El idioma castellano es muy rico y certero en muchas ocasiones, por ese motivo si buscamos el significado de ‘indolencia’ encontramos que es la ‘incapacidad de conmoverse o sentirse afectado por algo’. Ver los suicidios de ciudadanos yo creo que nos conmueve a todos, no nos deja indolentes. Pero si recurrimos a la segunda y tercer definición de ‘indolencia’ la cosa puede tener otro color: ‘pereza o desidia e insensibilidad, especialmente al dolor’.
La sociedad en su conjunto somos indolente. Bien los poderes políticos y económicos se mantienen insensibles al dolor de gran parte de la ciudadanía, bien los ciudadanos mayoritariamente por nuestra pereza o desidia para tomar el toro por los cuernos. Si, nos duele ver el sufrimiento de los demás, nos entristece ver los suicidios día sí y día también, pero nos mantenemos perezosos ante lo que ocurre, no somos capaces de tomar la iniciativa.
Envidiamos a los pocos que quieren cambiar esto pero no nos animamos a secundarlos.
El dolor en la sociedad en ss diferentes formas, pobreza, miseria, hambre, …., cada día va en aumento en este país y nosotros solo alcanzamos a aspirar que no seamos nosotros los siguientes.
Las castas dirigentes nos han lavado el cerebro intentando convencernos de que nosotros somos los culpables de todo por haber vivido por encima de nuestras posibilidades, cuando eso es una GRAN MENTIRA. Ellos han creado un entorno convenciéndonos de eso para poder seguir enriqueciéndose hasta que la cosa no ha dado más de sí.
La gran deuda de España no está porque un vecino mio tenga un BMW en vez de un Skoda o que aquel tenga un chalet de 300.000 euros y no un piso de 150.000 euros. NO SEÑOR. La deuda de España está en las entidades financieras que tienen un agujero de más del 25% del PIB. En las administraciones públicas que han construidos aeropuertos y autopistas fantasmas para enriquecer a unos amigo y posteriormente a ellos. En los empresarios a los cuáles se les ha permitido esclavizar y empobrecer la vida de sus trabajadores estafando a Hacienda y a la Seguridad Social. ¡AHÍ ESTÁ EL GRAN AGUJERO DE ESPAÑA’
Nos han metido al cinto una deuda que no es nuestra, que si que la pagaremos vía impuestos y bajadas de derechos sociales, pero de la cual solo se han beneficiado unos pocos que, casualmente, tienen sus dineros amasados en paraísos fiscales.
Hemos sido indolentes, sinónimo de perezosos, durante décadas cediendo nuestro poder mediante el voto a una manada de lobos y delincuentes que se han enriquecido a costa de los ciudadanos y fuimos perezosos para pararles los pies. Lo peor es que seguimos siendo perezosos ahora, cuando si que somos sensibles al dolor que vemos en la sociedad, pero justamente cuando no tenemos más medios que el alzamiento del pueblo como recurso.
La cosa no es fácil. Si alguien cree que castigando con un voto a este o a aquel partido, se equivoca. Todos los partidos políticos están ahora mismo en el problema, con lo cual no pueden ser en ningún momento parte de la solución.
Sino queremos que la sociedad que hereden nuestros hijos sea una miseria mientras que la de los hijos de los banqueros y los políticos sea un paraíso, solo veo dos soluciones: o que se vayan voluntariamente los políticos (y no para cargos ad hoc en empresas afines) o que se vayan por la fuerza. Y por más que me pese, esto último es lo que creo que va a ocurrir a no mucho tardar porque la gente ya no aguanta más.
José Luis,
Excelente tu planteamiento, aún cuando yo creo que esto que está ocurriendo en España es un reflejo de lo que ocurre en países del resto del mundo, incluso los llamados «tercermundistas»: Una clase política sedienta de poder y de dinero que se aprovecha de sus posiciones e influencias para amasar fortunas groseras a costillas de un pueblo que les ha dado la confianza con sus votos durante muchos años. Un pueblo tal vez demasiado confiado en que otros harían el trabajo.
¿Lo único que me preocupa, José Luis? Vengo de Venezuela, un país en el cual ese «rencor» social que tu mencionas ya se está viendo en España, nos trajo como regalos a uno de los demagogos más espantosos que ha dado la historia del mundo, que se ha montado en esa ola del «resentimiento del pueblo hacia las clases dirigentes» para hundir a la clase media y crear un «super mega imperio» que maneja él como le da la gana.
Dios quiera que estas cosas no se repitan en España, José Luis, porque las consecuencias son difíciles de predecir y de medir.
Hagamos todos un esfuerzo por recuperar la compostura que tanta falta nos hace y luchar por aportar nuestro granito de arena, por poner las cosas en su sitio y por crear un futuro mejor para nuestros hijos, que a fin de cuentas, son los que se las van a ver más complicadas.
Comparto en todo tu frustración y sentimiento, pero quisiera que encontráramos formas de canalizar nuestras energías de manera positiva.
Un abrazo grande, desde esta esquinita de España 😀
Buenas amigo Joel y gracias por tus palabras.
Yo soy de la opinión que quien ostenta el poder le tiene un apego que nunca se lo va a dejar quitar y más cuando tiene en su mano todas las armas legales para perpeturarse en él. Aquí no vaa pasar nada, una pataleta de vez en cuando porque la gente tien muy presente de 40 años de dictadura y en la balanza pesan más que otros 38 años siguientes de democraciacorrupción.
Lo pero es que lo que viene es muy incierto, uno ya no sabe que pensar que será mejor. Lo que si está claro es que mientras los que manden no miren por los ciudadanos, la cosa es imposible que mejore por mucho que nosotros arrimemos el hombre, de eso no tengo duda.
La cosa aquí no acabará tan mal como en otros sitios porque el ejemplo se ve en el número de suicidios. la gente prefiere quitarse la vida que llevarse por delante al banquero o político de turno 🙁
A ver que pasa!!! Un abrazo
Pues solo nos quedará entonces cruzar los dedos, trabajar muy duro, cambiar lo que podemos cambiar y no dejarnos meter «gato por liebre»
Un abrazo grande, José Luis 😀
Eso si, apretar y no ceder, y lo que esté en nuestra mano ponerlo todo en el asador 🙂
Un abrazo amigo Joel 🙂