituales, se facilitará la elaboración de una agenda homogénea y eficaz. De allí a componer la agenda mensual, hay tan solo un paso.

Es preciso tener cierto grado de flexibilidad en nuestras agendas, dejando pequeños espacios de tiempo libre entre una y otra tarea o compromiso, suficientes como para poder solventar cualquier imprevisto que se presente.

Creo que es fácil advertir que si hacemos una buena programación de cada semana, y la trasladamos a la programación mensual, toda nuestra tarea se verá enormemente facilitada.

Recuerde que el síndrome DDMC, es – a menudo – uno de los factores que mayor tiempo nos hacer perder. Es la angustia que genera el hecho de correr todo el día y llegar siempre a destiempo, dejando de cumplir el 50% de las tareas previamente programadas.

Con este sencillo método podremos bajar sensiblemente nuestro nivel de estrés, podremos cumplir nuestros objetivos con mayor eficacia y seguramente conseguiremos mejores resultados con menor esfuerzo y desgaste inútil de energías. Finalmente, disfrutaremos de un tiempo extra para nosotros mismos:
recreación, lectura, esparcimiento, deporte, amigos.

Además priorizaremos lo importante y cumpliremos con lo urgente, siempre enfocados y avanzando en el sentido de nuestros objetivos y metas de negocios.

El tiempo – no lo olvidemos – es la esencia de la vida. Es la materia prima de nuestras existencias, y siempre tendrá una importancia singular, cualquiera fuese nuestra actividad. Veamos el siguiente ejercicio, muy conocido pero no por ello menos eficaz para valorar su significado:

Si quieres saber el valor de un mes, pregúntaselo a una embarazada.

Si quieres saber el valor de una semana, pregúntaselo a un productor agropecuario que espera ansioso la lluvia, o se le pasó el tiempo de la cosecha.

Si quieres saber el valor de un día, pregúntaselo a un estudiante que debe dar un examen.

Si quieres saber el valor de un minuto, pregúntale a quien perdió un vuelo.

Si quieres saber el valor de un segundo, pregúntaselo a un corredor de Fórmula 1.

Si quieres saber el valor de una décima de segundo, pregúntaselo a un atleta que en los juegos olímpicos ganó la medalla de plata.

Y en cuanto a los postergadores, a quienes obsesivamente dejan todo para más adelante, no olviden que mañana es el día más ocupado de la semana, a pesar de que no conozco calendario alguno que contenga ese día: mañana.

Comunicacion asertiva

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¿Te ves a ti mismo diciendo «Sí» en situaciones en las que en realidad tenias que decir «No»?. ¿Encuentras dificultad para expresar su descontento frente a los demas y a su entorno, aunque crees que es justificado?.

¿Te cuesta aceptar un elogio?

Si contestas de modo ositivo a cualquiera de las anteriores preguntas podrías no ser tan asertivo en su forma de comunicar como desearías serlo.

¿Qué es ser asertivos?.

Asertividad, una voz relacionada con las comunicaciones que se ha incorporado al lenguaje común de las personas.

Al definir lo que es la asertividad nos referimos a una forma para interactuar efectivamente en cualquier situación, incluyendo aquellos momentos en las relaciones entre los seres humanos que representan un reto para quien envía un mensaje, debido a que a través de éste se puede confrontar o incomodar a quien lo recibe.

Cuando hablamos de aprender a ser asertivos nos referimos a promover el desarrollo de las habilidades que nos permitirán ser personas directas, honestas y expresivas en nuestras comunicaciones; además de ser seguras, auto-respetarnos y tener la habilidad para hacer sentir valiosos a los demás.

Una de las definiciones que utilizamos es la siguiente:

Respetar y expresar aquello que necesitas, sientes y piensas y obrar en consecuencia, sin pasividad o agresividad.

