Caso real en la sesión práctica del viernes:
Trabajas en una compañía de un tamaño considerable, y desde hace unas semanas, estás liderando un proyecto con personas de otros departamentos, designadas por sus respectivos responsables. Ya conocías a varios de los miembros del grupo, y con uno de ellos habías tenido algunos roces, y aunque hasta ahora habíais tenido poca relación, ahora trabajais juntos cada semana.
Desde el principio ha mostrado estar incómodo en el proyecto, pero además, desde hace unas semanas, está empezando a cuestionar tu posición y el trabajo, llegando a realizar comentarios despectivos y críticas abiertas a tu gestión.
Hasta ahora, esta situación se ha quedado dentro del grupo, pero crees que está afectando negativamente a todo el mundo. Has tratado de hablar con él, y es imposible, y temes que plantearlo abiertamente a tu superior pueda empeorar aún más la situación. ¿Cómo deberías proceder?
Haría un último intento por hablar con él e intentar averiguar qué está pasando y cómo arreglarlo.
Si esto no funcionara hablaría con su jefe, por supuesto informando inmediatamente después al mío para que esté al tanto.
Me has recordado un post que escribí hace poco (¿Eres el problema o la solución?) porque lo que tendría que hacer el personaje de la historia es decir claramente cual es el problema y qué haría el para solucionarlo. Al menos eso es un punto de partida del que se puede llegar a algo. Lo de «pues ahora me enfado y no respiro» que hacen muchos es una chiquillada.
JM
La pateleta o el calenton no llevan a ningún lado.
Reconocer la existencia de un problema, que las partes lo vean como tal, hablen de ello y que este no afecte al resto del grupo es vital. Por esto, al igual que tú, plantearía un último intento de solucionarlo y si no se puede, que por nlo menos entre as partes exista el respetuo hacia el grupo de trabajo en el que se encuentran y que se luche por el fin último del equipo.
Si hace falta la intervención de superiores, que se utilice, pero dicves bien, que lo sepan todos los superiores.
Saludos
Cualquier discrepancia hay que llevarla al terreno de la objetividad de los hechos (o comportamientos, o decisiones realizadas) de tal forma que se evite la confrontación personal y se entre de lleno a la discusión (o puntos de vistas) sobre hechos o decisiones con esta persona, de manera privada.
Intentar acercarlo a la toma de decisiones, pedirle consejo, plantearle a esta persona «qué habrías hecho tú» o «que harías tú si vuelve a suceder» es acercarlo a la problemática profesional mía, y seguramente lo conseguimos involucrar en el proyecto, consiguiendo asimismo que me perciba como un colaborador más que como un enemigo (que es la percepción que parece que tiene hasta ahora).
Saludos
Me gusta mucho tu idea de «la busqueda de la involucración» como medio de comprometerse con el buen fin del resultado del grupo. Si él comprende que él forma parte del grupo y que actuar así le perjudica seriamente, podría ser una forma muy adecuado de limar las asperezas, por lo menos, durante la duración del proyecto que están acometiendo.
Saludos