Una de las cosas que más gracia me ha hecho este fin de semana pasada de elecciones es el comprobar el ‘gran éxito’ del ‘gran estudio’ que había hecho el CIS sobre la intención de voto de las elecciones europeas.
¿Y pagamos esto con el dinero de todos? Que si empate técnico, que si caídas no muy pronunciadas, que si ningún eurodiputado para ‘Podemos’,… Lo más parecido a lo que realmente ha sucedido es pura coincidencia.
La duda que se me plantea es el hecho de si es algo realmente motivado para influir en las decisiones de voto de los ciudadanos o realmente que son patéticos los encargados de realizar estas encuestas que, por desgracia, acabamos pagando entre todos.
Porque si de algo estoy seguro es que nos han metido al cinto un buen dineral por realizar ‘esas predicciones’ tan acertadas.
Eso de las llamadas telefónicas para saber lo de la intención de voto va a ser que nos resulta un poco caro cuando se podrían realizar a través de las redes sociales o Internet, como estudio de mercado en feebbo, pero claro, como ahora todo lo que rodea a Internet que es crítico con los poderes impuestos es considerado como ‘el demonio’, mejor tirar el dinero del contribuyente en despilfarros como estos.
Quiero creer que es un error, de gran bulto, pero a fin de cuentas un error. Porque la otra opción es pensar que hemos tirado una cantidad de dinero público en realizar un estudio de mercado o sondeos de opinión que posteriormente se cocinó para poner lo que se quería dar a entender que iba a pasar, nada más lejos de la realidad. Lo primero sería una negligencia grande, motivo de despido en cualquier empresa eficiente y productiva, mientras que lo segundo sería una censura informativa con cargo a las arcas públicas.
Cada cual que opine lo mismo, pero lo que está claro que para realizar estudios de mercado o sondeos como estos, como digo yo, para este viaje no hacen falta alforjas.