A veces lo llamamos “saber decir las cosas” o en el otro extremo, “no dejarse avasallar”, y nos referimos normalmente a ser capaces de pedir lo que es nuestro, sin necesitar pasar por encima de nadie ni dejar de decir lo que realmente pensamos por miedo a la reacción. Habrá quien piense que estamos hablando de una postura egoísta, de soltar aquello que nos venga en gana y desentendernos de las consecuencias. Nada más lejos de su significado.

Examinar los propios intereses y estimar en qué medida deben ser respetados. No es un capricho momentáneo, sino lo que realmente quiero.

Observar la conducta específica del otro y determinar su estilo de comportamiento.

Gestionar los sentimientos frente a los demás para no tener conductas agresivas o pasivas. Al saber cómo es quien tengo delante, puedo comprender cómo le va a sentar aquello que yo le diga.

Ponerse en el lugar del otro y tratarlo asertivamente, aunque él no se comporte de igual manera. No entrando en juegos ni dinámicas que nos alejen de nuestro objetivo

Comunicarse con asertividad permite la transmitir nuestras necesidades o deseos de forma madura y racional sin provocar el rechazo o malestar de la otra persona.

Utilizar correctamente la comunicación asertiva es una de las herramientas necesarias en el mundo laboral (se une a las características del buen líder) y personal.

¿Cómo comunicarse efectivamente?
Comunicación asertiva no verbal
Cuerpo firme sin parecer rígido. Postura relajada.
Mirar a los ojos (No demasiado fijamente: se interpreta como agresividad)
Sonreír levemente
No acercase excesivamente a la otra persona. Invade su terreno personal, lo que incomoda.
Lenguaje asertivo
Expresar nuestros deseos o necesidades con formulas similares a:
«Me gustaría que …»
«Te necesito para …»

Evitar disculparse con expresiones similares a:
«Siento tener que pedirte esto, pero …»
«Si no te importase demasiado, me harías un favor si…»

Pasos para realizar un petición de forma asertiva
Llame a la persona por su nombre.
Exprese su petición claramente
Explique las razones
Invite a hacer comentarios
Pregunte si necesita algo para cumplir la petición
Acuerde los detalles de cuándo necesitará lo solicitado

Ser asertivo implica:

.Tener una comunicación intrapersonal muy efectiva consigo mismo: Ser conscientes de nuestros pensamientos, sentimientos, motivaciones, necesidades y deseos sin juzgarlos, administrar nuestras emociones y asumir la situación de manera responsable.

.Encontrar el valor que se tiene por quien se es, la consciencia de ser tan importantes como cualquier otra persona en este planeta. No más importantes, pero tampoco menos, ni el mejor ni el peor, todos igual de importantes.

.Es administrar nuestras emociones y asumir la situación de manera responsable.

.Saberse y sentirse bien por los talentos recibidos y por las cualidades desarrolladas. Es reconocer que nuestra inteligencia es suficiente para valorar nuestras situaciones, y tomar decisiones sin necesidad de la aprobación de otros.

.Haber aprendido a reconocerse, y esto representa tener una imagen positiva de si misma(o), y un sentimiento positivo que se han logrado a través de un aprendizaje continuo, idealmente el ser asertivos debería de llevarnos a trabajar conscientemente hacia una solución de «Ganar – Ganar” esto significa asegurarnos que todas las partes involucradas encuentren satisfacción a sus necesidades tanto como sea posible.

La asertividad es innata y aprendida.

De manera que el camino hacia la asertividad, puede convertirse en un aprendizaje, un proceso nuevo de descubrimiento de las potencialidades que se tienen en una relación consigo mismo es un comportamiento aprendido. Si corremos con la suerte de contar con buenos modelos de personas asertivas durante nuestra infancia, será natural para nosotros desarrollar ese hábito, de otra manera posiblemente nos encontremos en la situación de desear cultivarlo.

