A vueltas anda todo el mundo con la reforma del mercado laboral, que si y que no, que qué incluir y qué no incluir,…
Se dice que el mercado de trabajo en España es poco flexible. Una de las acepciones de este adjetivo es la de ‘Susceptible de cambios o variaciones según las circunstancias o necesidades’. Según esto ¿alguien me puede decir como el mercado laboral español, con la mayor tasa de temporalidad y precariedad de Europa, se puede definir como no flexible?
Si lo que me dices es que cuesta mucho despedir a un empleado y que esto es un obstáculo para mandarlo a la calle, podría llegar a entender lo de que es poco flexible, pero el abaratar el despido no implica que se contrate a nadie, simplemente que se podrá despedir a alguien con mayor facilidad.
Lo que es razonable pensar es que algo si que tiene que cambiar tanto en el mercado laboral como en los trabajadores para que la cosa pueda cambiar, ya que así la cosa no va por buen camino, y eso es algo que es innegable.
Hoy quiero referirme a que cambios creo yo que se nos echan encima y que sería buen el tenerlos en cuenta por parte del Capital Humano de las organizaciones.
1º Adios a los funcionarios en la empresa privada. Que a todo el mundo le gustaría ser funcionario es un hecho. Y ya no sólo por la retribución, sino también por la carga de trabajo. Muchos empleados con un gran número de años en su empresa, son conscientes del coste que llevaría aparejado el ser despedidos, y saben que las organizaciones no pueden soportar. Con lo cual se han visto en una situación de poder en la cual no les importa bajar sus ratios de productividad o eficiencia. Salvaguardados por lo caro de sus despidos se han convertido en auténticos funcionarios de la empresa privada.
¿Qué se consigue con esto? Que seamos el último país de Europa en términos de productividad empresarial y el miembro de la UE con el honroso honor de tener la tas de paro juvenil mayor del continente. Si a los menos productivos no se les puede reconducir y tampoco despedir, está claro que no se puede contrartar a gente nueva, y en caso de contratarla será a costa de que produzcan por dos empleados.
Y os daré un ejemplo. Hace unos años me ofrecieron un trabajo con contrato mercantil para dirigir a 5 comerciales que durante 10 años habían creado su cartera de clientes que hacían que todos los meses ingresaran 3.000 euros al mes sin hacer nada. La organización buscaba a alguien que los consiguiera motivar porque quería que ingresasen más ya que era sinónimo de que la compañía tambien incrementaría sus beneficios. No acepte y tras 4 años el puesto sigue vacante. Una vez alcanzado el estatus de funcionario en la empresa privada, sacarte de esta actitud es casi imposible.
Si queremos cambiar, esta idea tiene que desaparecer.
2º Si la empresa no produce yo cobro igual. En estos años de bonanza económica, los beneficios de las empresas dana para que todo el mundo cobrase sus nóminas a fin de mes y esta creencia se extendió. Pero la llegada de la crisis hace que venga unida a la ley de la selección natural. Aquel que ahora se vea que produce, quedará como está, pero los beneficios escasos ya no dan para pagar a todos. Quien no produce, llegará un momento que no quedará cubierto por los grandes beneficios que se obtenían, porque ya no es así.
Comenzará de verdad el dicho bíblico de ‘ganarse el pan con el sudor de la frente’. Sin sudor no habrá pan para todos. La mediocridad que antes estaba oculta tras los beneficios quedará al descubierto.
3º Contrato fijo y seguridad social ¿para quién?. Si muchos de los empleados que están en las empresas supiesen lo que realmente cuestan a sus organizaciones (impuestos y seguridad social) y lo que ellos aportan a las mismas, seguro que se avergonzarían. El contrata fijo como garantía de estabilidad se va acabar. ‘Tanto tienes, tanto vales’ o sea ‘Tanto produces, tanto cobras y si no produces no cobras y a la calle’.
El trabajo por cuanta ajena conocido como hasta ahora desaparece. Las organizaciones no pueden soportar los costes sociales de los empleados con la crisis y el estancamiento que promete quedarse mucho tiempo. Los freelance o como toda la vida fueron conocidos, los autónomos, irán incrementando cada vez mayor protagonismo en las empresa. No tiene vacaciones, no hay indemnización por despido, no se paga seguridad social por ellos, de baja no cobran,… Las empresas llegado el momento de que no puedan abaratar más sus costes, tirarán de los autónomos.
4º Después de ‘Papa Empresa’ está ‘Papa Estado’. Si mi empresa me echa, siempre puedo vivir dos años del paro. ¡¡Craso error!! Entre pensionistas y desempleados, unido a la evolución de la pirámide poblacional, todo indica que el sistema actual de prestaciones sociales tiene que irse a pique. O cobran los pensionistas o los desempelados o puede que ninguno de los dos.
Sin prestación, el ingenio se va a agudizar. De seguir el ritmo de gasto público como hasta la fecha ¿hasta cuándo podrá aguantar el Estado? Cuanto antes nos demos cuenta de que no se puede vivir así, antes reaccionaremos.
5º Yo no me muevo a trabajar fuera de mi ciudad. La globalización del mundo actual es lo que tiene. El mercado laboral español abarca todo el territorio. Aquel que no se quiera mover a lo largo de la ‘piel de toro’ está condenado a desaparecer. Esto es algo ya bastante asimilado por los trabajadores no obstante.
Estas son algunas de las creencias, usos y costumbres del mercado laboral actual que tienden a desaparecer.
Seguro que encontráis más, pero estas son ya los indicadores de hacia donde nos dirigimos:
En el futuro el éxito estará en el trabajador independiente o autónomo, que reporta completa productividad a su empresa durante la jornada para la que es contratado, que venderá más que su nombre, su ‘trabajo’, como dice Andrés Pérez, ‘su marca‘, que se la habrá ido labrando con el paso del tiempo en el ejercicio de su actividad profesional.‘Que tu trabajo hable de tí y no tú de él’.
Cuanta razón tienes, he sido empresario, luego autonomo, luego asalariado y ahora otra vez autonomo.
En todas las empresas que he estado he visto ese tipo de actitudes pasivas y que poco las proactivas. Nos tocará espabilar y rapido.
Salu2.
Hace tiempo escribí algo relacionado, ¿que te parece?
http://www.otropuntodevista.com/2008/10/tiempos-de-crisis/
‘Verdades como puños’ como diría mi suegra.
Lo triste es que mucha gente ahora manifiesta abiertamente su proactividad pero no hay oportunidades.
Hemos dejado el campo demasiado tiempo en barbecho y se nos ha secado demasiado. Ahora el trabajo va a ser exhaustivo, y como digo yo, ¡Va a haber mucho dolor!.
Un saludo amigo
Buenas Pablo.
Ese es el único punto que se puede decir que el mercado laboral es rígido, en el tema de los funcionarios de la empresa privada.
Realmente es uno de los mayores lastres de nuestro tejido empresarial.
La verdad es que tiene dificil solución, porque si abaratas el despido cambiaran a un veterano por tres jovenes que cobre entre los tres lo mismo que el veterano. Aumentará la productividad sin duda, pero generas otros dos problemas:
-Mas precariedad laboral al tener menos salarios y con contratos peores.
-Un núcleo de desempleados de elevada edad que son de imposible recolocación.
La situación es tan compleja debido a la tardanza que hemos hecho en años de no cambiar nada, que de todas las soluciones que se plantean ahora no hay ninguna buena, todas acarrearán consecuencias radicales para alguien.
Un saludo amigo