Lo que nos roba energía nos impide avanzar.
Di NO a todo lo que te roba energía en tu trabajo.
NO a :
- Rumores . Evita sintonizar radio macuto. Hacer caso de los rumores, crearlos, y participar en ellos es una manera de desperdiciar tu energía en tu día a día. Una buena solución, es colocarte unos cascos en la oficina mientras estás pasando unos datos al ordenador. Te aseguro que poca gente te vendrá a explicar historias. Además hay rumores que se extienden rápidamente y que no aportan nada. Entonces, ante tales rumores ¿De qué sirve preocuparse ahora de algo, que no sabes si pasará en el futuro?
- Apresurados. Defiéndete de la tiranía de los de “todo es para ayer”. Ponte una buena coraza, y buenas palabras para mantener la calma. Como truco: “¿Es muy urgente?. Si es así, tienes un buen problema, pero seguro que encuentras una buena solución”. No somos responsables de la mala organización de los demás. Y voy más lejos. Muchas veces tales urgencias no existen, y algunas personas las utilizan con elementos de presión. Lamentablemente esto es cultura en muchas empresas.
- Historias de problemas y miserias. Stop a esto en el trabajo. Podemos escuchar, y nos podemos involucrar con los demás, pero estableciendo siempre un límite. Tu no eres un SEVEN ELEVEN abierto las 24 horas. Los límites los marcas tu, y una fórmula muy valida es la de “ahora no te puedo escuchar, pero esta tarde a las 4 tengo un hueco de media hora y si quieres nos vemos y me cuentas con más calma”.
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- Préstame atención. Estas acciones se ven claramente en las reuniones de equipo. Son roles que a veces adoptan las personas cuya finalidad es conseguir “atiéndeme”. Los identificaras rápidamente porque verás que monopolizan la reunión, se extienden en los temas, les encanta escucharse, y apenas dejan participar al resto. Si te hayas en una situación así, como recomendación puedes tomar nota de los puntos clave de la reunión, y además que el resto de gente te vea tomar nota. De esta manera, estarás comunicando al resto “vamos al grano”. Inclusive también puedes hacer un breve resumen de esos puntos clave. Por otro lado, siempre puedes intervenir y realizar preguntas concretas para centrar la reunión y evitar el “irnos por las ramas”.
Fuera los zapatos pequeños. Cuando aparecen constantemente ladrones de energía en tu vida profesional, puede ser un signo de que algo no funciona y tal vez ya no estemos en el lugar apropiado. Hemos evolucionado como profesionales. Somos más sabios y maduros, y lo que antes nos convenía, ahora ya no. Nuestro trabajo, y las circunstancias que le rodean nos oprimen; exactamente igual que unos zapatos pequeños. Cuando esto ocurre, ha llegado la hora de pensar en el cambio, de quitarse esos zapatos viejos y ponerse unos nuevos.
Y tu ¿con qué zapatos caminas?
Autora: Mónica Morales
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