Algunas personas evitan ser asertivas porque temen desagradar a otros y no ser aceptados por esto. Sin embargo, aunque se podría evitar una desavenencia inmediata al evitar ser asertivos, a la larga podría lastimarse la relación. Esto también podría suceder si evita hacer valer sus derechos y permite que se aprovechen de usted una y otra vez. Algunas personas encuentran dificultad en ser asertivas por actitudes negativas aprendidas durante la infancia, en esos casos ayuda concentrarse en lo positivo en nosotros, los demás y la situación. Comience a expresar lo que le agrada de sus amigos y familia y pronto le devolverán los elogios.

Las personas deben estar preparadas para manejar inteligentemente los conflictos interpersonales. Estos surgen naturalmente, debido a que los individuos poseen creencias, sentimientos y deseos divergentes. De no manejarse con cuidado, estos conflictos pueden causar sentimientos de inseguridad, exclusión, irritación y frustración.

Tales situaciones de tensión pueden prevenirse por medio de un comportamiento asertivo responsable. No obstante, muchas personas obvian el valor de promover el comportamiento asertivo. Algunas personas que se oponen al entrenamiento en asertividad debido a que confunden el comportamiento asertivo con el agresivo. Cuando estas personas escuchan la palabra “asertividad”, imaginan personas que demandan sus derechos en forma ruidosa y ofensiva. Dichas personas consideran que entrenar a alguien para ser asertivo significa convertirlo en un ser calculador y manipulador, que intenta controlar a los otros con el objeto de lograr fines egoístas. Ellos temen que la asertividad transforme a personas agradables e seres rebeldes e irritables. Nada podría estar más alejado de la realidad, ya que esas características son típicas del comportamiento agresivo y no del comportamiento asertivo.

El hecho es que el comportamiento de las personas fluctúa entre la pasividad y la agresividad, y el comportamiento asertivo se ubica entre esos dos extremos. La asertividad se basa en valores humanos que sólo pueden ser beneficiosos para la comunicación interpersonal. Una vez que las personas comprenden realmente las metas, derechos y comportamientos asertivos, aprecian con prontitud su valor en promover el desarrollo de conceptos saludables de la autoestima y la habilidad interpersonal efectiva.

En un clima adecuado, los individuos pueden lograr sus derechos sin perjudicar a otros ni ir en contra de los derechos de los demás. La actuación asertiva ayuda a que las personas controlen su comportamiento (siendo menos temerosas y más expresivas sin llegar a la agresividad y hostilidad). Al aplicarse correctamente, la asertividad establece un balance de poder entre individuos en conflicto, de manera que cada uno obtenga provecho de la interrelación. El propósito no es someter a otros, sino más bien asegurar la satisfacción mutua en la resolución de conflictos.

La meta principal de la asertividad consiste en mejorar la auto imagen y aumentar la efectividad en situaciones sociales y profesionales. El comportamiento asertivo puede optimizar la contribución del individuo a la organización o en general a un contexto social. Sin embargo, este comportamiento puede lograrse solamente si comprendemos y respetamos los derechos individuales.

Técnicas
Para ayudarnos a ser asertivos es importante tener una visión positiva de la vida y un sentido de nuestro valor como seres únicos, tener claros nuestros derechos y responsabilidades, resulta útil expresar algo positivo a cada persona con quien trate en el día, aunque sean solo pequeños detalles, recuerde que estos pueden hacer grandes diferencias.

Hacer una lista de las cosas que más nos gustan de nuestro trabajo y hogar es una buena idea para comenzar a entrenarnos para ver lo positivo de cada situación. Una vez terminada esa lista elabore otra con sus mejores atributos personales, esto le permitirá mantener una perspectiva clara al surgir situaciones que le brinden la oportunidad de actuar asertivamente.

Para facilitarle ser asertivo es importante identificar sus derechos, como ser humano usted tiene derecho a:

Alcanzar sus metas
Decidir el rumbo de su vida
Sus propias opiniones
Mejorarse a si mismo
Privacidad
Cometer errores
Emplear alguna o todas las siguientes técnicas nos facilitaría la labor:

Comunicación Asertiva
Haga valer sus derechos. Insista en ser tratado de manera justa. Sea tan claro y especifico como pueda al expresar lo que quiere, piensa y siente.

