Según la Real Academia Española, se define como perseverancia a la ‘Constancia en la virtud y en mantener la gracia hasta la muerte’. Yo diría que es un tanto poético y exagerado.
Siempre es una palabra a la que todos nos ha gustado recurrir para atribuirle connotaciones positivas y sobre todo de consecución de lo que une persigue en cualquier ámbito de la vida.
Perseverar es continuar en el empeño de conseguir algo que por el momento no hemos podido alcanzar. Y desde mi punto de vista es la hermana siamesa de la motivación. Una sin la otra no podrían existir.
Y es que motivación es el estado de ánimo que nos hace realizar algo para intentar cumplir unas expectativas. Es una sensación interna que nos mueve a alcanzar una meta. Pero si en el intento no lo conseguimos a la primera, la perseverancia entra en juego. El no cejar en el intento, el repetir las cosas hasta conseguir nuestras metas necesita de un grado de motivación y un espíritu para perseverar en ello.
Y lo que esta claro es que no perseveras en algo en lo que has fallado si no estás motivado para ello.
Son lo que se podría decir necesarias una de la otra. Motivación sin perseverancia no conduce a nada y a la vez nadie persevera si no encuentra el motivo que le haga repetir lo hecho inicialmente hasta conseguir el objetivo.
Y recurriendo a la cultura popular que suele ser bastante sabia, hay un refrán que describe esta ‘unión de hecho’:
«El que la sigue la consigue»
Aunque cierto es que mucha gente se queda en el intento, la repetición de una actuación perseverando en ello, necesita unas dosis elevadas de motivación.
Un deportista de éxito, un investigador famoso o cualquier persona que ha logrado su objetivo en su vida profesional o personal cuando es interpelado siempre suele decir lo mismo: ‘Dedicación, insistencia, afán de superación, superación de obstáculos,…., incluso hay quien reconoce que se necestia una pequeña dosis de suerte ‘. Pero en lo que todos coinciden es en dos factores: ‘La perseverancia en lo que se hace y la motivación interior para conseguir los objetivos marcados’.
Que todo actividad en esta vida necesita de una automotivación por nuestra parte es un hecho y que no ceder hasta conseguirlo, es decir, perseverar es otro hecho irrefutable.
Esto debe de unirse a una dosis de inteligencia emocional y de pensamiento positivo, ya que caer en el fracaso sin espíritu de volver a levantarse sólo conduce al abandono de las metas fijadas y por lo tanto a la desmotivación.
Son un conjunto de factores que todos en perfecta unión conducen antes o después al éxito en lo que nos embarcamos.
En las organizaciones pasa lo mismo. No se consigue un clima laboral adecuado en ellas a la primera y siempre es una situación en contínuo cambio, luego saber motivar y perseverar en esta actuación es la meta a conseguir por el líder para generar un ambiente de trabajo adecuado que sea la base fundamental para conseguir lo mejor de cada miembro y sobre todo que el talento de cada uno aflore y se emplee en el bien del grupo a la vez que el bien individual.
Hola, José Luís:
qué sencillo, a veces, cuando nos acercamos a la sabiduría popular para resumir lo que es toda una conjunción de conceptos y actitudes (el refrán que citas). Y efectivamente, tanto la motivación (ilusión) como la perseverancia (trabajo) forman una ecuación que, en el caso que a mí me ocupa, es absolutamente necesaria. Y ambas pertenecen al binomio aptitud (entendiendo como capacidad de mantener el espíritu positivo, como detallas) y actitud (esfuerzo y constancia -ejercer ya ese espíritu positivo también entraría en esta cualidad-).
Ojalá esto se pudiese enseñar y no fuese una cuestión exclusivamente autodidacta.
Un saludo, José Luís.
Buenas amigo.
Mucha razón tienes, y añadiría más el comprender que las cosas deberían de ser así es sencillo comparado con el hecho de llevarlas a la práctica.
Que te voy contar de los bajones de ánimo en el mundo comercial.
Yo he estado muchos años en el mundo de las ventas y para perdiurar en el se une todo: aptitud, actitud, perseverancia y sobre todo una gran dosis de automotivación, eso sobre todo.
Un saludo amigo