Hoy nos hemos decantado por un tema más 1.0 que 2.0 como es la importancia de las tarjetas de visita, ya sea cuando estás representando a una marca o bien si las empleas para la búsqueda de trabajo.
Y es que recientemente nos han facilitado varias tarjetas de visita que, tristemente, nos han dado una primera impresión que no nos ha agradado precisamente, lo que nos ha hecho reflexionar sobre la importancia de tener unas que sean adecuadas y ayuden a consolidar tu imagen de marca.
No nos meteremos con las tarjetas virtuales de visita, que podéis encontrar en múltiples webs sin mayores problemas, sino en las tarjetas tradicionales de toda la vida.
Las tarjetas de visita, aunque os parezca que son poco relevantes, son lo primero a lo que alguien echa enseguida mano cuando quiere contactar con vosotros ya que además del número de teléfono, probablemente tenga tu email y tu web, con lo cual la impresión que le debe de quedar al que tiene tu tarjeta en su mano debe ser una que le motive a llamaros y no empezar a darle vueltas en la mano y dudando entre llamaros o no.
Especialmente si estáis buscando trabajo y tenéis vuestras tarjetas es relevante que intentéis plasmar en ellas al máximo lo que sois y vuestra imagen. Además contáis con múltiples webs que os ayudan a encontrar con la tarjeta de visita que más se ajusta a cómo sois y a lo que queréis mostrar, no como hace una décadas en las que había pocas variantes y en blanco y negro mayoritariamente.
Son el primer recuerdo visual que va a tener de vosotros aquel interlocutor al que se las habéis dado, con lo cual es sumamente importante que lo que piense al ver tu tarjeta se ajuste realmente a lo que tu quieres que piense.
Haz pruebas y diseños previos a que las realices, webs de ese estilo hay muchas, y piensa siempre en qué tipo de tarjeta es la que te gustaría ver a ií en caso de que fueses el receptor de la misma.
¿Recuerdan cuando era una novedad incluir el e-mail en las tarjetas?
Ahora va a ser un «must» imprimir un QR y nos llevará a mostrar, a quien invitemos, la «cara social» que deseemos.