Disentir Pasiva y Activamente
Cuando usted no esté de acuerdo con alguien, no es recomendable fingir estarlo sólo por «mantener la calma» sonriendo, asintiendo o prestando atención. Sería más beneficioso a largo plazo cambiar el tema o expresar nuestro desacuerdo más activamente.

Preguntar Por Qué
Si un persona le solicita hacer algo que le parezca poco razonable o desagradable pregunte «por qué» debe hacerlo. Como adultos merecemos una explicación y es nuestro derecho insistir en una explicación convincente.

Hablar de usted mismo
Si ha hecho algo que considera deseable de compartir hágalo, permita que los demás se enteren. También permita que los demás conozcan su opinión y sus sentimientos sobre cualquier cosa que le parezca de interés. No se trata de monopolizar las conversaciones, pero de participar cuando sea apropiado.

Algunas tácticas de comunicación asertiva
Si es que sus emociones se encuentran involucradas con lo que espera lograr por medio de la comunicación asertiva, se recomienda observar con neutralidad la situación; para ello se sugiere tomar altura, esto es, analizarla visualizándose fuera de ella, como si fuera otra persona.

Después envía su mensaje al otro y espera la respuesta, escuchando e interactuando con él o ella, buscando llegar a una solución de colaboración, con la intención de participar en un proceso en el que ambas partes estén conformes con el resultado.

Podemos decir que una persona asertiva ante una situación difícil o de conflicto es capaz de: describir claramente el problema; expresar sus sentimientos; comprender al otro al ponerse en su lugar; solicitar lo que requiere para cubrir sus necesidades de manera segura, con la claridad que le proporciona conocer los objetivos que pretende lograr a través del mensaje; ofrecer alternativas; y dar a conocer las consecuencias que tendrá el receptor de acuerdo con su respuesta. Todo ello con sinceridad, de una manera abierta, receptiva, equilibrada y con armonía.

Rasgos de una Persona Asertiva
Las personas asertivas son personas comunes y corrientes, y pasan desapercibidas hasta que se encuentran ante una situación en la que es necesario negociar, es entonces cuando se diferencian por:

Saber lo que quieren
Asegurarse de ser justos
Solicitar lo que desean con claridad
Mantenerse calmados
Aceptar la critica y el elogio con ecuanimidad
Expresar elogios y afecto abiertamente
Ventilar constructivamente sus emociones negativas
Como puede ver son simples detalles, pero al combinarlos y aplicarlos eficazmente podemos lograr grandes cambios positivos para nosotros y todos quienes nos rodean.
Acción Asertiva Básica
Está es una expresión simple y directa de sus creencias, sentimientos u opiniones. Usualmente una simple exposición de la forma «Yo quiero» o «Yo siento».

Acción Asertiva por Empatía
Demuestra sensibilidad hacia la otra persona. Usualmente contiene dos partes, un reconocimiento de la situación de la otra persona o sus sentimientos, seguida de una exposición que hace valer nuestros derechos.

A continuación un ejemplo que recientemente le sugerimos a una joven y fue empleado con éxito para mejorar la comunicación con su pareja:

«Yo se que has estado muy ocupado, pero me gustaría sentir que nuestra relación es importante para ti. Me gustaría que hicieras tiempo para mi y para nosotros.»

Acción Asertiva Progresiva
Esto ocurre cuando la otra persona no responde a nuestra aserción básica y continua intentando violar nuestros derechos. En ese caso gradualmente escalamos en nuestra aserción y nos mostramos progresivamente firmes. Esto podría incluir el mencionar algún tipo de acción como consecuencia; realizada sólo después de varias exposiciones asertivas básicas.

Enfocar el «Yo»
Esto es especialmente útil para expresar sentimientos negativos. Comprende una exposición de tres partes:

Para comenzar sería recomendable desarrollar un sistema de creencias y valores que le permita ser asertivo consigo mismo. Se trata de darse permiso a si mismo, permiso para enfadarse, para decir «No», para solicitar ayuda y para equivocarse.

Aprenda a emplear los diferentes tipos de acciones asertivas y técnicas mencionadas anteriormente.

Emplee sus mejores técnicas de comunicación.
Mantenga contacto visual directo
Adopte una postura abierta y relajada
Asegúrese que su expresión facial coincide con su mensaje
Mantenga un tono de voz bien modulado y estable
Escuche a los demás y demuéstreles que les escuchó
De ser necesario haga preguntas para aclarar dudas
Trate siempre de encontrar una solución «Ganar – Ganar», y muy importante, elija un buen momento para ser asertivo.

Sólo leer estas líneas no te convertirá en una persona más asertiva, pero el poner en práctica la información que le ofrecen si podría hacerlo. De ser posible póngase de acuerdo con un amigo o familiar para ayudarse mutuamente.

Al practicar con un amigo o familiar podemos obtener su ayuda y escuchar su opinión sobre como lo estamos haciendo. A la larga el comunicarnos honestamente puede beneficiar nuestras relaciones.

Al principio es preferible probar cambiar nuestro comportamiento en las situaciones de menos riesgo, con la práctica podremos asumir una actitud asertiva como nuestro comportamiento natural.

El ser asertivos es una cuestión individual, no existe fórmula mágica alguna, se trata de evaluar opciones y elegir la más apropiada para nosotros, tal vez después de adaptarla a nuestra personalidad.

Comparacion de conductas asertivas, pasivas y agresivas
La comparación de los patrones de comportamiento asertivo, agresivo y pasivo, provee una visión sobre los beneficios personales, profesionales y organizacionales que aporta el conocimiento asertivo responsable.

El comportamiento pasivo ocurre cuando la persona renuncia a sus derechos por complacer a los demás. Los derechos de los individuos pasivos son violados, bien sea porque ignoran sus propias necesidades o porque permiten que otros abusen de sus derechos. Estas personas usualmente justifican su comportamiento con el supuesto deseo de no querer crear problemas o involucrarse en situaciones desagradables, Generalmente aceptan toda crítica, sintiéndose culpables y se disculpan aun cuando la crítica sea injusta.

Cuando surgen conflictos interpersonales inevitables, típicamente, las personas pasivas no expresan sus opiniones o sentimientos tratando de ocultarlos. Nuestra cultura promueve la pasividad al enseñar a los individuos a no expresar sentimientos por el miedo de ofender a otros. En realidad, tal comportamiento motiva a otros a aprovecharse de la situación y a infringir los derechos de la persona pasiva.

Cuando los individuos sienten que deben comportarse asertivamente pero reaccionan con pasividad, disminuye su autoestima. Aunque algunos manifiestan admiración por las personas pasivas, lo que realmente les agrada es el no ser obstaculizado por ellas.

Aun cuando la pasividad ayuda a evitar los conflictos, las personas pasivas usualmente se sienten explotadas, no tomadas en cuenta, indefensas, molestas o resentidas. No sólo pierden el respeto de otros sino, aún más importante, el respeto propio.

Los efectos de la continua pasividad son acumulativos y en último término, devastadores. La pasividad continúa erosionando la autoconfianza y, en algunos casos, causa depresión severa y un sentido general de minusvalía. Los deseos de las personas pasivas son obviados en la mayoría de las situaciones y rara vez logran su pleno potencial.

Los individuos pasivos, pocas veces aceptan la responsabilidad por la calidad de sus vidas. Algunas veces, cuando se les presiona demasiado hacia una situación desagradable, pierden el control sobre sus emociones y reaccionan explosivamente. Sin embargo, lo más común es que jueguen al mártir silencioso, culpando secretamente a los demás por su falta de autoestima. Rara vez se dan cuenta de su cuota de responsabilidad por su situación infeliz.

A diferencia del comportamiento pasivo, el comportamiento agresivo ocurre cuando las personas pelean por sus derechos de tal manera que llegan a violar los derechos de los demás. Los individuos agresivos con frecuencia se comportan ofensivamente y utilizan el sarcasmo y la intimidación para dominar a otros. Tienden a emitir señales sutiles de que crean climas de comunicación defensiva y provocan discusiones y hostilidades en lugar de promover la cooperación. Independientemente de cómo se manifieste, el comportamiento agresivo desmoraliza a los demás.

El comportamiento agresivo puede promover un círculo vicioso. Las personas agresivas discuten a menudo para defenderse de las críticas que ni siquiera han sido emitidas. Ello se debe a su vulnerabilidad ante amenazas (reales o imaginarias). A su vez, el comportamiento promueve una reacción de antagonismo en los demás.

En efecto, las personas agresivas intentan destacar a costa de la autoestima de otros. El propósito de esta agresión es dominar o humillar a otros en lugar de expresar los sentimientos honestamente. En los encuentros agresivos, los participantes se ven forzados a adoptar posiciones antagónicas.

El comportamiento agresivo se manifiesta de muchas maneras, todas improductivas. Al igual que las personas pasivas, los individuos agresivos se preocupan por su incapacidad de establecer relaciones amistosas y resolver conflictos satisfactoriamente. A largo plazo, el comportamiento agresivo sólo produce consecuencias desfavorables: nadie gana, todos pierden.

El comportamiento asertivo ocurre cuando los individuos defienden sus derechos sin que ello implique violar los derechos de los demás. La asertividad implica expresiones directas, honestas y apropiadas de nuestras creencias, necesidades y sentimientos. Significa auto respeto; es decir, valorarse a uno mismo y tratarse con tanta inteligencia y consideración como merece cualquier ser humano.

Al comunicarnos con personas agresivas, podemos saber cuáles son sus posiciones, ya que expresan lo que piensan. Sin embargo, la asertividad no implica que uno pueda hacer o decir cualquier cosa bajo el pretexto de la franqueza. El comportamiento asertivo maduro nos lleva a ser responsables de nuestras acciones.

Debido a que las personas asertivas consideran que todos los individuos tienen iguales derechos a expresarse honestamente, demuestran que respetan a los demás tanto como a sí mismos. Por lo tanto, el comportamiento asertivo aumenta la autoestima, conlleva al desarrollo del respeto mutuo y al logro de las metas propias sin sacrificar la de otros.

No obstante, los individuos asertivos no siempre logran lo que desean. Se puede ser asertivo y realizar algo que no deseamos hacer, si alguien lo requiere verdaderamente. Sin embargo, no es asertivo el hacer algo que otra persona desea si tenemos resentimientos al respecto. Las personas asertivas buscan lograr el equilibrio entre estar excesivamente preocupadas por los demás – al punto de olvidar sus propias necesidades y el de ser egoístas. El comportamiento asertivo reduce las posibilidades de dañar, culpar o alienar a otros.

Dar a conocer nuestras necesidades y tomar responsabilidades por nuestras acciones, disminuye la tendencia a culpar a otros o a vengarse de ellos cuando no se alcanzan las metas propuestas.

Las personas asertivas pueden escuchar las críticas, evaluarlas si son pertinentes y luego negociar los cambios de comportamiento deseables.

Mientras que el comportamiento agresivo sacrifica los derechos de un individuo para que otro se beneficie, el comportamiento asertivo se enfoca en negociar cambios de comportamientos razonables y mutuamente beneficiosos.

Miedo al fracaso

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Los miedos muchas veces tienen su origen en la realidad de las cosas que acontecen, pero hacen un daño terrible cuando por diversas circunstancias se convierten en una obsesión para el que los siente. Los miedos deforman la realidad cuando se experimentan irracional y obsesivamente y producen cierto desequilibrio y depresión.

Cuando los miedos pierden su sentido real, se transforman en auténticos monstruos mentales que causan mucho daño. Los miedos irracionales aturden y con el tiempo se pueden desbordar y convertirse en fobias que producen angustia terrible, si no son bien controlados.

En general, los seres humanos son mucho más irracionales de lo que piensan porque muchas veces actúan sin pensar y sin razón. Cuando es así, la persona pierde la medida o magnitud de la realidad inicial y se produce una reacción obsesiva que daña el organismo. Las personas que sienten miedos los «viven» como si fueran realidad, lo cual los agota y destruye. Los miedos también pueden provocar o anticipar acontecimientos negativos si se viven muy intensamente. Mientras las personas no racionalicen los miedos, seguirán angustiados.

Realmente, es muy fácil cultivar miedos irracionales, ya que no hemos sido educados para vivir mejor, sino simplemente para adquirir más conocimientos y, algunas veces, hábitos que son en realidad dañinos.

El miedo al fracaso es el temor a no triunfar en una empresa determinada que nos hemos dispuesto a realizar en cualquier campo de la vida.

Este miedo se produce muchas veces porque la persona tiene una visión irreal de la vida, en la que piensa que todo le tiene que salir bien, que su camino tiene que ser amplio, tranquilo, cómodo, feliz y sin problemas. No concibe que en la vida puede ocurrir algo negativo.

Con esa manera de pensar, la persona no está preparada para el fracaso y cualquier cosa negativa que le ocurra se convierte en una tragedia. Cuando una persona tiene este tipo de pensamiento en su subconsciente y está convencido de lo que piensa, se paraliza, se limita en su acción y se convierte en un ser mediocre que nunca será algo grande en la vida, ni realizará algo que en verdad valga la pena. Esa persona hará solamente aquello que no conlleve ningún riesgo que le pueda llevar al fracaso.

La persona que piense así, al situarse ante cualquier posible fracaso o algo que implique cierto riesgo, inmediatamente comenzará a angustiarse. Su angustia puede llegar a ser tan grande que su reacción será huir. Si no puede huir, comenzará a volverse agresivo y atacará el obstáculo que tenga en el camino, que bien puede ser el motivo de su fracaso. La huida y la agresividad son sus dos opciones. Ambas reacciones son primitivas e instintivas y causan que la persona actúe irracionalmente.

Para vencer el miedo al fracaso, hay que aceptar que todo en la vida tiene un riesgo. No hay nada bueno en la vida que para conseguirse no conlleve el riesgo de perderlo. Hay que estar preparado para asumir ese riesgo si se quiere conseguir algo bueno.

Otro paso importante para vencer el miedo al fracaso es seguir adelante sin pensar demasiado. Cuando se está convencido de que lo que se quiere obtener es algo bueno, debe ponerse rápidamente en acción. Una vez que empiece, estará tan ocupado trabajando que se olvidará del miedo. Después se dará cuenta de que gran parte del miedo era irracional. Al descubrir esto, empezará a adquirir confianza en sí mismo y en esa medida irá desapareciendo el miedo a fracasar.

Todo ser humano debe tener conciencia clara de que en la vida se triunfa y se fracasa; se tiene éxito y se cometen errores; se alcanzan cumbres y se cae en abismos. Cuando nos esforzamos por alcanzar ciertas metas, en esa lucha habrá una mezcla de éxito y fracaso, lo que nos mostrará con más claridad el camino que se debe tomar para triunfar. Ser realista y tener una visión objetiva de la vida lo prepara para aceptar con serenidad un posible fracaso. El éxito servirá de estímulo para seguir adelante y el fracaso servirá de lección para no volver a hacer lo mismo.

Hay que luchar para vencer los miedos o temores. Por eso es importante : (1) descubrir el miedo en uno mismo o en otra persona y averiguar cómo actúa y afecta a las personas y (2) buscar una estrategia para dominar y vencer el miedo.